Al igual que muchas de las obras que están contenidas en los currícula de los colegios en la cátedra de Lengua y Literatura, la Silva Criolla es un poema que no todos los jóvenes estudiantes pueden apreciar en toda su magnitud. Muchas veces hace falta que pasen años, y cuando en la tranquilidad que trae la madurez, volvemos a leer aquellas obras, nos sorprende muchas veces su belleza y entendemos el por qué eran obligatorias en los colegios.
La edición que tengo en mis manos, fue impresa por la Fundación Biblioteca Ayacucho, se denomina POESÍA y contiene además del referido poema, otros del autor. Tiene adicionalmente un Prólogo y Cronología escritos por Carlos César Rodríguez y quiero decir aquí, que pocas veces he tenido la oportunidad de leer una prosa tan bella. Es en mi opinión, comparable tan solo con la misma Silva Criolla. Por tal razón, nada de lo que yo pueda decir de la Silva, puede ser relevante al compararlo con el referido Prologo y Cronología, donde se hace un análisis profundo del poema, obviamente con conocimiento de causa.
Por lo tanto a grosso modo diré que la Silva Criolla, constituye una especie de reencuentro del autor con sus primeros años de vida, pasados en el llano Guariqueño, en Calabozo específicamente; en cierto modo él se da cuenta de que a pesar de lo que ha vivido, de los éxitos logrados y de los cargos desempeñados, la esencia de sí mismo está en su tierra de origen. “Es tiempo de que vuelvas; es tiempo de que tornes….
Dice Carlos César Rodríguez que la Silva es “un canto a la llanura venezolana: sus mediodías de sol y sus noches pavorosas; sus flores y frutos silvestres; sus gentes; sus ganados; sus incendios arrasantes; sus amaneceres y sus atardeceres; su verano doloroso; su primavera fugaz; su invierno mortal”
Dice también: “Es que la Silva es criolla, no llanera. Llanera es la sustancia sensorial de las imágenes con que el poeta, que es llanero cerrado, hace la composición. Llanera es la letra, pero la música, alma del canto, es venezolana”
En el desarrollo del poema, se deja ver que la vida capitalina ha sido como un espejismo: hermoso pero vacío: “No más de insano amor en los festines, con mirto y rosa y pálidos jazmines, tu pecho varonil, tu pecho exornes” y que en la madurez de la vida comprende al fín, que su lugar está en su tierra natal. “como en el venturoso tiempo ya lejano, en pos de mis pasadas alegrías, vuelvo a tender la vista sobre el llano”
Y en ese tender la vista, el autor recrea los distintos paisajes del llano, su invierno, fugaz primavera y verano, refleja la conducta de hombres y animales en lo que llamamos transhumancia, cuando deben emigrar para buscar un clima menos inclemente: “ Cantando una tonada clamorosa, y bajo el fiero sol de la sabana, al paso lento de la res morosa, con rumbo al sur cruzó la caravana” o su regreso:" Y cuando caiga la primera bruma, volverán los pastores emigrados, volverán las vacadas a repletar las cercas y de espuma a coronar los botes, la linfa de las ubres ordeñadas”.
Y tras la primavera donde: "" también como la hierba el pobre arbusto, la primorosa dádiva recibe, y de su escasa floración primera, el botón mas hermoso, prende sobre el cabello revoltoso, la inocente muchacha sabanera", viene el invierno: " Se fue la Primavera; ruge amenazador trueno lejano; y de soles nublados agorero la cenicienta garza del verano tañe al pasar, su canto plañidero"
En fin, es difícil escoger estrofas pues todas tienen belleza y una significación. Es un poema largo, demasiado largo para escribirlo completo en este Blog, sin embargo, bajo otras etiquetas colocaremos estrofas, pues su belleza engalanará las páginas y nos dejará un dulce sabor a poesía de nuestra tierra.
Gran trabajo, simplemente el Venezolano no se da cuenta de las bellezas que posee su pais, no valoramos lo que nos rodea y no sabemos los afortunados que somos de pertenecer al país mas hermoso del mundo.
ResponderEliminar