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7 de mayo de 2011

Mi Llanura en Entrada de Aguas

Nubes plomizas, agua, bora y garzas llegando. Abril 2011
"Con las primeras lluvias empezó el retorno de las garzas. Aparecieron por el sur - hacia donde emigran durante el verano, sin que nadie sepa hasta donde van - y todavía estaban llegando en innumerables bandadas.

Fatigadas por el largo vuelo, se detenían, balanceandose sobre las ramas flexibles del monte del garcero, o llegaban sedientas, hasta el borde de la ciénega, y el monte y el agua cubriéndose de blancura.
Parecía haber reconocimiento y cambio de impresiones de viaje. Las de este bando, miraban a las del otro, que habían emigrado a distintas regiones, alargaban los cuellos, batían las alas, lanzaban ásperos graznidos y luego quedábanse quietas observándose mutuamente, redondas e inmóviles las ágatas de las pupilas. A  veces había riña por  una rama del dormitorio, por un resto de nido de la estación anterior; pero después se iban acomodando todas en los mismos sitios que siempre habían ocupado.
Los patos salvajes, las corocoras, las chusmitas,las cotúas, los gabanes y los gallitos azules, que no habían emigrado, acudían a saludar a las viajeras y eran también bandadas innumerables que iban llegando desde los cuatro puntos del cielo. También habían regresado los chicuacos y contaban sus impresiones del viaje."    Rómulo Gallegos. Doña Bárbara


MI LLANURA EN ENTRADA DE AGUAS
Interpreta: Francisco Montoya

Que bonita es mi llanura, es mi llanura
cuando llega la entrá de agua
se embellecen las palmeras, ay las palmeras
reverdecen las sabanas

Retoza alegre el ganao
en toda la tierra llana
donde el becerro berrea
ahí la vaca le brama
y el caballo da un relincho
cuando el llanero lo amarra

A orilla de los caminos 
cantan los alcaravanes
anunciando que se ha ido 
el caluroso verano
y que ha llegado el invierno
a reverdecer el llano

Florecen los chaparrales, en mi llanura
y los lirios a entrá de agua
cálidas mueren las tardes, verdad las tardes
y son frescas las mañanas

El trinar de los carraos 
se escucha de madrugada
pidiendole a Dios que llueva
para que la tierra ablande
y asi sacar la guarura
que bajo de ella se halla

Los cantares de soisola
en la inmensidad lejana
alertan al buen  llanero
en noches de luna clara
que va con rumbo a su casa
porque andaba sabaneando.
 




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