RUEGO A LA CRUZ DE MAYO
Santísima Cruz de Mayo,
patrona de este cantar,
remanso de los velorios
donde florece la paz,
amiga de los humildes
que ruegan al mas allá,
tallada por manos puras,
por manos de la piedad
sedienta como los cauces
donde las aguas no van,
o como arbusto sin flores
que quiere ya retoñar;
la que suspiros renaces
cuando tu gracia me das
y la llovizna enluceras
sobre el sonoro maizal
para que todos se vuelvan
hacia la gloria del pan;
escucha mi sana pena,
pónle remedio a mi mal.
patrona de este cantar,
remanso de los velorios
donde florece la paz,
amiga de los humildes
que ruegan al mas allá,
tallada por manos puras,
por manos de la piedad
sedienta como los cauces
donde las aguas no van,
o como arbusto sin flores
que quiere ya retoñar;
la que suspiros renaces
cuando tu gracia me das
y la llovizna enluceras
sobre el sonoro maizal
para que todos se vuelvan
hacia la gloria del pan;
escucha mi sana pena,
pónle remedio a mi mal.
Vengo a pedirte por ella
por ella vengo a rezar;
díme por donde se ha ído
para seguirla no más,
dame un puñado del aire
que perfumara al pasar
y un ramillete del cielo
que le reluce en la faz.
Haz que regrese cantando
como las aguas del mar;
como el lucero a los pozos,
como el aroma al rosal;
y que me mire en los ojos
que nunca puedo olvidar
de la que fue mi sendero,
mi dicha con hondo afán,
sol de mi casa desierta,
mi sed, mi vino, mi sal,
y el arrendajo del humo
volando sobre el hogar
por ella vengo a rezar;
díme por donde se ha ído
para seguirla no más,
dame un puñado del aire
que perfumara al pasar
y un ramillete del cielo
que le reluce en la faz.
Haz que regrese cantando
como las aguas del mar;
como el lucero a los pozos,
como el aroma al rosal;
y que me mire en los ojos
que nunca puedo olvidar
de la que fue mi sendero,
mi dicha con hondo afán,
sol de mi casa desierta,
mi sed, mi vino, mi sal,
y el arrendajo del humo
volando sobre el hogar
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