En otras palabras, este refrán aplica cuando se quieren destacar las cosas como son, sin disfraces ni "medias tintas".
El llanero llama bestia al caballo, nunca al asno, y bajo este concepto, nunca aplica ninguno de los términos destinados a los caballos, a este "primo", al punto que hasta la designación de los colores de su pelambre es diferente para el caballo y para el burro. Asímismo, siendo el casabe el acompañamiento tradicional de las comidas del llanero, este refrán antiguo, lo cataloga claramente en otro rubro distinto al pan conocido mundialmente.
El llanero llama bestia al caballo, nunca al asno, y bajo este concepto, nunca aplica ninguno de los términos destinados a los caballos, a este "primo", al punto que hasta la designación de los colores de su pelambre es diferente para el caballo y para el burro. Asímismo, siendo el casabe el acompañamiento tradicional de las comidas del llanero, este refrán antiguo, lo cataloga claramente en otro rubro distinto al pan conocido mundialmente.
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