Continuando con la narración de Antonio José Torrealba, Juancho siguió intentando ordeñar. Siguiendo este enlace puede leer la primera parte de este escrito EL ORDEÑO EN EL DIARIO DE UN LLANERO (1/1)
Imagen: Vivencias Llaneras del Abuelo |
-Si quieres seguir ordeñando te puedo echar otra vaca, pero no con el ordeño tan suave como Mujerona
-Bueno, echando a perder es que se aprende
-Entonces vamos a echarte a Patico. Y empezó a llamarla con el verso siguiente:
¿Dónde vas pato yaguazo?
le preguntó el pato real;
a mudar temperamento,
a la laguna El Boral.
¿Dónde vas pato yaguazo?
le preguntó el carretero;
a mudar temperamento
a la laguna El Sombrero
Si fueres a la laguna
y no pudieres pasar
consuélate con que viste
a los paticos nadar
-¡Caray, quien diablos iba a creer que esta vaina fuera tan trabajosa!
-Que te pasa Juancho?- le dijo Agamenón
-¡Que me va a pasar, que esta vaca como que no tiene leche!
-¿Como que dice que la vaca está seca o no sabe ordeñar?"
(.....)
Evaristo "se puso a ayudar a ordeñar la vaca de Juancho. Cuando le agarró las tetas a la vaca, se encontró con que la vaca no tenía ningún apoyo y luego dijo:
-Verdaderamente, el que no sabe es como el que no ve y el que mas sabe mas pendejo es.
-¿Por qué dices así, Evaristo?
-Porque ¿que leche ibas a sacar a esa vaca sin apoyo?
-¿Y cómo vas a hacer para que apoye?
-Largándole el becerro para que le aporree las glándulas mamarias y que la leche baje a los pezones.
-Ahora me doy cuenta por qué es que los becerros chivos al agarrar la teta o sin agarrarla, le dan esos fuertes golpes en la ubre, y debe ser con ese objeto-dijo Juancho.
Evaristo, despues de haber soltado al becerro y vuelto a enrejar, se puso a enseñar a Juancho a ordeñar, dándole las mismas explicaciones que no hace mucho le había dado Agamenón."
La historia de esa madrugada de ordeño continúa en cuatro paginas, sin embargo, sacaré unos párrafos de la parte final por parecerme especialmente interesantes:
"Y enseguida se puso a llamar a Coralito con la copla siguiente:
Tus labios son dos corales
tus labios corales son,
tus ojos son dos luceros
que alumbran mi corazón
El becerro no quiso salir y Juancho se tiró una risada.
-Parece que no te va a bajar ni un zamuro con ese verso tan malo. Aunque yo no conozco nada, pero me pareció muy malo.
-Entonces llámalo tú.
-Peor todavía, porque o no se cantar ni galerón, que lo llame Ciriaco o Agamenón a ver si tienen mas suerte que nosotros.
Agamenón les dijo:
-Verás que yo llamando a uno solo, vana salir tres enseguida.
Se arrimó a la puerta y llamó tres becerros con la siguiente copla:
Ahí te mando un aderezo
adornado con Coral;
en campaña e´Florecita
arrímate Pato Real.
Ahora comprendo, los becerros conocen la voz y dialecto de Agamenón como conocen el bramido de su madre, están tan acostumbrados a su nombre que, aunque los digan juntos y revueltos con otros, siempre lo distinguen y lo entienden - dijo Juancho
-De otra manera no puede ser, es necesario darle y darle hasta que el animal pone cuidado y aprende - dijo Evaristo-. Conmigo no salió Coralito porque yo rara vez vengo al corral, aunque pasen meses no olvidan el dialecto. El caballo es mas entendido, conoce a uno en el dialecto, en los movimientos que uno le ha enseñado y en el olfato, en el nombre que le ponemos."
Espero haya sido de su agrado este relato, y para terminar poniendo el toque musical, escuchen esta canción de Angel Avila, llamada LLANURA CANTO Y QUESERA:
El llanero se divierte
En el corral con su canto
Cuando deja e´ madrugada
Los corredores del hato
Donde duerme en su chinchorro
Con pabellón y jumazos
De bosta seca que espanta
La plaga por un buen rato
Sale rumbo a la quesera
Con café negro y tabaco
Con el rejo y la totuma
Y el mandador bajo el brazo
Echa la primera vaca
Con ese olor a mastranto
Y él respira profundo
La suave brisa del campo
Y la llama con cariño
Mientras le da unos palmazos
Por el lomo pa´ que apoye
Y así termina más rápido
Al terminar el ordeño
Con el becerro él aparta
Los becerros pa´l chiquero
Y le da puerta a las vacas
Luego monta en su caballo
A las seis camina un pedazo
Con rumbo hacia el comedero
Donde tienen agua y pasto
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