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25 de septiembre de 2012

Los Hijos de Portuguesa: Aldelis Soto Valera

Imagen tomada de Piritu on line, blogspot
Nacido en La Aparición, municipio Ospino del estado Portuguesa, el 30 de Enero del año 1938, fue hijo de Francisco Soto Palacios “Don Pancho Soto” y Lucrecia Valera de Soto. 

A los tres años, sus padres se trasladaron a Píritu donde se desarrolló la vena artística de Adelis. Estudió su primaria en la Escuela Rural Píritu, donde dio sus primeros pininos en materia de versos, al escribir pequeños poemas a sus compañeros y profesores. 

En sus años mozos fue llanero de a caballo, soga y lazo, en lugares como, La Aduana, La Esperanza y Papelón. Fue practicante, aunque por poco tiempo del Coleo, pero en muchas de sus canciones demostró su interés por el “deporte nacional”. 

Fue un poeta muy querido y reconocido, no solamente en el país, sino fuera de sus fronteras pues sus canciones se hicieron famosas en las voces de destacados artistas criollos. 

Compuso un gran número de canciones y poemas, las cuales han sido interpretadas por artistas de la talla de Simón Díaz, José “Catire” Carpio, Juan de los Santos Contreras, Ángel Custodio Loyola, Cheo Hernández Prisco, y Armando Martínez, entre otros. 

Entre los premios que recibió en vida, están Florentino De Oro, Garza De Oro, Silbón De Oro y más de 200 placas de reconocimiento. Le cantó y escribió a los temas que producen emoción en los llaneros: la mujer, el coleo, la sabana, el amor, el quehacer cotidiano, entre otros. 

Algunas de sus canciones más sonadas son: Una Parranda en el Cielo, Un Campeonato en el Cielo, Llanto De Amor, El Caballo Amarillo, La Novia Del Coleador, Compadre Gerardo Brito y El Corrío de Camilo Pérez. 

 En Píritu se le catalogó como Patrimonio Nacional viviente y fue un apasionado folclorista, dejando siempre su mensaje de amor hacia la cultura llanera. A pesar de no ser nativo de Píritu, se sentía Piriteño y lo plasmó en su poema “Píritu de mis tiempos”: 

Hoy el chispazo del tiempo
 deja mi pelo blanquito 
pero de recuerdos gratos
 tengo el corazón llenito 
no quiero dejar ninguno
porque los quiero a toditos
 para el día que yo muera
 me los llevo completicos 
así le prometí a Dios
y cumpliré ese capricho. 

Los poetas transitamos ese instante pasajero que es la vida. Pero la poesía queda esparcida por esos caminos, por esas sabanas, por esos pueblos, para regocijo y abono del espíritu humano y como un alimento del alma”, dijo en un discurso como orador de orden en un evento de celebración del día de Píritu.

“El Poeta de mi Pueblo”, como era conocido, falleció el 31 de octubre de 2011 y tal como fue su deseo, recibió de parte de sus amigos artistas una fiesta de arpa, cuatro y maracas tanto en sus exequias como en su inhumación.

Fuentes Consultadas: Píritu Portuguesa, Blogspot; Orinoco Padre Río, Blogspot
LA NOVIA DEL COLEADOR

 La novia del coleador
Es una mujer muy pura
 Sufre mirando a su amor
 En brazos de la aventura
 (bis)

Sabe que en cualquier momento
Una infeliz travesura
 Que apague trágicamente
 Ese rostro de dulzura
 Y se muera con la tarde
 Sufra de honda ternura
 Y la sonrisa del pecho
 se le caiga de amargura

El coleador siempre queda
 Guindado de la montura
 Y la muerte lo persigue
 Con acechada bravura
(bis)

Es por eso que su novia
 No lo cela con locura
 Le da permiso que salga
 De la situación oscura
 Porque solamente así
 Ella se siente segura
 Quitándoselo a la muerte
 Que esa si es la novia pura

 UNA PARRANDA EN EL CIELO

Me sorprendió la noticia
que murió Julio Miranda
 Hombre de tantas hazañas
 Por los caminos de llano
Se ha marchado un gran baquiano
Del verso y la poesía
O tal vez Dios lo quería
 Para formar un parrando

 Allá lo estaba esperando
 El maestro Romero Bello,
 El florentino apureño
 y Ángel Custodio Loyola
Y al golpe de una chipola
Y un seis por numeración
 Le dieron la bienvenida
Al cantautor del amor

Se oyó tronar una voz
Por un pasillo muy duro
 El gordo Eleazar Agudo
Cantando su Conticinio
A la parranda mi amigo
Aunque no estoy invitao
 Pero un cantor ha llegao
 Y lo recibo con cariño
 Llegó don Ramón Castillo
 Cantó Barrancas de Arauca
 Se estremecieron las pampas
 Del cielo y sus aposentos
 Se presentó Sexagésimo
 En aquel atardecer
 Cantó Déjame Nacer
 Como en sus mejores tiempos





Le toca a Antonio Barcey
gritó Pedro Emilio Sánchez
Yo voy a cantar más tarde
Después que me eche un palito
Se quedaron calladitos
Oyendo la melodía
Como siempre Manuel Bandres
Llegó cantando Agonía
Se formó la algarabía
Al golpe de un carnaval
Doña Antonia Volcán
Repicando un zapateo
Con cualquiera me careo
Contrapunteando a lo macho
Y en la pata e´ un quiebrajacho
Por Dios Santo, lo maneo

Andrés Vera con Sadel
 Por lo bajo comentaban
Que Nery Torrealba llegó
Cuando nadie lo esperaba
Mientras que Sergio Linares
Su cuatro viejo punteaba

El mismo Dios dio un recreo
En las faenas del cielo
San Pascual el parrandero
Gritaba con emoción
Dos días le doy mi señor
Oigan hombres y mujeres
Le toca el turno señores
Canta José Manuel Pérez
 Pero no se desesperen
Dijo un negrito de pronto
Voy a cantar un joropo
Con olor a paradero
Mándeme a matá un ternero
Me trae un palo de caña
Que ha llegado a la parranda
don Dámaso Figueredo

 El poeta Alberto Arvelo
Le comentó a Alí Primera
Tocará Pablo Canela
El Gavilán Tocuyano
Mientras que Pio Alvarado
Le dijo a Eduardo Alcalá
Es que no vas a tocá
Que te estamos esperando
De pronto salió cantando
El propio Ricardo Aguirre
Todo se hizo mas sublime
 al oír la Grey Zuliana
Lo sorprendió la mañana
entre versos y copleros
Sánchez Olivo venía
Con Luis Eduardo Camejo

Llegó Emirito Toledo
Junto a Benito Quiroz
Cantaron un galerón
Y un pasaje sabanero
Con un joropo cerrero
Reventó Alfredo Tenepe
Así el cantor del oriente
Llegó muy feliz al cielo.

 

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