Omar Carrero A.
2011
Un paseo visual por la obra de Alberto Arvelo Torrealba nos coloca frente a la infinidad de paisajes, matas y bichos que abundan en el llano, así en singular para diferenciarlo de otros llanos. Fue en esa tierra plana de sabanas naturales donde se dio la mezcla étnico-cultural de las tres razas que crearon al llanero y donde la mixtura de las lenguas originó una terminología propia de ese llano, apuntalada en los nombres de los pueblos, plantas, animales, ríos, utensilios y eventos geográficos, climáticos o culturales, entre otros.
Este llanero es por excelencia el hombre de toro, soga y caballo, nacido y criado en la brega del hato, que convive con otros tipos de llaneros como el veguero, el costero y el pueblerino. Es el hombre de baquía en la copla y en la improvisación, arte éste en el que descuella apoyándose en la percepción y comprensión de su entorno. Una comprensión que ha creado una oralidad propia en la que se manifiestan muchos adagios, dichos o refranes que animan al habla coloquial del llano.
Esta eventualidad no pudo pasar desapercibida para un ojo avizor como el del Poeta Arvelo, quien haciendo alarde de su intelectualidad emparejó la copla culta con los dichos, símiles y refranes del llanero.
En un intento por interpretar la diversidad de ambientes y organismos del llano a través de la poesía arveliana, se hizo la revisión de 37 poemas con el propósito de extraer y cuantificar todos los vocablos que identifican a los entes con presencia en el entorno doméstico del llanero. De esta exploración surgieron 266 términos propios de ese ambiente a los que el poeta Arvelo pone en su justo contexto para explicar situaciones o describir acciones cotidianas, que abarcan desde la brega diaria con la res o con el bongo hasta lances de amoríos, no escapando en sus rimas, entidades de la flora, de la fauna o de los utensilios de uso cotidiano, así como espacios y accidentes geográficos, la historia y sus héroes, el santoral y hasta el mismísimo demonio.
Como una manera de compendiar esta pluralidad se proponen 17 Clases en las que se incluyen todos aquellos términos con relaciones de semejanza. Éstos son: VEGETAL, ANIMAL, ENTORNO, ARTIFICIOS, RÍOS, PUEBLOS, OFICIOS, CULINARIA, ECONÓMICA, MUSICAL, BAILES, LLANERISMOS, VESTIMENTA, ÉTNICA, CLIMÁTICA, GENTILICIOS Y SABERES.
Algunas de éstas se subdividieron a objeto de hacer más explícita la variedad intrínseca en cada una de ellas, como en el caso de las Clases VEGETAL, ANIMAL y ENTORNO.
La denominación de esta Clases se ajusta a su naturaleza y en la más de las veces se explican por sí solas. Otras por el contario ameritan una aclaración: Los LLANERISMOS son aquellos vocablos propios de la jerga de hombre llanero que difícilmente se encontrarían en otros ambientes, por lo menos con el mismo significado (por ej. Chocotero). Los ARTIFICIOS serían los inventos propios del llanero creados para llenar una carencia, valiéndose de los recursos que tiene a la mano (por ej. un Botalón). Los SABERES se refieren a la sapiencia adquirida en el medio y transmitida de generación en generación. Se resalta que algunos Términos pueden aparecer incluidos en más de una Clase u Orden, como por ejemplo Madre Vieja o Carama.
Las Clases ANIMAL, VEGETAL y ENTORNO fueron diferenciadas en Órdenes, a fin de conocer más finamente la influencia de los elementos que conforman estas Clases en la vida de los llaneros. La Clase Animal se separó en Arácnidos, Aves, Batracios, Crustáceos, Insectos, Mamíferos, Moluscos, Ofidios, Peces, Reptiles (separando a los Quelonios), mientras que la Vegetal fue disgregada en Árboles, Arbustos y Hierbas. Igualmente la Clase Entorno se segregó en los Órdenes: Vegetal, Acuática, Edáfica, Económica, Geográfica, Estelar, Animal y Climática.
Las Clases RÍOS y PUEBLOS bien pudieron haberse incluido dentro de Entorno, pero se decidió darles sello propio no sólo para delimitar otro nivel de la diversidad, sino también para destacar la visión geográfica del poeta, quien sorprende por la justa comprensión de un medio al cual no pertenecía enteramente, pues su impronta seguramente tenía la marca del borde piemontano en el que había nacido, pero tal como lo señaló Guillermo Jiménez Leal, uno de sus mayores exégetas, Arvelo Torrealba fue “un poeta de cepa bariniteña, que cabalgó en el albur del llano más que en pie de monte”.
En el Cuadro 1 se presentan las diferentes Clases con su respectivas Frecuencias y Valores porcentuales.
Cuadro 1
CLASES DIFERENCIALES
Al examinar el cuadro anterior se observa que entre las Clases Animal (32,57%), Entorno (18,56%) y Vegetal (16,67%) cubren casi el 70% del total. Se entiende que este hecho indudablemente está ligado a la facilidad que tienen los elementos de estas Clases para ser percibidos e internalizados por parte del hombre y la mujer llaneros y a las estrechas relaciones que éstos han establecido con la naturaleza. Las otras Clases apenas aparecen representadas pero no por eso dejan de ser importantes para el llanero. Se destacan los Ríos, siempre presentes en sus versos; los Saberes, en este caso el Color del Ganado, un punto muy importante para diferenciar las reses, ahora simplificado con la llegada del ganado Cebú, casi todo de color blanco. La Clase Climática deja ver los efectos del Invierno y del Verano. Los Oficios de Caporal o Baquiano son considerados en los versos. El Liquilique y las Alpargatas también tiene su cabida en la poesía arveliana.
Cuadro 2°
ÓRDENES DE LA CLASE ANIMAL
En la Clase Animal se destaca el alto porcentaje alcanzado por los Órdenes: Aves (53,48%), Mamíferos (16,28%) e Insectos (12,79%) que en conjunto representan casi el 83% del total. Sin duda estos son los animales con los cuales los habitantes de la llanura establecen mayor relación, ya sea por el apoyo que prestan en el trabajo o en la alimentación, por las dolencias o epidemias que causan o por su cercanía visual, auditiva o táctil. Muchas plantas y animales forman parte del entorno familiar. Entre los Arácnidos destacan los alacranes y las garrapatas. Otros órdenes como el de los Peces (2,32%) y los Ofidios (1,16%) bien notorios en la vida del llanero, extrañamente no son muy nombrados a pesar de que en el coloquio llanero son bastante usados para establecer analogías con los humanos: Una persona puede ser mapanare, guabina, caribe o payara dependiendo de su carácter fuerte, de su ambigüedad, de su viveza o del tamaño de sus piezas dentales, respectivamente. Entre los moluscos sólo destaca la Guarura, una especie de caracol, cuya caparazón al ser soplada de manera especial emite un sonido ronco y fuerte que puede ser escuchado a la distancia por lo que la Guarura, en esas lejanías, antecedió al celular como medio de comunicación.
Cuadro 3°
ÓRDENES DE LA CLASE VEGETAL
En relación a la Clase Vegetal se destaca que el Orden Árbol (50%) ocupa la mitad de las referencias encontradas en los versos revisados, aunque las Hierbas no aparecen muy alejadas pues alcanzan un notorio 36%. Esta circunstancia demuestra la estrecha relación de llanero con las plantas de su entorno, una relación que se puede verse y sentirse en la alimentación, la sanación material o espiritual, el ornamento y el suministro de materiales de construcción de viviendas, canoas o instrumentos musicales, entre otros. Entre los árboles hace mención del cedro para el arpa, el Araguaney para el ornamento, la palma y la Caña dulce para el símil femenil. Los Arbustos sólo alcanzan un 13,63%, destacándose el espinito.
La relación hombre/árbol no pasó desapercibida para el Poeta quien la integra frecuentemente en sus octosílabos.
Cuadro 4°
ÓRDENES DE LA CLASE ENTORNO
Para conocer la relación Llanero/Entorno vista en la poesía, se dividió esta Clase en los Órdenes: Vegetal, Acuática, Edáfica, Económica, Geográfica, Estelar, Animal y Climática. Esta separación dejó bien claro como el paisaje llanero aparece representado en casi el 75 % de los versos arvelianos, quien los compuso utilizando de manera cabal, referentes de la vegetación (30,5%), al agua (22,03%) y el suelos (22,03%). Esta alta proporción se podría interpretar a través del sometimiento del llano a las ordenanzas de los vientos alisios que establecen dos estaciones climáticas bien diferenciadas, cuyos efectos afectan el comportamiento de la fauna y la vegetación y del hombre mismo. Los demás Órdenes cubren en conjunto el restante 25%. El Entorno Económico alcanza cerca del 14% mientras que Animal apenas llega al 2%. Como curiosidad se menciona al término Garcero como la única aparición de un elemento del paisaje derivado del Entorno Animal y las Cabrillas en el Estelar.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Podría establecerse que el conocimiento sobre la llanería, recogido y labrado por el Poeta Arvelo, es volcado en la copla de manera admirable para mostrar mediante ésta, parte de la biodiversidad de la entidad llanera basándose en la consustanciación que había logrado con esta entidad. En sus coplas mayormente octosílabas describe bellamente el paisaje, la vegetación, la fauna y las costumbres llaneras.
Se destaca la compenetración del Poeta Arvelo con el ambiente y la cultura del llanero propio (el hombre bregador en las faenas hateras), del llanero veguero, del llanero de río y del llanero pueblerino. Su aproximación al lenguaje coloquial de estos llaneros, a su refranero, a la variabilidad estacional del clima y su influencia sobre las plantas y los animales y sobre el trabajo de llano, lo vierte con fidelidad en cada una de sus coplas. Como un ejemplo que destaca la compenetración del Poeta con la llanería se presenta una copla en la que describe de manera sutil, la antigua costumbre del hombre sabanero de “robarse” a la muchacha de sus amoríos, llevándosela en su caballo por la mañanita, antes de rayar el día: “Alba de rubios asomos, floreció su cañal tinto, y me le prendió al retinto, espigas sobre los lomos”. Para alboroto del Caserío y bajo el silencio cómplice de la familia, se llevó a la catira por la mañanita apenas rayaba el día, en lomos de su caballo negro retinto ahora adornado con una cabellera rubia.
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En una próxima entrada, se colocarán los anexos de este análisis
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