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9 de diciembre de 2018

El Totumo o Taparo, usos, poesía y cuentos

A raiz de un poema de nuestro amigo Yorman Tovar  que nos gustó mucho, queremos dedicar nuevamente una entrada al Totumo (Crescentia cujete). La entrada original, de la pluma del Profesor Omar Carrero había sido publicada en enero de 2014. Hoy la retomamos y completamos con el mencionado poema.
 
Luego duerme la peonada
en los caneyes del hato.
Y un toro viejo araguato,
se oye pitá en la cañada.
despierta la madrugada,
el gallo desde un totumo,
viene el alba y sus lebrunos
canturrea el ordeñador,
¡A zambo madrugador!
desde un chinchorro grita uno. 


José Vicente Rojas
Anochecer sobre el Llano

He de mencionar que en esta etapa de mi vida, se ha despertado un especial interés por las plantas y sus usos, interés que ha tenido una maravillosa acogida en la Universidad Autónoma  de Chapingo en Texcoco, México, que tiene una cátedra muy amplia de Fitotecnia y muchas especialidades en medicina tradicional mexicana, ciencias que se están rescatando a gran velocidad por la efectividad de su uso.

TOTUMO: UNA PLANTA BIEN PLANTADA 


 Omar Carrero Araque 
Baquiano 
2010 


El Totumo es un árbol nativo, de mediano porte y de copa redondeada que expresa su modelo arquitectural mediante un llamativo ramaje cuasi horizontal, con largas ramas de corteza castaño claro, ligeras grietas y pequeñas escamas. Sus hojas en forma de espátula resaltan por su color verde oscuro, pueden alcanzar hasta 20 cm de largo y unos 4 de ancho, y se disponen a lo largo de las ramas en haces de tres a cinco. Las flores de color amarillento aparecen en los nudos de los tallos o de las ramas más viejas generando un fenómeno que los expertos llaman caulifloría, es decir flores asentadas en los tallos que conllevan a frutos en los tallos. La polinización está cargo de los murciélagos que hacen el trabajo nocturno y los insectos, el diurno. Los frutos de concha dura y color verde son globosos u ovalados, pudiendo alcanzar unos 25 cm de diámetro. La madera sin ser dura es resistente a las rajaduras. Taxonómicamente se ubica en la Familia Bignoniaceae dentro del Género Crescentia. Para Venezuela se reportan dos especies: C. cujete y C. amazónica y posiblemente exista también C. alata. 

 La palabra Totumo parece derivarse de una voz indígena que significa “para todos” (4). A esta planta también se le llama Taparo, un término que igualmente utilizado en Panamá, Colombia y Bolivia. En Cuba y México se le llama Jícara; Mate en Ecuador; Huacal en Honduras y El Salvador; Cutuco y Cuchara en El Salvador; Calabazo, Guaje cirial y Gὓira, en México. En otras partes del continente se le conoce con los nombres de Hayal, Higὓero, Morro, Choca, Cuyabra y Tima. (1) 

Esta planta adquirió tal importancia entre las naciones indígenas que vivían en América, que la misma era cultivada con esmero en los solares de los bohíos como despensero de utensilios, madera y medicinas; cuyo uso intenso en un principio, ha ido decayendo a medida que han ido apareciendo sustitutos de sus productos derivados. 

En la siguiente relación, mediante la enumeración de algunos tópicos se resalta el valor, pasado o actual, de esta especie vegetal.

EL TOTUMO O TAPARO y SU UTILIDAD 
La mata de Totumo fue cultivada en casi todas las casas de los ambientes rurales por la utilidad que prestaba, principalmente con sus frutos. Se sabe que con éstos se podían fabricar utensilios de cocina; cántaros para almacenar o transportar agua; recipientes para guardar granos o suero; biberones para los infantes, receptáculos para panales de abejas; materos para los jardines colgantes; boyas para pescar, “casas” de aves domesticadas como pericos y loros y por último, totumas para bañarse a orillas de los ríos y caños, plagados de caribes. En artesanía su fruto se usa aún para fabricar máscaras, piñatas, lámparas y adornos. También sirve para la elaboración de instrumentos musicales como charrascas y maracas. En la actualidad muchas calles y avenidas del país se engalanan con esta planta en un gesto que le suma su utilidad ornamental. 

Como medicinal se le atribuye un carácter curativo del asma, paperas, hemorroides, hemorragias, dolor de oídos, parásitos, contusiones, dolores de cabeza y ulceraciones. En veterinaria se usa para curar la sarna de los perros. (2) 

 En un trabajo realizado con los pobladores de las lengüetas geográficas de Apure y Barinas se conocieron diversos beneficios que brinda esta planta, entre los que se destacan los siguientes: (3) De los frutos de forma alargada, partidos longitudinalmente en cruz, se sacan las cucharas o los cucharones que sirven para sacar la sopa de la olla o para comer esta sopa. Con este mismo tipo de fruto, pero partido transversalmente cerca del extremo superior, se fabrica el Cucay o Mucurita, recipiente para colocar la sal encima del fogón evitando así su hidratación. Del taparo "pajuil" se hace la cona, un aparejo usado para sacar agua del caño quitándole la "tapa" y amarrándole un bejuco a manera de asa. 

Con los frutos del totumo de caño o mucurita (C. amazonica) de dimensiones pequeñas (± 6 cm x 4 cm) se hacen las "onoteras", unos recipientes agujereados y provistos de un mango, donde se guarda el onoto enmantecado. También con este tipo de fruto se hacen muy buenas maracas. 

Del totumo redondo (± 15 cm x 15 cm) se hacen los recipientes para sacar agua de los tanques o para beber. Este mismo totumo, agujerado y provisto de un mango largo, de un metro aproximadamente, se convierte en "la ramillona", que sirve para descachazar el melao cuando ya está hirviendo. Los biberones teteros para los lactantes se hacen con una "totuma" pequeña si se le coloca una mamila en el extremo donde está “el ombligo” de la tapara. Con los frutos tiernos se hacen "bueyes" de juguete, poniéndoles cuatro palitos a manera de patas, dos para los cachos y uno para el rabo. La madera del totumo, al igual que la del guayabo de caño, "por lo dura y zumbadora" sirve para fabricar muy buenos trompos. De las ramas del taparo se sacan las horquetas para las fondas o caucheras. El uso tal vez más generalizado en las casas campestres y en los poblados llaneros es la utilización del árbol de totumo como Palo Gallinero. En el medio rural es una necesidad mantener en cada casa “un patio de gallinas” que asegura la provisión diaria de huevos y eventualmente de carne. El Totumo es utilizado preferentemente como dormitorio de estas aves en función de su modelo arquitectural que le da una ramazón casi horizontal, con ramas no muy gruesas y cubiertas con una concha rugosa, condiciones necesarias para que las aves tengan mejor agarre y seguridad, además, como esta planta se ramifica a poca altura su acceso por las aves de corto vuelo, como las gallináceas, se hace más fácil. 

EL TOTUMO O TAPARO EN LA LENGUA COLOQUIAL
Los términos Totuma o Tapara han ganado terreno en el habla coloquial particularmente mediante refranes, sentencias o cantares. Por ejemplo, cuando se quiere hablar de algo oculto o no muy claro se dice “que aquí hay gallo entaparao” es decir como si ese algo estuviera guardado en una tapara. (3) Otras veces, para señalar a alguien como muy bruto se le dice que “es más tapao que un taparo”. (4) Para la época decembrina era común escuchar cantos de aguinaldo en los que se que mezclaba lo religioso con lo pagano: “Los Tres Reyes Magos llegaron de Oriente con sus Taparitas llenas de aguardiente” (5) Si una persona ha tenido malas mañas por más que manifieste un cambio de conducta, esta se mantiene en duda, algo que se interpreta a través del dicho: “Perro que come manteca mete la lengua en Tapara”. (5). Con la expresión verbal “Totumear” se manifestaba la acción de pensar o recapacitar, quizá por asimilar la forma de la cabeza con una totuma (5) La sentencia actual “se juntó el hambre con las ganas de comer” anteriormente se exponía como “Se juntó la arroba de queso con la tapara e melao” (5) Para señalar irónicamente que a alguien a quien le cortan el pelo a la usanza de algunas etnias indígenas se le dice que “le echaron un Corte Totuma”. Como hecho jocoso se destaca que en el estado Lara llaman Taparas a los testículos del hombre. Este evento dio pie a una anécdota que recuerda cuando el conductor de un programa radial en El Tocuyo, frente a la cantidad de huecos que había en las calles le pidió al Presidente del Concejo Municipal, las tapara. En el mismo sentido, pero esta vez en el llano-llano, llaman taparas a los senos de las mujeres sobre todo cuando son muy grandes. 

 EL TOTUMO O TAPARO EN LA TOPONIMIA
 Algunas plantas cuya presencia haya quedado guardada en la memoria de los pueblos han servido como marcadores de lugares, tal como se aprecia en los nombres de Higuerote, Guasdualito o Cabimas para citar sólo tres de los cientos de fitotopónimos que se registran en Venezuela. Para el caso del Totumo o Taparo se reconocen 36 lugares identificados con estos nombres a lo largo y ancho del país, tal como lo señala Casale (7)). Además y particularmente en el llano, muchos hatos y fundos se identifican con el nombre de Totumo. En la historia del Alto Apure todavía se recuerda el cambio de hatos que a finales del Siglo XIX llevaron a cabo Don Manuel Fuentes y Doña Francisca Vásquez de Carrillo. El primero, dueño de Mata e´ Totumo, en Apure y la segunda, de La Maporita en Arauca (Colombia). Doña Pancha Vásquez, una vez instalada en Mata e´Totumo, se hizo famosa no solo por su riqueza sino por la leyenda tenebrosa que se creó ante su figura y que sirvió de inspiración a Don Rómulo Gallegos para el personaje de Doña Bárbara. 

LOCALIDADES IDENTIFICADAS CON LOS NOMBRES DE TOTUMO O TAPARO 
 Taparales,  Táchira ; El Taparo de Altagaracia, Zulia;  El Taparo del Consejo,  Zulia;  El Taparo, Anzoátegui – Aragua – Mérida – Portuguesa – Sucre - Zulia;  Los Taparos, Falcón;  Taparote, Bolívar; Taparito, Falcón – Guárico;  Los Taparones, Zulia;  Totumo, Bolívar;  Totumal, Barinas;  El Totumal, Mérida;  Totumales ,Táchira;  Totumito, Apure – Cojedes– Lara – Miranda;  Totumitos, Apure – Portuguesa;  El Totumo, Anzoátegui – Apure – Aragua –Barinas – Sucre;  Los Totumos, Lara - Mérida

EL TOTUMO COMO EMBLEMA 

En retribución a los beneficios que algunas plantas ofrecen a un país, región o localidad, se acostumbra en algunos casos, nombrarlas como emblema. En el caso del Totumo su valiosa asistencia al hombre y a la mujer ha sido reconocida por las autoridades del municipio Antolín del Campo en el estado Nueva Esparta mediante su declaración como Emblema de este municipio. Su elección fue producto de una consulta popular a la que se sometieron otras 18 plantas. A la vista de los resultados los ediles emitieron un decreto en la Gaceta Municipal del 13 de septiembre de 2007, mediante el cual se declaraba su condición de Emblema. (6)

 EL TOTUMO EN LAS CANCIONES
Una planta con tan amplio abanico de oportunidades de uso como el Totumo, no podía pasar desapercibida para los músicos y compositores criollos quienes muchas veces logran su inspiración apoyándose en elementos del entorno, como en el caso del Profesor Benito Canónico, músico de la Orquesta Típica Nacional (5) y papá de Daniel “Chino” Canónico, uno de “los héroes” del Campeonato Mundial Amateur ganado por Venezuela en 1941, quien compuso la canción El Totumo de Guarenas, una pieza que ya es considerada como uno de los emblemas del folklore nacional. (8) 

EN CONCLUSIÓN 
Se ha querido mostrar el importante papel que en tiempos recientes jugó el Totumo en la vida de las comunidades pueblerinas, un papel ahora desplazado por el arribo “del progreso” hasta los mismos núcleos rurales, con su carga de productos mayormente manufacturados que han mandado al tiesto a buena parte de los utensilios aborígenes. 


Tal como lo describe el profesor Carrero, el totumo tiene múltiples usos en la vida diaria del llanero. Y Yorman Tovar,  poeta portugueseño nos regala estos versos llenos de amor hacia esta planta maravillosa:



CANTO A MI VIEJO TOTUMO
Yorman Tovar
 ¡Totumo!
Tu hermano el de la derecha
daba frutos alargados
para fabricar cucharas
Y así rebullir el caldo.
Y pa cargar agua fresca
En jornadas a caballo.
Del totumito e´ la izquierda,
de los tres, el más enano
sacábamos alcancías
después de haberlas lijado.
De allí salían los pocillos
para beber el guarapo,
Y hasta mi hermano el pintor
en los lomos redondeados
pintó bonitas imágenes
de los paisajes del llano.

Y para semana santa,
de tus ramas, viejo árbol,
se labraron muchos trompos,
zarandas hechas a mano
para picar miles troyas,
 junto con mis cinco hermanos.

De ti salen las maracas
saturadas con capachos
que junto al cuatro y el arpa
amenizan el parrando.
Vacas paridas, cerreras,
 en ti las botaloneamos,
 en ti tallaron la soga
del toro sardo araguato.

¡Totumo!
¿Te acuerdas de la catira
que solía visitarnos
en tiempos de vacaciones
con sus padres y su hermano?
En una de tus taparas,
adolescentes, grabamos…
yo su nombre y ella el mío
con un corazón flechado.
Yo coseché esa tapara,
 la guardé en sitio apartado
y aun se miran los nombres
después de cuarenta años.
Ella se volvió mi esposa,
la madre de mis muchachos,
por eso viejo totumo
con toda el alma te canto,
pues fuiste mi confidente
para el amor más sagrado.

Hoy que te miro viejito,
por los años trajinado
te vengo a reverdecer
con la savia de mi canto
y he prometido sembrar
un hijo tuyo en el patio,
pa´ cuando mueras, Totumo,
continuarte recordando.

Eres "Crescentia cujete"
Viejo totumo o Taparo,
árbol de múltiples usos,
de origen americano.
Un día te sembró mi abuela
en un recodo del patio.
Creciste, aunque no muy grande,
junto con tus dos hermanos:
Uno a tu lado derecho
y al izquierdo el más enano.
Con las tripas de tapara
cuántas veces nos curamos
con el jarabe dulcito,
la bronquitis y el catarro.
Tus peculios curativos,
Son muchos, virtuoso árbol:
próstata del hombre adulto,
pal estómago inflamado…
Cómo olvidar que mi abuela
curó perros ensarnados,
y tu pulpa milagrosa
dio proteína al ganado.

Fuiste “Palo gallinero”
por bastantísimos años.
Tu tronco forrado en Zinc
para que el rabipelado
buscando cazar gallinas
se cayera resbalado.
Apenas rayaba el alba,
de ti se zumbaba el gallo
a esperar que las gallinas
una a una iban bajando,
las hacía esponjar de amor,
después se lucía cantando.

¡Ah mundo mi papa viejo!
conuquero y artesano,
sus taparas chimoeras
al procesar el tabaco
y aquellas de cargar agua
en su burro “Guacharaco",
pa guardar las “Mantellinas”,
los frijoles y otros granos.

Totumas para el ordeño,
totumas para bañarnos,
para batir la postrera,
y con huecos por debajo
te volviste coladora
en el arte culinario
y la tapara de ají
pal sabroso entreverao.

Cómo olvidar que Juan Lamas,
viejo caporal del hato,
de ti sacaba corotos,
y junto con Luis Venancio,
mataron tigres cebaos
después de corotearlos .




 En efecto,  en la cotidianidad del llanero, la  tapara juega un papel de muchísima importancia, en ese sentido colocaremos un fragmento del libro Gastronomía Apureña, donde Carmen Beatriz de Estrada, esposa del legendario José Natalio Estrada, nos cuenta los usos de la tapara en la cocina apureña:

 "Comida con ese sabor especial que sabe imprimirle la mujer llanera, con sus limitaciones de comodidades en la cocina y los pocos aliños y condimentos a su alcance, pero que ella, con el ingenio de su gente, se las arregla, y convierte en bandejas y platos , las "taparas", sacadas de las matas de totumo, que abundan por estos lares; con ellas se hacen también "las totumas" para los "ajiceros" y con la de tamaño pequeño, las "onoteras", para dar "color" a las comidas. Siendo el onoto, uno de los pocos condimentos, si no el único que utiliza, ya que también abundan estas plantas en el llano.

Las fotos fueron tomadas hace varios años en Corozo Pando. Son una familia que se dedica a la producción artesanal de utensilios de cocina a partir de las totumas.






No falta la creatividad  cuando se tiene un elemento tan versátil como una tapara. La Sra Ligia de Figueredo, de Guardatinajas, se dedicaba a la fabricación de piñatas con el fruto del taparo.
Luego de escoger las taparas más voluminosas y extraer su contenido a través de un orificio, son adornadas con papel crepé o de seda, para modificarlas luego hasta obtener figuras de animales.
Seguidamente les coloca un asa de alambre en su extremo superior del cual será atada a una cuerda que la elevará, para ser apaleada por los niños en las fiestas infantiles.




Y para finalizar, un cacho tomado de La Vida en los Llanos de Venezuela, de Ramón Páez:

Hay ventaja en ser pequeño de estatura, para salvarse de la ferocidad de un tigre.
Después de un largo dia de pesca, me acosté a descansar en mi chinchorro. Como yo tenía la costumbre de dormir con un ojo abierto y uno cerrado, me percaté que un tigre se me venía encima, salté del chinchorro para defenderme y entonces me dí cuenta que no traía mi cuchillo. " Entonces, ví cerca de mí una tapara de un tamaño como pocas veces se ve por estos lugares, y me metí dentro de ella cuando ya el tigre me iba a coger".
"El tigre lleno de rabia por mi brusca desaparición, empezó a atacar con dientes y uñas la tiesa y lisa tapara, sin otro resultado que el de echarla a rodar conmigo dentro y lejos de él, y mucho me divertía mirando la táctica del enemigo. Cuando la echaba a rodar un poco, se echaba sobre el suelo a poca distancia y se quedaba mirando el misterioso objeto, como el gato mira al ratón"
En eso, la tapara empujada por el tigre, cayó dando vueltas al río que estaba abajo y "me encontré navegando rio abajo seguido por una banda de caimanes hambrientos que me miraban con ojos llenos de rabia y abiertas sus bocas, hasta que mi santo patrón, bajo la forma de una tonina, vino a socorrerme espantando a los hambrientos demonios, y recibiéndome sobre su lomo, me soltó en una playa desierta"
Fuentes  Consultadas por el Profesor Carrero:
1. Crescentia cujete - Wikipedia, es.wikipedia.org/wiki/Crescentia_cujete‎ 
2. Delascio, F. 2003. Plantas medicinales. Editorial Senefelder. Puerto Ordaz 
 3. Carrero, O. 1995 Estudio etnobotánico en la Reserva Forestal Caparo, estado Barinas. Cuaderno Comodato N° 25 – ULA-Mérida 
4. Folklor, Mitos y Leyendas zaeisidoro.es.tripod.com/milindavenezuelaparaisooriental/id3.html‎ 
5. Alvarado, L. 1984. Glosario de voces indígenas de Venezuela. Fundación La Casa de Bello. Caracas 
6. antolinturistico.blogspot.com/2011_03_16_archive.html‎ 
7. Casale, I. 1997 La Fitotoponimia de los pueblos de Venezuela. UCV. Caracas 
8. Ahoraenelocaso.blogspot.com/2010/05/el-totumo-de-guarenas.html
‎ Otras consultas: - laprotestamilitar.blogspot.com/.../rey-taparo-o-totumo-crescentia.htm - Nicomedes Santa Cruz. Obras Completas II. 
Investigación (1958-1991 Ensayo - Compilados por Pedro Santa Castillo – Libros Red. - orton.catie.ac.cr/repdoc/A0009S/a0009s145.pdf 

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