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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

30 de enero de 2014

Peregrinos (2/3). Francisco Castillo Serrano




Voy bajando el Portuguesa 
A palanca y canalete 
Cuando llegue a San Fernando 
Me esperas… que quiero verte 

¡Los pasos de invierno. Donde la palanca casi nunca toca tierra..!

De pronto cabecea el Portuguesa, rendido ante la majestuosa presencia del río Apure, custodio de la capital posada incólume sobre la ribera opuesta.

 Los viajeros enmudecen al cruzarlo, su corriente avasallante y el oleaje pertinaz salpicaba sus cuerpos y bamboleaba la falca sobre aquellas aguas terrosas que apenas dejaba ver los caimanes al acecho, la brisa húmeda acariciaba sus rostros, mientras inmensos carameros irrumpían agua abajo infundiendo alarma.. peligro.

 Al fin de la travesía, ya próximos al pique de tierra que servía de apostadero y mentaban el Paso Apure, justo al frente del Villorio, se hacían visibles en los salientes semi-húmedos del barranco –cual troncos enjutos- grupos de babas con sus fauces entreabiertas, disfrutando su siesta solariega.

 A lo lejos, haciendo fondo, se oía un sordo rechiflar de cornetas, el tronar de tambores y la algazara de una parada, los militares pitaban y marchaban a sus anchas por el borde del río, mientras el bongo se aproximaba, las órdenes marciales eran percibidas con más nitidez, señal inequívoca de que San Fernando era objeto de guerras y refriegas.

 ¡Los soldados de la Liberación!

 Así llegaron, intimados por turbulentas corrientes…. Mitigando su angustia con el dibujo de la planicie que mostraba un escenario de riesgos pero incomparablemente hermoso.  

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27 de enero de 2014

Peregrinos (1/3) - Francisco Castillo Serrano


L
a historia de una familia es una referencia de una época, de los hechos que vivió un pueblo, una ciudad, un país. Por ello, apoyándonos en la historia familiar de nuestro colaborador y amigo Francisco Castillo Serrano, publicada en su libro EL ULTIMO VIOLÍN, queremos pintarles aquellos años críticos que vivió Venezuela, diezmada por las guerras y la enfermedad.

Estas angustias las plasma  hermosamente el autor  en la siguiente  historia denominada  Los Peregrinos: 

LOS PEREGRINOS

Francisco Castillo Serrano


“El país se debatía en la encrucijada de dos torbellinos concurrentes: enfermedades y guerras. 

Parecía que una calamidad desataba a la otra. Y el venezolano, preso de las mas completa indefensión a las molestias propias del trópico, es sorprendido por un nuevo enigma terrorífico que lo devora: las epidemias. Procedentes de otras latitudes, pero… vengan de donde vinieren, se ensañaban contra aquellos seres que no albergaban otra posibilidad de defensa que la emigración. 

¡Huir, escapar despavoridos! 

Ancianos, jóvenes , niños, todos desertaban, ante las zarpas del contagio. 

El Paludismo, conocido como la “peste de Apure” fue considerado como la afección de mayor profusión nacional. Aquel padecimiento se propago en 1833 desde Mantecal a todas las poblaciones de esa provincia, con tal furia que familias enteras desaparecieron y casi no hubo en el llano una vivienda sin víctimas.” 

“San Fernando no dejó de ser vulnerable a la pandemia de cólera más terrible y pavorosa que haya azotado a la humanidad a lo largo del tiempo (1854). Según Ramón Diaz Sánchez, se cree que fue este el flagelo causante del mayor número de muertes en el siglo pasado, y el que mas espanto causó, no solo por sus efectos mortíferos, sino por la forma dolorosa y singularmente sucia de destruir a quienes atacaba” 

“El morbo variólico, o “la brava” (1855). La reparación de la malaria a fines del siglo XIX, que se prolongó hasta las dos primeras décadas del XX, convirtiéndose en uno d elos contagios que mas estragos ocasionó a la nación, segando la vida de casi un tercio de sus habitantes. A la Peste Española (1918 y 1920) que como fenómeno sanitario no fue distinto a la viruela de 1898, ni a la Bubónica de 1908”

“Ante tanta calamidad se atrevió a manifestar contra el gobierno el Dr. José Gregorio Hernández. Dijo entonces el ilustre catedrático en la Universidad Central de Venezuela: al pueblo lo está matando el hambre y no la gripe, lo primero que hay que hacer es darle de comer a los desheredados de la fortuna que viven en los barrios. El Dr Luis Razetti, dio la razón a Hernández y añadió: nuestras clases trabajadoras, nuestros artesanos y peones, no pueden ahorrar, porque no ganan lo suficiente; al caer enfermos, carecen de todo, porque han vivido al día” 

 Antes, en 1885 en plena autocracia guzmancista se paralizó la vida pública: ni siquiera las comunes revueltas castigarían tanto a la población y a la economía nacional como el cólera, que reaparece en la región central causando daños inimaginables y propagándose hacia el oriente del país. Incalculables fueron las pérdidas en los Valles de Aragua, donde esta aterradora dolencia, se estima, liquidó a más de un tercio de sus pobladores. 

 Aquel luctuoso cuadro que presentaban ciudades y pueblos, donde zanjas improvisadas servían de fosas a centenares de cadáveres, determina en sus habitantes el impulso desesperado de partir, renunciando a todo, abandonando bienes, propiedades y familias. Buscando así , en otros lares la divina gracia que pudiera protegerlos de guerras y enfermedades malditas que corroían las entrañas mismas de la tierra. 

En la romería de seres que emigraron muchos fueron al sur, encontrando en su marcha los poblados cojedeños de El Baúl y El Pao. Viajeros desahuciados, peregrinos del dolor. 

Por aquel paso real de sendas porfiadas, escoltados por la brisa fresca que expira en la estepa y se estrella contra el piedemonte rocoso en los altiplanos de El Baúl, teniendo como testigo las silenciosas e impresionantes Galeras de El Pao, transitaron decenas de familias nativas de los Valles de Aragua; sobre mulas, en carromatos maltrechos, o a pié, hasta asentarse en aquella Villa, procurando salud y la codiciada paz. 

¡Tierras bauleñas! 
Lugar promisorio, con superficies terrenos de buena fertilidad, clima envidiable todo el año que auspiciaba un suave pastizal calificado para la cría, protegido de inundaciones, de edificaciones inmensas que hacían juego con su sombría plaza y la iglesia colonial enclavada en aquellas peñascosas montañas de Cojedes” 

(…) Otra tragedia doblegó a sus moradores , en 1873 ocurren terribles inundaciones de las sabanas de El Pao y sus cercanías, sumándose luego la fiebre miasmática que azotó esas cordilleras e invadió todo el departamento. 

Afligidos aceptaron tan inesperada circunstancia: la irrupción maléfica del anófeles a la población cojedeña; calvario que se extendió hasta las primeras dos décadas del siglo XX. Producto del descuido con la naturaleza, aguas estancadas, cauces obstruidos convertidos en criaderos de zancudos trasmisores de la malaria. Venezuela paga su cuota ante la indiferencia oficial, distraida en revueltas que mermaban el índice poblacional. La afección, primera causa de muerte en el país, introdujo repercusiones de índole cultural, económicas, sociales y políticas que profundizaron su cuadro de decadencia y desintegración. 

Visto el infortunio, los habitantes de El Baúl revisan unos, la decisión de quedarse, aferrados al terruño, a sus bienes y costumbres, esperando la voluntad divina de salvación o muerte; otros optan por la desercion, no importa a cuales derroteros, buscando horizontes propicios para la vida y la seguridad de la estirpe.

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22 de enero de 2014

Batalla de El Yagual, otro triunfo del El Catire!!

Aprovechando que acabamos de  escribir una reseña sobre El Yagual, es oportuno colocar algunas líneas sobre esta importante batalla que forma parte de las que llenaron de gloria el suelo apureño y sus llaneros,  en nuestra Independencia.

El combate se inició  el 8 de octubre de 1816 cuando el coronel realista Francisco López, teniendo conocimiento del avance del general José Antonio Páez hacia el hato El Yagual, tomó posesión de éste. 

Sabiendo esta situación, el general Páez acampó a 5 km del enemigo, en el sector Las Aguaditas, donde permaneció con sus hombres hasta la noche, cuando emprendió su movimiento haciendo un semicírculo para atacar al enemigo por la espalda. 

El enemigo estaba conformado por 600 infantes y 1.700 jinetes, que al igual que todas las batallas realizadas en Apure, ponía a los patriotas en una lucha desigualny que como en los otros casos, no fue impedimento para obtener el triunfo. 

La Batalla de El Yagual, constituye un hecho sin precedentes, pues José Antonio Páez que en aquel momento ostentaba el grado de Coronel, dirigió el encuentro con el grado de General de Brigada teniendo bajo su mando a los Generales Rafael Urdaneta y Manuel Serviez, así como a otros patriotas de alta jerarquía como el Coronel Francisco de Paula Santander, quienes aceptaron quedar bajo sus órdenes, para evitar división en las fuerzas republicanas de la zona, ya que los llaneros no aceptaban otro jefe que Páez.

El Centauro de los Llanos, planificó su ofensiva con tres grupos, dirigidos por Urdaneta, Santander y Serviez, quienes con sus embestidas pusieron en fuga a los realistas. Esta acción motivó que El Libertador Simón Bolívar, lo  ascendiera  a Teniente Coronel. A partir de esa victoria, el ascendiente de Páez creció en los Llanos y entre el ejército patriota. 

En el sitio donde se realizó la Batalla se encuentra un Monumento conmemorativo llamado “Brazo de Páez”, que simboliza un brazo del General portando una lanza que fue usada en dicho combate.  

 Fuente Consultada: Venealogía.com

Los Ayeres de San Fernando de Apure

Les ofrecemos algunas imágenes antiguas del San  Fernando de Ayer, ciudad que ha perdido su memoria  arquitectónica y en gran parte la histórica; rasgos que se esfuerzan en mantener sus abnegados cronistas  Argenis Méndez Echenique, Hugo Arana Páez y Francisco Serrano Castillo, amigos y colaboradores de este espacio.

Tristemente,  la época de oro de esta ciudad quedó en el recuerdo y muy lamentablemente muchas de sus edificaciones de antaño, testigos de su historia, fueron demolidas por los distintos gobernantes que ha tenido  a lo largo del tiempo, pues no existió y muy poco existe ahora, la noción de conservacion del patrimonio  histórico, documental, y arquitectónico de los sanfernardinos.

Las edificaciones antiguas que aún quedan, se encuentran en el abandono  o sencillamente desatendidas, deteriorándose día a día.

Por todo esto es tan  valioso el esfuerzo que hacen los cronistas antes mencionados  y probablemente otros que no he tenido la oportunidad de conocer, pues aún luchando contra la corriente de la apatía y desinterés, sostienen su bandera de amor hacia  esta ciudad.


Rio Apure y el Palacio de los Barbaritos

Antiguo Puerto El Tamarindo


La Botica del Llano

Almacén Gradillas

Almacén Michelangeli

Postales de San Fernando de principios siglo XX

Vista aérea de San Fernando . Imagen Roberto Hidalgo





19 de enero de 2014

La Leyenda del Primer Lunes de Agosto (Leyenda de El Yagual)


El hato Matapalo, antes de ser adquirido por una compañía inglesa, perteneció a Jesús María Hernández de quien se dice que tenía poderes sobrenaturales y que había hecho un pacto con el diablo.

 Esta creencia se tiene por un hecho ocurrido un primer lunes del mes de agosto cuando todos los llaneros del hato habían amadrinado un rodeo con aproximadamente 200 terneros, de pronto divisaron a un jinete vestido de blanco que entró en el hato de don Jesús María, quien se aproximó a hablar con aquel hombre. 

Pasadas dos horas, regresó al lugar donde se encontraban los peones, dio la orden de que soltaran al ganado asegurándoles que ese era un día de fiesta y que nadie trabajaría, argumentó que era el cumpleaños de su socio y que esa noche en el hato iba a estar dedicada al baile con arpa, cuatro y maracas. 

Más tarde ocurrieron sucesos inexplicables como la muerte de dos caporales y la negación de los llaneros a trabajarle, situación que lo llevó a la venta del hato y a su misteriosa desaparición. Luego de esto la comunidad comenta que ese día fue el nacimiento del diablo, considerando esta fecha supersticiosa. 

Tomado de los cuadernos del IPC, Apure, mun Achaguas.

Pueblos del Apure Medio: El Yagual



Imagen: Hugo Estrada Castillo

CANTO AL YAGUAL ARAUCANO 
Interprete: Eneas Perdomo

Por las orillas de Arauca 
Riberas de mi canción 
Del Yagual hasta el Luquero
Manglares de mi ilusión 

Se alborotan las chenchenas 
Al pasar la embarcación 
Y el marinero en la proa 
Conversa con el patrón 
Se arrullan los pajarillos 
Jugando en la ramazón
Y las aves en la orilla 
Cogen los rayos del sol 

Bajo el cielo del Arauca 
El viento trae un rumor 
Son cantos de río crecido 
Que alegran mi corazón 
La espuma en la flor del agua
 Lleva mensajes de amor 

Y cruzan el cielo azul
La morena y el garzón 
Símbolos de mi llanura 
Orgullo de mi nación
 Donde nació Alma Llanera 
 Canto de una inspiración 
Duerme callado el estero 
Vista de la fundación 

Y las rojas corocoras, 
Lo adornan con su color 
Floreciendo los borales 
Llenan mi alma de emoción 
También el me voy contigo 
con los juncales en flor
Y la garza veranera 
Llorando con su dolor 
Coge rumbo al Orinoco 
 Buscando la emigración

AUDIO CANTO AL YAGUAL ARAUCANO

Nos cuenta el Cronista de Apure, Argenis Méndez Echenique, en su libro Historia de Apure, que las referencias de la fundación de este pueblo no han podido comprobarse. Sin embargo, afirma que sólo a partir de mediados del siglo XIX, se formó un verdadero centro poblado, en las dos riberas del rio Arauca, a escasos 1000 mts del sitio de la batalla de El Yagual celebrada el 08 de octubre de 1816. Dice que para 1817, según la autobiografía de Páez, el terreno formaba parte del Hato de un vizcaíno de apellido Elizalde y después de la independencia, cuando se repartieron las tierras, por “Haberes Militares”, se le adjudicó al Gral José Cornelio Muñoz. 

Para 1901, el poblado asciende a la categoría de municipio, con el nombre de San Martín del Yagual, “por el hecho de que era común al héroe de Chacabuco y Maipú (José de San Martín, honorífico para la región, y al prócer federal Gral Martín Segovia, apureño, dueño para la época de los terrenos que fueron de Muñoz, quien podría desprenderse de ellos por un rasgo de filantropía o en pro de la comunidad social auspiciada con su nombre. Permaneció con este nombre hasta 1903, cuando el prelado Felipe Nery Sendrea, Obispo de la Diócesis de Calabozo, a la cual pertenecía esta parroquia, designando el sitio donde se levantaría la capilla, colocó la primera piedra bajo la advocación de San José de Nazaret. Desde ese momento se conoció la población como San José del Yagual y con los años quedó como El Yagual. 

Los pobladores de El Yagual en su mayoría provenían de Achaguas y Guachara que había sido duramente castigada con los grupos armados que recorrían las llanuras todavia a principios del siglo XX. 

 El Yagual tiene bajo su cielo y el de los alrededores, el orgullo de haber sido testigo presencial de varios hechos históricos como la batalla de El Yagual, celebrada en 08 de octubre de 1816, el juramento de Páez a la autoridad de El Libertador en 1817; la creación por orden de El Centauro del los Llanos de las Macuquinas de El Yagual, acuñadas con prendas, estribos, frenos, y otros objetos de plata requisados entre los emigrados de Nueva Granada que lo acompañaban en la lucha; en 1836, el Gral José Cornelio Muñoz, gobernador de la Provincia de Apure y dueño del hato EL Yagual, somete a los hermanos Farfán y los hace capitular; en 1848, en el desastroso campo “Los Araguatos”, el mismo Gral José Cornelio Muñoz, derrota a Páez. 

 A finales del siglo XIX y parte del XX, El Yagual fue una encrucijada comercial, a través del río Arauca, hacia el Apure y el Orinoco. En este pueblo se inició la explotación del cuero de caimán, que al igual que la pluma de garza, enriqueció a muchos y puso al animal en peligro de extinción.

Hoy en día El Yagual es un pueblo pesquero cuna del comerciante y político Juan Salerno Melo, los artistas Adilia Castillo y Eneas Perdomo, la poetisa de fama internacional Lucila Velásquez, los maestros José de La Paz Suárez, Manuel José y Luis OmarCastillo, y el cronista e historiador Argenis Méndez Echenique entre otras personas de destacada labor intelectual y cultural. 



 El Patrono de este pueblo es San José y en la Iglesia San José de El Yagual, puede verse al santo en una preciosa talla de madera, tamaño natural de aprox 1.5 mts de alto, y 67 kg de peso, traída de Italia y donada por Indalecio Martínez. 

Acompañan a la pieza unos jarrones indígenas con flores artificiales, un velón permanente que alumbra la imagen y un nicho pequeño elaborado en madera donde se guardan las ofrendas de las misas, además de un arco de metal adornado con flores que sirve como espaldar de la imagen. Se le atribuyen muchos milagros. 







 

La colección de la iglesia tiene también una imagen mariana en posición orante, ataviada con una
túnica color bronce y una mantilla de color blanco. Está ubicada sobre unas nubes, donde se observan dos querubines de aproximadamenteun metro de alto. 


Fiestas Patronales: Estas fiestas se iniciaron a mediados del año 1950 por Indalecio Martínez, quien pagaba los gastos de la celebración durante la semana en honor a San José en el mes de marzo. La fiesta se iniciaba con las riñas de gallos en la casa de Eladio Mirabal a las orillas del río Arauca, amenizada con música llanera de arpa, cuatro y maracas. En la actualidad estas fiestas llenan de regocijo ta.nto a lugareños como turistas que disfrutan de las carreras de caballo, del Festival Arauca de Oro y del concurso de pesca donde se premia a la persona que saque el caribe más grande.

 El Yagual, el del Arauca Vibrador. 

Así titula Mario Abrizo, su artículo referido a este pueblo y publicado en el libro Apure Adentro y se basa en una teoría del cronista de San Fernando y Apure, Argenis Méndez Echenique, oriundo de este pueblo, que sostiene  que Rafael Bolívar Coronado, el autor de la letra del Alma Llanera, tenía un tío en las inmediaciones de El Yagual y allí se hizo hombre, aprendiendo las faenas del llanero. 

Eso, aunado a la letra de la canción cuando dice “del Arauca Vibrador”, dan soporte al cronista para sostener su argumento. Sin embargo hay muchas opiniones en contra de esta teoría. 


 Monumento El Brazo de Páez 
 Plaza construida en el sitio donde se llevó a cabo la Batalla de El Yagual. Se compone de un amplio espacio que mide aproximadamente 20 m². Tiene entradas por cada esquina conducidas por caminerías de concreto y terracota. Está rodeada de postes de alumbrado, bancos de madera y bordeada por una cerca metálica.  En su centro se halla un monumento, principal atractivo de esta plaza, construido en 1966, el cual recoge las vivencias de los yagualeños, encontrándose ubicada en el lugar donde se llevó a cabo la Batalla de El Yagual. 
El monumento consiste en un obelisco edificado en concreto de aproximadamente 10 m con forma de trapezoidal que descansa sobre una base rectangular con terminación curvilínea, y en dos de sus caras se ubican dos escudos de nuestro símbolos patrios. En lo alto se observa un brazo  que simboliza el brazo de Páez, empuñando una lanza de acero que dio la victoria en este mismo campo del hato de El Yagual, el 08 de octubre de 1816, sobre las tropas comandadas por el coronel Francisco López, jefe realista..
En cada una de sus caras se encuentra empotrado un recipiente de vidrio que contiene la tierra del lugar donde se efectuaron las batallas, además de placas informativas donde reflejan las fechas en las que ocurrió este hecho histórico y los nombres de los combates donde el General José Antonio Páez luchó por la independencia de Venezuela, entre ellas inscriben 

Mata de la Miel: 18 de febrero de 1816 
Mucuritas :28 de enero de 1817 
Toma de Las Flecheras :6 de febrero de 1818
Las Queseras del Medio: 2 de abril de 1819 

Además de una placa que reza: "El pueblo y el gobierno de Apure, en el sesquicentenario de la batalla El Yagual, rinde homenaje a la memoria de quienes aquí lucharon bajo el comando del General José Antonio Páez y trae al pedestal del obelisco con que se conmemora el centenario de la batalla, tierras y aguas de otros lugares donde como en este, el mismo glorioso general Páez supo conducir los hijos de esta tierra a la victoria. El Yagual 8 de octubre de 1966. "

Puerto pesquero de El Yagual:
 Este puerto pesquero es de vital importancia para los pobladores de El Yagual, pues en su mayoría son pescadores por tradición. El río Arauca a través de su larga historia ha sido sustento diario de gran parte de las familias yagualenses en tiempo de zafra o ribazón, donde se presenta la Feria del Pescado. En esta temporada son muchos los visitantes de las diferentes regiones del país que vienen a este puerto a comprar la mercancía, que luego será comercializada en los grandes mercados populares, así como en los pequeños caseríos y pueblos circunvecinos como Las Matas, El Rosario, Totumitos y Elorza, además de las fincas y hatos adyacentes. 

 Festival Folclórico Nacional El Arauca de Oro :
 Este festival es considerado como patrimonio cultural por los pobladores de El Yagual. Se inició a mediados de 1987 con el nombre de El Caribe de Oro. Entre sus principales fundadores destaca el poeta José Elías Bello, nativo de esa población y propietario de la agropecuaria El Médano, quien costeó los gastos del festival en sus inicios. Se realiza en el mes de marzo durante el marco de las fiestas patronales de San José de El Yagual en la modalidad de canto recio, a las orillas del río Arauca, en el transcurso de una sola noche, al aire libre y generalmente asisten participantes de poblados circunvecinos como Achaguas, Guachara, San Fernando y del estado Guárico, con el fin de darse a conocer en el mundo artístico. En el transcurso del tiempo el nombre del festival fue cambiado a Arauca de Oro en honor a este majestuoso río, que es la base económica de la población 

 Macuquinas de El Yagual 
 La crítica situación en que se hallaba el ejército comandado por Páez se vio agravada por la migración de los patriotas que buscaban la protección del caudillo. A fin de proveer las urgentes necesidades, Páez dictó en marzo de 1817, en el Yagual, un decreto mandando que se le entregara toda la plata que tuvieran los emigrados para devolvérsela acuñada y sellada. El cuño se realizó en Achaguas y Caujaral, a mano, a fuerza de martillo. La moneda se le conoció como monedas “del Yagual” y tal era la confianza que inspiraba Páez, que la moneda fue aceptada a pesar de sus deficiencias, fue muy útil en el servicio del ejército y de toda la región por la carencia extrema de numerario. Fuente: monedasdevenezuela.net

 


Fito Toponimia de El Yagual 
El Yagual es un palmar dominado por Palma Yagua también llamada Palma de Agua,  que es una planta abundante en las selvas estacionales o alisias que cubrían el llano adosado a Los Andes. 

Es la palma reina del Bosque Húmedo Tropical. En Los Andes llega hasta los 1000 msnm. La hemos encontrado hasta las cercanías de Elorza. Su nombre científico es Attalea butyracea.


Fuentes Consultadas: Apure Adentro, Ministerio de Planificacion, El Yagual del Arauca Vibrador (Manuel Abrizo)
Cuaderno del IPC, Municipio Achaguas
Venealogía .com

15 de enero de 2014

La Riente Primavera, Silva Criolla, Estancia IV

IV
La riente primavera,
Primavera fugaz, del sol amiga;
La que lluvia de flores le prodiga
Al monte y la pradera,
También de seda y oro le regala
Al viejo yerbazal flebil espiga
También como la hierba al pobre arbusto
la primorosa dádiva recibe,
y de su escasa floración primera
el botón más hermoso
prende sobre el cabello revoltoso
la inocente muchacha sabanera.

¡Oh luz primaveral! De tu alegría
El espíritu inundas;
Por ti es mas bello y amoroso el día
Tú enciendes su pasión, tú la fecundas
Tú mueves las canciones voluptuosas
Y los castos arrullos;
Tu brindas el placer, techo de rosas,
Tú incitas a morir las mariposas
En la dulce embriaguez de los capullos

¡Oh florida estación! Haced que nunca
turbe dolor violento
la paz de mis nacientes alegrías…
Y cuando vuele al fin mi pensamiento,
cuando vuele hacia allá, cuando yo muera,
que sea su compañera
la más brillante aurora de tus días!.


La primavera para nosotros tiene una connotación muy distinta a la de otros paises, donde la misma viene después del invierno. Nos dice el poeta Arvelo:

"Se produce porque la tierra estaba helada, y el sol, al retornar del Sur, la calienta. Regula el astro las fuentes de regadío, al derretir la nieve." En el trópico, en cambio, la primavera es pluvial. Se origuna porque la tierra estaba enjuta y la lluvia la humedece, la moja y la fecunda. No es cuenta de mas sol. Sol le sobra en febrero y marzo a la victimada pradera cuya clorofila arde y se chamusca. A la grava y a la terronera, y la arena y la arcilla calcinadas. Es tolda y llovizna la esencia primaveral de Venezuela. Agua silente, y agua "con sonido", a cuyo beso los bancos sabaneros despiertan como de una desengrasante pesadilla."

"Fugaz, y en su fugacidad amiga, mas que del sol, de las garúas y de las toldadas, es la primavera de la patria campiña. A su influjo despiertan, en matiz y rumor de la fauna y la flora, el espectro y la escala de los regocijos agrestes. Con la algarabía de los loros en las verdes y pintadas frondas, el retorno gradual de alas palustres a los recientes aguazales, el ruido de la gota gruesa y sonora en el techo de los caneyes, el olor de la tierra, la ternura del retoño en las rozas y la gritería de la retozona chamuchina infantil en los patios del hato,colmos de charcos aún cristalinos."

La primavera llanera ocurre entre  las primeras lluvias y la entrada definitiva del invierno, y es un período sumamente corto.

"Los versos punteros del canto encarnan, es cierto, junto con toda la segunda estrofa, un cuadro conceptual mas bien estático. El artista enumera atributos. La privilegiada estación es riente y amiga del sol. Pone jocundo el pensamiento , embellece el día, enciende pasiones, mueve arrullos voluptuosos y castos, brinda lecho de rosas al placer y da a los insectos la embriaguez de los capullos. Mas de pronto, entre uno y otros epítetos y predicados, la vida local se estremece en visión de llovizna y retoño. Son imágenes avecindadas con leguas de tierna pastura por frente, bienhechurías de lirios sabaneros y solar de horizonte. Dan la cálida impresión  de fluir de la tierra, de  venir al encuentro del hombre. Cruzan el viejo yerbazal sutilmente espigado, y arriban a los caneyes de rumorosas techumbres y lustrados patios, donde hace guardia el arbusto del viajero aroma. Es la mata de malabar, ayer marchita, y ahora coronada de trémulos botones. Hasta que el cromo agreste, cada vez mas cercano, se vuelve íntimo. Entra, sensorio y emotivo, en la vida espiritual del hato, cuando la niña del bohío escoge albo adrono en la espesura, para que sus cabellos palpen la mayera caricia, ellos también florecidos y perfumados."
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LOS HIJOS DE GUARICO: FRANCISCO LAZO MARTÍ; FRANCISCO LAZO MARTÍ Y APURE; SILVA CRIOLLA: INVITACIÓN; ESTANCIA I; ESTANCIA II; ESTANCIA III; ESTANCIA IV; ESTANCIA V; ESTANCIA VI; ESTANCIA VII; ESTANCIA VIII; ESTANCIA IX; ESTANCIA X

14 de enero de 2014

Apure: Evolución Histórica y Socio Cultural (5)- Sociedad Ganadero -Consumista )-Argenis Méndez Echenique

Entramos en la quinta parte de  la historia de Apure, que el autor titula  Sociedad Llanera Ganadero Consumista ( 1960-1999)
"En lo político se observa que ha caído la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, quien se supone coartaba cualquier actividad que persiguiese implantar un verdadero régimen democrático. Pero para fijar un punto de referencia preciso hemos tomado el momento en que se inició en Apure la construcción de las carreteras pavimentadas, los puentes y avenidas, que facilitan el transporte rápido y seguro de pasajeros y mercancías, nuevas técnicas de explotación económica y nuevas tendencias socio-culturales, hasta el inicio de la llamada Revolución Bolivariana y Socialista, que ha generado una serie de cambios socioeconómicos en toda Venezuela (s. XX)."

"En esta quinta etapa prevalece fundamentalmente la actividad financiera capitalista y los medios de comunicación de masas son utilizados como mecanismos de alienación, creando necesidades ficticias a la población, con propósitos consumistas, mediante subliminales mensajes, trayendo como consecuencia la pérdida de los valores tradicionales de la sociedad llanera apureña. La música, la danza, los cantos, que se ejecutan son vulgares parodias de producciones extranjeras que no le aportan nada positivo a nuestra idiosincrasia y vamos quedando vacíos, porque nada nos pertenece. Todo es oropel. Todo es falsa ilusión. Aún cuando se ha buscado diversificar la economía regional, con excelentes y viables proyectos de desarrollo, como los Módulos de Mantecal, el Central Azucarero y el Matadero Industrial de Achaguas, el Centro de Piscicultura de Merecure, no se ha visto un arranque efectivo hacia el progreso económico y social que merece el depauperado pueblo de Apure. "

En este punto del análisis, el profesor Méndez plantea que a pesar de haber recibido el pueblo apureño algunas mejoras en sus necesidades básicas como educación, atención médica y alimentación, el resultado es insuficiente y en gran porcentaje de la población emigra a otras ciudades aún cuando eso implica engrosar los cinturones de pobreza de las mismas. Por otro lado, al no expandirse la economía interna y siendo el único empleador el Estado, el apureño depende mucho más de los productos foráneos los cuales adquiere ya procesados, lo cual lo va alejando más de sus costumbres ancestrales y sus tradiciones, manteniéndose el pueblo en consecuencia,  empobrecido, analfabeta y ajeno al desarrollo de los otros estados del país. Mucho tiene que ver esto con la forma en que se fue desarrollando el país luego de la conquista donde entonces y en lo sucesivo, se concentró la inversión y poder en la franja centro-norte -costera, quedando el resto del país , si no aislado, replegado.

 A esto se suman las características geográficas y climáticas del estado Apure que hacen de difícil accesibilidad para la integración con el resto del país. Siendo la ganadería, la actividad principal del estado, no se desarrolla adecuadamente debido a las características del suelo y los largos períodos de invierno y verano que afectan la calidad del pasto: “Esto provoca un estancamiento relativo de la principal actividad económica del Estado, que genera el 80% del valor bruto de la producción. Desde 1961 la ganadería no ha experimentado incrementos significativos, sino por el contrario ha decrecido, con el agravante de que no se tienen programaciones alternativas en otras actividades sustitutivas, por lo que se produce un proceso grave de descapitalización. Esas características de la actividad económica primaria se agravan al verificarse que no exista una integración vertical de la economía; de Apure salen hacia el centro del país grandes cantidades de carne en pie, perdiéndose de esa manera los numerosos efectos multiplicadores que la industria puede significar. Similar situación se repite en el sector agrícola. “

 ..." se habla de cinco Areas Funcionales Internas, distribuidas en 2.321.438 hectáreas, que por la fertilidad de sus suelos, ofrecen posibilidades de desarrollar la actividad agrícola en gran escala: 

 1- El Eje Biruaca - Achaguas - Apurito (258.900 hectáreas); 
 2- El Eje El Amparo - Guasdualito - Guacas de Rivera (549.325 hectáreas); 
3- Módulos de Mantecal (247.000 hectáreas); 
4- El Yagual - Arichuna (626.269 hectáreas), y 
5- Sinaruco - Meta (679.944 hectáreas). 

La actividad pesquera, que viene practicándose desde los remotos tiempos prehispánicos, también es, actualmente, relativamente importante, principalmente en San Fernando. Arichuna, El Samán, Bruzual, San Vicente, y Guasdualito, en el Apure; en el Arauca y sus diferentes brazos se señalan a San Rafael de Atamaica, Paso Arauca, El Yagual, Elorza, Puerto Infante, El Amparo y La Victoria. 

Sin embargo la ausencia de estudios sobre los recursos ictiológicos, normas para su explotación, equipamiento y comercialización han determinado el estancamiento de esta actividad. Sin embargo, comenzó una tímida práctica de zoocriaderos, tanto para mamíferos (chigüires o capibaras), saurios (babas) y peces (cachamas). 

“La actividad industrial es prácticamente inexistente en Apure, a pesar de las posibilidades que se presentan. Esto se debe a la irracionalidad de la comercialización, que determina la salida de la producción sin procesar para transformarla en el centro del país u otras áreas. Uno de los limitantes ha sido la red eléctrica, no apropiada para las grandes demandas de energía para una adecuada industrialización. Así mismo, tanto en las actividades de comercialización como las financieras se utilizan como importantes mecanismos de traslado de los beneficios y excedentes producidos en Apure, contribuyendo a enriquecer las áreas prósperas del resto del país” 

 “En 1992, la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI), basándose en los Resultados del XII Censo de Población y Vivienda (1991), publicó el MAPA DE LA POBREZA EN VENEZUELA y señaló para Apure que esta entidad se ubicaba en ese momento en la no envidiable posición de Primer Lugar en cuanto al Índice de Pobreza del país"

Lo curioso es que a pesar de estas indeseables estadísticas, el estado Apure cuenta y contaba para ese entonces, con recursos naturales y productivos de importancia que debido a la inadecuada explotación, a la falta de inversión en el estado o sencillamente a la política de procesar los productos locales fuera de las fronteras del mismo, incidieron en la lamentable pobreza de sus habitantes. 

Otro aspecto resaltante que menciona el autor en este período, es la construcción de vialidad a partir de los años 60 del siglo XX, que facilitó algunas rutas internas:  “La introducción de vehículos automotores se inicia en Apure en la segunda década del siglo XX, coincidiendo con la explotación petrolera en el país: el primer automóvil (un Ford de tablitas, propiedad del comerciante y ganadero Don Jesús María Hernández Delgado) lo trajo a San Fernando de Apure el general Waldino Arriaga Perdomo en el verano de 1913, siguiendo las trochas ganaderas del Guárico. El conductor y mecánico fue el popular Juan Porrelo, que cambió los suaves ambientes caraqueños por los cálidos del Llano Apureño” 

Las vías fluviales también tuvieron un papel preponderante en este período pues conectaban las poblaciones y las asistía en insumos. El rio Apure, históricamente se considera el más importante como vía comunicacional y comercial de los ríos del estado. A partir de mediados del siglo XIX se crearon empresas para el comercio de distintos rubros que se transportaban en embarcaciones de vapor (barcos de chapaletas,”Steamboat”). 

Sin embargo, consecuencia de la guerra civil (1859-1863), se frenó un poco la actividad fluvial,  y los vapores fueron tomados alternativamente por los dos bandos, creando con esto protestas de los cónsules de varios países (Dinamarca, Suecia y Noruega, Hannover, Cerdeña, Países Bajos, Gran Bretaña, Lübech, Hamburgo y Bremen, Prusia, Oldemburgo y Francia) que estaba acreditados en el eje Apure – Orinoco, y dominaban el comercio. 

¨Posteriormente “un hermano de Juan Bautista Dalla-Costa, hijo, quien siendo gobernador del Estado Soberano de Guayana, rescindió el contrato a la Empresa de Navegación en 1866 y decretó la libre navegación del río Orinoco para los buques nacionales y de Colombia, que para esa época no era ribereña del mencionado curso de agua (esto lo logra el país vecino, de manera efectiva, a partir del Tratado de 1941).” . “Pero a partir de 1913, hasta los años cuarenta del siglo XX, el servicio regular de vapores entre San Fernando de Apure y Puerto de Nutrias con Ciudad Bolívar era prestado por la Compañía Venezolana de Navegación, con barcos como el “Masparro”, el “Apure”, el “Delta”, el “Arauca”, el “Amparo” y otros que atracaban en los malecones sanfernandinos de Ligeron, Barbarito, Mora, etc. También la familia Rodríguez, apureña, era propietaria en 1921 de varias balandras que prestaban el servicio de transporte de fletes y pasajeros entre San Fernando y Ciudad Bolívar, o subían por el río Portuguesa hasta la población de El Baúl, al sur del Lago de Valencia. A la ciudad de Calabozo se viajaba por el río Guárico (Esta vía se hizo impracticable desde el momento que se construyó la represa, a finales de la quinta década del siglo XX), utilizando bongos, canoas y lanchas ligeras."

 “Los caminos que andan” estuvieron vigentes en Apure hasta el momento en que se inicia la construcción de las carreteras asfaltadas, que han obstruido el libre correr de las aguas, que han llevado a que el habitante de Apure se vuelva de espaldas a sus ríos y adopte como medio de transporte los vehículos automotores. Los barcos a vapor, las balandras, los veleros, los bongos, son desconocidos hoy día, y apenas su recuerdo se conserva en la memoria de gente de edad mayor. "

 “Antiguamente los principales puertos sobre el río Apure eran: Arichuna, San Fernando, Apurito, Puerto Nutrias y Palmarito; sobre la confluencia del Apure con el Sarare, estaba Periquera, que luego fue absorbido por Guasdualito. Sobre el Arauca, los puertos principales eran San Rafael de Atamaica (sobre el Atamaica, tributario del Arauca), El Paso Arauca (puerto de San Juan de Payara), El Yagual, Elorza, El Amparo y La Victoria; sobre el Meta, sólo Puerto Páez, y algunas pequeñas comunidades, tales como San Carlos del Meta, Mata de Guanábano, Buena Vista y Cararabo.” 

" La navegación aérea se inicia en Venezuela en 1912, cuando se efectúa el primer vuelo en Caracas en presencia del general Juan Vicente Gómez, el 29 de septiembre. Al poco tiempo viene al Apure el primer avión, puesto que para 1920 (noviembre 13) el Concejo Municipal del Distrito San Fernando, presidido por el señor Rafael Pérez Flores, acuerda ceder un lote de terrenos de sus ejidos para la construcción de un Aeródromo Militar (ubicado donde hoy está asentado el Barrio San Luis, en el suroeste de la ciudad de San Fernando). El actual Aeropuerto “Las Flecheras”, ubicado al este de la ciudad, en la Avenida 1° d Mayo, fue inaugurado en 1957, bajo la administración gubernamental del Doctor Edgar Felipe Domínguez Michelangeli. Actualmente existen proyectos para reubicarlo, debido al rápido crecimiento urbano de San Fernando."

" La aviación comercial se inicia en 1932, cuando la Compañía Aeropostal Francesa, con un avión “Laté 28”, establece un vuelo semanal entre Maracay y San Fernando de Apure."

6 de enero de 2014

Decires y Llanerías - Antonio J. González Oria

Empezamos el año resaltando el hablar del llanero y el conocimiento que adquiere de la observación de su medio. Mucho de ésto queda plasmado en estos versos:

DECIRES Y LLANERÍAS

Todo el que vive en el llano
estos decires emplea
está presente el verano
cuando el monte se clar
y se paran los molinos
porque casi no ventea,
se forman las tolvaneras
y la lora pichonea,
se oye el Aguaitacamino
y el Ñénguere tararea.

Al llegar el mes de Abril
el Este relampaguea,
monte que cogió candela
el primero que verdea,
ganado que come retoños
el rabo se le chorrea,
hay que pensar en conuco
si el Amarillo florea,
corta estante y botalón
si la Luna menguantea.

Es a partir de Mayo
cuando pone la guinea,
el buñuelo de cuaresma
se endulza con matagea,
ha pasado un gavilán
cuando el gallo carraspea.
Potro que bien resopla,
así mismo corcovea;
nunca le llegues de frente
porque también manotea.

 Si vas a salir oscuro
ponle al caballo manea,
cuando el hombre es de a caballo
hasta en pelo jinetea,
si es buen enlazador
a la soga tramolea,
porque si pelas el lazo
el bicho se mañosea.
Por mañoso que sea un toro
siempre hay un buey que lo arrea.

 Yegua no mata caballo
aunque duro lo patea,
no vale nada una mula
si la oreja cornetea,
quien es buen ordeñador
sin llamarlo mañanea.
En bongo de pescadores
callado se palanquea;
vaca que abre portillos
 por el cuello se horquetea.

Hay que tenerlas bien puestas
si al tigre se corotea;
ventarrón no tumba palma
tolvanera la menea,
vete al pozo contra el viento
porque el venado ventea.
 A gallo de oreja blanca
no lo cases en pelea.
Cuando el mono huele al tigre
 a los copos se monea.

Hormigas cargando hijos
llueve, aunque no lo crea;
ganado echado en sabana
seguro que chaparrea.
Si la vaca está parida
el zamuro sabanea;
hombres arreando ganado,
el más viejo cabrestea,
el último jinete cuida
por si un toro se chacea.
 
Hijo del que toca cuatro
por lo menos maraquea,
el perro que es buen lapero
al picure no rastrea,
mapurite aunque manso
si te confías te pea, l
a gallina bebe agua
 y sin embargo, no mea...
 y si esa mujer te busca
 al llamarte tongonea.

1 de enero de 2014

En estas dulces tardes veraniegas: Silva Criolla, Estancia V

"Es frecuente en nuestras latitudes que después de caídos los primeros chaparrones, génesis del retoñado revivir de la campiña, vuelva a “meterse” por varios días el verano, con sus austeras características locales: retazos del alisio en la atmósfera, vuelta del polvo a las calles y caminos y consecuente prórroga del fuero de las chicharras en en la plaza del pueblo y en los montes del caño y del río. Aprovechan esa oportunidad los campesinos para quemar sus rozas, cuando no habían logrado hacerlo antes de las lluvias". Alberto Arvelo Torrealba. Lazo Martí, Vigencia en Lejanía.

Estancia V
En estas dulces tardes veraniegas
cuando el sol se va, desde lejano
puepurino confín luz moribunda
esparce por el llano;
y del boscaje rumoroso,
y de un amor desconocido en alas,
por el aire sutil suben serenas
la canción funeral de las chicharras
y la ronca oración de las colmenas.
Cuando se apaga el púrpura sangriento
y brota el color gris: al horizonte
baña de nuevo en rojo
la columna de fuego que calcina
la tostada maleza del rastrojo.
Y por la faz siniestra de la noche,
y bajo el cielo trémulo y sin nube,
en ondas mueve su plumón, y sube
y la esperanza lleva,
el humo: la plegaria del trabajo;
el holocausto de la roza nueva
Silva Criolla

Dice igualmente el poeta Arvelo, gran observador de los cambios climáticos del llano, que posterior a  ese regreso del verano, se da un nuevo arribo de las lluvias, pero sin "esa irrefrenada copiosidad que solo se inicia en junio"

El estero en el llano, es la capital del paisaje. Cuando empieza a llenarse, a la cuenca de ayer no mas enjuta se le olvida el agobio de la sequía. Lirios sabaneros, “como espumas del mar” montan guardia, desde lejos en sus flancos reverdecidos. Para eso los bulbos soportaron valientes seis meses de candela y sol. En la ceja de monte de la hoya, espinitos y jazaharitos revientan en brusca floración que coincide con el retoño, hermanados en blancura con las primeras chusmitas que regresan.



 Pero nada como la bora y el junco para la galanura del estero y el alma del artista. Porque esas plantas entretejen el tapiz central de la cuenca, el que proteje las ultimas gotas palustres cuando se prolongan las terribles veranadas.



"La frente teñida de arreboles y la chispeante noche del conuco “prendida a la espalda”, destacan en esa quinta jornada del poema dos cálidas imágenes, cardinalmente típicas del verano nativo: la de las voces vespertinas del boscaje y la de la candela nocturna. A ambas expresiones las sacude un hálito de ascenso. Sube hacia el cielo límpido el alma telúrica del paisaje hecha canción en la selva que aún palpita, hecha plegaria y holocausto en la humareda roja de la roza nueva. Casi a la sordina, bordonean las abejas en la breve onomatopeya de la ronca oración. Mientras las chicharras copan y rebalsan todos los timbres de la tarde, en cadencia mayor, aquí, allá y más lejos, cual un interminable deshoje en el que Poniente estremeciera y echara a volar sus pesadumbres.

El poeta Arvelo se extiende un poco más en el análisis de los 6 últimos versos referidos a la noche y a la esperanza del que siembra: "Ante un presente de humo y llamas, cuando doran el futuro espiga y mazorca de un maizal que es apenas voluntad de sembrarlo, no hay arrimos al desconsuelo, ni menos arraigos y retoños de la vencida cepa decadente. Hay sí, gesto de admirable tesón para el aguante de las duras veranadas, entre la choza, el pozo enjuto y el sembrío"
“La noche siniestra arruga su faz al ensueño. Pero la conflagración del rastrojo madruga esperanzas sobre las almas de quienes anochecen en el sudor. La bandera de éstos no la arrió jamás el poeta. Por lo mismo que supo el secreto de los cenizos surcos y los agotados aljibes, cuando el indolente San Isidro retarda su ración de garúas. Por todo lo cual el timbre de dulce salmodia con que abre la Estancia V se vivifica a la mitad del canto, y asume el tono de un himno cálido y solemne a los hijos del desierto. A quienes, cuando la sequía todo lo aplana, se cruzan a diario el estoico saludo: “Sigue el viento, compadre, sin una sola seña de lluvia”. Mora trágica la del agua del cielo. Don rebelde. Aún el único, en dias del poeta, que le avala el pan a quienes muestran en las manos “el limpio sucio de la tierra”