Mucho tiempo hace ya que no escribíamos en estas páginas. La vida, con sus vueltas, nos hace con frecuencia apartarnos de lo que amamos. Pero es el mismo amor el que ensancha los corazones cuando pensamos en eso que amamos y nos hace volver.
Hoy por distintas vías me llegaron mensajes de amor hacia Venezuela, de esperanza, de gente que no se va, que apuesta todo a un futuro como país y por eso hoy he decidido retomar este trabajo cuyo objetivo es precisamente realzar la cultura y geografía de una parte de "Esta Tierra de Gracia".
Recuerdo en este momento los versos del poeta Lazo Martí, en su Silva Criolla:
Es tiempo de que vuelvas,
es tiempo de que tornes......
y queden para tí las alegrías
de ver, al despertar, alba naciente,
y de abrazar con sólo una mirada,
del sur al setentrión. Y del ocaso
hasta el fúlgido oriente
la línea, el ancho lote, siempre al raso
de la tierra natal.
Sí, el Llano en su magnificencia siempre llama a quien lo siente. En estos momentos, a punto de iniciar la entrada de aguas, seguramente estará florecido, en su breve primavera, con los borales pintando de lila grandes extensiones, con los lirios a punto de abrir sus pétalos blancos al sol.
Hoy pensando como retomar este trabajo amoroso para el Llano, recordé también las palabras de Humberto Febres en su obra "En negra orilla del mundo" y decidí que esa sería la forma de reactivar Vivencias Llaneras del Abuelo.
"Resistir y Florecer"
Con apenas esas palabras el poeta describe el maravilloso ciclo de vida del Llano que aplica también a muchos de nosotros.
El poeta Arvelo Torrealba con frecuencia mencionaba al espinito en sus versos:
Espinito pura espina
sin hojas y medio seco
cuando vengan las garúas
te retoñarán luceros
sin hojas y medio seco
cuando vengan las garúas
te retoñarán luceros
"Resistir y Florecer", ¿ puede haber acaso alguna mejor forma de expresar el milagro de la vida en el Llano? Un territorio dividido por dos cambios climáticos extremos: verano e invierno, incendio e inundación. El llanero es testigo y participa de lo que acontece en su entorno durante ambos períodos, ve plantas y animales agostarse en los veranos, desaparecer, morir de sed y también los ve ahogarse en las crecientes de los ríos, emigrar a tierras mas secas. Su sistema de vida se adapta a las circunstancias, teniendo que trasladar su ganado en invierno y regresando cuando bajan las aguas. Al respecto y en la explicación del resistir y florecer, Humberto Febres escribe:
Ve nacer, ve morir, ve sobrevivir
"el chaparro en la candela", ve resucitar "cruzando sediento
sobre la arena desnuda/ vide la tierra estrellada/ con lirios de primer lluvia"
Desde entonces en mi libro
hay no más que dos pinturas
el chaparro en la candela
y el pimpollo en la garúa
FLORENTINO
Tentación de florecer
el jasmín del espinito
besó la tierra y se fue,
desde la salida de aguas
hasta que empezó a llover
cuando puntea el rocío
el pasaje del clavel
el jasmín del espinito
besó la tierra y se fue,
desde la salida de aguas
hasta que empezó a llover
cuando puntea el rocío
el pasaje del clavel
Recordemos otros versos de Florentino y el Diablo referidos al espinito:
FLORENTINO
...Y con la del espinito
que en caja e´monte florea
le doy aroma al que pasa
y espino al que me menea
que en caja e´monte florea
le doy aroma al que pasa
y espino al que me menea
EL DIABLO
No le envidio al espinito
las galas de que alardea:
cuando la candela pasa
la pata se le negrea
Creciente inunda su sombra
hormiga lo amarillea
cigarrón chupa sus flores
bachaco anida en su brea
verano le tumba la hoja
huracán lo zarandea.
Ante esos versos, Humberto
Febres nuevamente sintetiza en apenas dos palabras el milagro: Resistir y Florecer. En efecto, el Diablo destaca en su respuesta los elementos naturales que "atacan" por así decirlo la vitalidad de la planta, pero no por eso ella es menos resistente, no muere, aguanta en la esperanza del mañana. Dice el Febres: "El Diablo sin querer ha resaltado uno de sus atributos: la
resistencia. Florentino lo ha visto reducirse casi hasta las espinas en los
veranos bravos, y recuperar sus galas al volver las garúas" por lo que
replica los expresivos versos: el asta siempre está firme / cuando el
pabellón ondea."
"Resistir por resistir no tendría finalidad ni sentido, se resiste, se
sobrevive a la espera de nueva oportunidad porque se tiene la capacidad de
continuar la vida, de ofrecer nuevos brotes, de florecer. El invierno termina,
se alejan las aguas, el espinito se agosta, perdiendo flores y frutos, no las
espinas, soporta la sequía y otros inconvenientes que el Diablo ya listó y
cuando vuelvan las lluvias, cuando de nuevo empiece a llover, volverá la
jazminada escarcha. Igual harán el chaparro y la palma y todos los seres que
pueblan la sabana, igual hará el llanero, retirándose a su rancho, a su
soledades y cuando regresen las lluvias estará él, otra vez, con su caballo, su
audacia y su canto, animando las vaquerías.
Así el espinito se erige en el
símbolo fundamental del poema y ello no fue obra sólo de Florentino, el Diablo,
lo vimos, participó en la tarea. "
Les dejo entonces estas reflexiones de tan importantes poetas barineses y del siempre admirado calaboceño, Francisco Lazo Martí. Reflexiones que aplican no solamente al medio llanero, sino a la vida misma y muy especialmente a nuestro país.
Del Espinito tan mencionado en los versos del Poeta Arvelo, casi se tiene la certeza que es la Randia aculeata, también llamado Jasmincillo (Guárico) o Cachito (Apure). Crece en sabanas bajas (creciente inunda su sombra), cuenta con abundantes espinas y fragantes flores estrelladas (le doy aroma al que pasa). Es una planta piro resistente (soporta el fuego), que crece en sabanas inundables y que mantiene una relación simbiótica con otras especies, lo cual se evidencia en los versos "hormiga lo amarillea / bachaco anida en su brea" , "Cigarrón chupa sus flores" (La brea es una maraña de raicillas que se forma en el pié de las plantas que están sometidas a largos períodos de inundación). La planta para sobrevivir al verano, bota sus hojas para retener la pérdida de agua (Verano le tumba la hoja) y tiene un sistema de raíces profundas para resistir igualmente a los vientos fuertes de la llanura (huracán lo zarandea). Omar Carrero A.
Las cosas siempre vuelven al lugar de donde salieron, señaló acertadamente el Maestro Gallegos. El regreso de Vivencias nos trae a una Maylida remozada, con un pulso poético y un enamoramiento del llano más afinados, que sin temor a equivocarnos podríamos asemejarlo a la inventada flor de la Marinela, dado que, sí a esas 3.504 horas de ausencia, las asociamos con la época de inundaciones que le oscurecen un poco las hojas a esta planta, después de la ida de las aguas , la misma “torna a vestirse, y entonces parece que hace gala de su traje lujosísimo” que da paso a unas flores que la adornan “de púrpura y oro”.
ResponderEliminarSi las ausencias viene seguidas de un regreso luminoso como el presente, nosotros los seguidores de esta página, autorizamos a su creadora a irse de cuando en vez!!
Pues mira que yo anndaba también por otros rumbos y hoy urgando en los blogs que sigo me en encontré con esta nuevaq entrada a tu blog , siempre alentándonos a dar a nuestro País, nada es casual en este Mundo. Uno se pierde, pero no se va. Vuelve siempre!
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