Hoy se cumplen 28 años de la muerte de Julio César Sánchez Olivo: poeta, maestro, cultor, escritor apureño. No dejamos de recordarlo de una u otra manera por su legado maravilloso, por su ejemplo de trabajo y amor por su tierra.
Argenis Méndez Echenique, cronista de San Fernando de Apure, fue el heredero directo de sus enseñanzas a través de su programa radial El Apure de Ayer, hoy y Siempre. Los programas quedaron grabados en cintas que en algún momento podran ser pasadas a algún formato que permita su difusión.
Hoy lo recordamos con dos poemas, uno declamado por él mismo y otro por otro valor recien fallecido como fué Victor Morillo. Ambos poemas tienen versos sublimes llenos de enseñanzas y visión llanera.
"Una serie de calamidades me acosaron últimamente, entre ellas seis operaciones quirúrgicas en menos de dos años, que culminaron con la amputación de un pié. Acorralado por estas calamidades y ante la imposibilidad de vencerlas, sintiéndome físicamente aniquilado, no me quedó otro camino-entiendo yo- aguijoneado por la rebeldía de mi temperamento, que escaparme por el rumbo del recuerdo hacia aquellos tiempos en que era toda una potencia corporal, para irme a vivir de nuevo, espiritualmente, esos primeros veinticinco años de mi vida, y apelé al canto, porque solamente cantando podía sentirme el mismo, viendo con indiferencia al destino que desahogaba su furia en mi pobre cuerpo hasta cansarse. Recordando mi vieja época de coplero al pié del arpa y por los caminos de mi tierra, le canté a ella, a mis compañeros y amigos de entonces y a lo que se me ocurrió, con ese afecto apasionado de que habla mi amigo, en el lenguaje que esa misma tierra me enseñó…..Y el destino quedaba como un tonto, distraído con mis carnes desgarradas y mis huesos mutilados, mientras o improvisaba corridos y coplas con el mismo optimismo de aquellos años idos.” Introducción del libro, Por el Rumbo del Recuerdo
SOGA DE PECHO LLANERO
Autor: Julio César Sánchez Olivo
Declama: Julio César Sánchez Olivo
El romance es la otra soga
Del poeta cimarrón.
Por eso con este lazo
De compañero aquí voy,
¡Oh Víctor Vera Morales,
Hijo de sabana y sol,
Que cuando el pasaje alegre
Salta del tiple al bordón,
Con el sabor de esta tierra,
Que es bravura y es amor,
Olvidas que en tu alma llevas
Mucho más de un aguijón
Y el verso franco te brota
Del pecho vuelto calor.
Dices que cantando voy
“en bongo del la porfia”,
Y creo que tienes razón;
Pues aquí en el valle tuyo,
Amplio , noble, acogedor,
En donde ya eché raíces,
El mismo de siempre soy:
Con la mente al pasitrote
Por Arauca y su Cajón,
Sin impactarme el destino
Que a muchos trata mejor
Y manteniendo en su sitio
La correa del pantalón.
Aunque ahora mutilado
-un solo pié y un muñón-
Por error imperdonable
De un eminente doctor,
Tambaleante con muletas
No altero mi condición
Cantemos, Víctor, cantemos
Como canta el cantador
De esta tierra ancha y pareja
Sea caporal, dueño o peón,
Que en cada copla le brota
El sexo dado por Dios
Llanero muere cantando
Se es que sabe ser varón;
Lo probó a Venancio Laya
Su compadre en la prisión.
El gallo de raza cae
De frente hacia el contendor….
¿Qué la carne se desmaya?
¡Pues en el alma hay vigor!
¿Qué la tragedia es gigante?
¡Pues se empina el corazón!
Feliz el hombre que es hombre
Y canta en pleno dolor,
Alfonso Reyes, el Grande,
Lo dijo en una ocasión,
Que por eso hasta envidiaba
Las penas de Andrés Eloy,
Porque cuando la amargura
Lo desgarró con furor
Su canto en el cielo azteca
Flameó como un pabellón.
Y hasta aquí llega mi soga
De poeta enlazador,
Cabresteando va en su punta
Cacho y muela mi intención
Por el rumbo de tus versos,
Guariqueño trovador.
Valle de La Pascua, NOV 1955
MI VERSO
Autor: Julio César Sánchez Olivo
Declama:Víctor Morillo
Mi verso viene del llano
Y vuelve al llano mi verso;
De allá viene, hacia allá vá,
Por el rumbo del recuerdo.
Como me lo dio mu tierra
Asimismo lo devuelvo:
Rudo, orgulloso, sencillo,
Sin adornos forasteros.
Retorna con su pureza,
Íntegra de nacimiento…
El no conoce los moldes
Que han fabricado los técnicos,
No sabe lo que es gramática
Ni que cosa llaman metro:
Como el ventarrón ignora,
Lindero y camino ajenos.
Solo se ajusta al repique
Rítmico del bordoneo
Cuando en el arpa, brioso,
Retoza un “Seis por derecho”
Entre las ásperas manos
Del arpista sabanero,
Marcándole la medida
Del corrido a los copleros.
Mi verso y yo somos uno,
De mi sale y voy adentro:
En mente pecho lo cargo
Y cuando hacia afuera lo echo,
en él van apretaditos
Corazón y pensamiento.
Mi verso no es como un río
De agua clara y sucio lecho:
Es como el Arauca mío,
Bárbaro, cerril, violento,
Pero de barrancas firmes
Y con un fondo sin cieno.
No soy una cosa yo
Y otra distinta mi verso.
Mi verso es el canto mío
Y yo canto como siento,
Y cantando – y sin cantar-
Soy siempre llanero auténtico:
Tengo callos en las manos,
En las rodillas no tengo
Y a mí no me compra nadie
Porque a nadie me le vendo.
Por eso mi verso vale
Justamente lo que cuesto
Y por eso lo que valgo
A mi llano se lo debo.
Valle de La Pascua: Sep 1957
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