Tenía ya bastante tiempo que no escribía y no sabía por donde empezar, pero cerré los ojos, evoqué el Llano venezolano y pensé en el mes de septiembre: en las crecientes que empiezan a detenerse, en muchas aves llaneras que están anidando: allí están el Yaguaso Cariblanco, el arrendajo y el pájaro Vaco cuidando sus nidos, mientras las garzas ven nacer sus pichones y el hermoso Gallito de la Laguna empieza a cortejar su hembra. Las sabanas aún inundadas, son recorridas de vez en cuando por una canoa, único medio de transporte posible en ese mar verde esmeralda donde puedes tocar las copas de algunos árboles con solo estirar la mano... Y en los remansos los perros de agua terminan de parir sus crias al tiempo que mas allá, la cañafistola llanera se viste de hojas nuevas. Y entre tanta vida y renacer, pienso en la inspiracion del llanero en este tiempo de poesía, canta y copla...
Me acomodé en mi silla y me dispuse a sentir mi Llano en la distancia. De pronto sentí que entre brisa y garúa se escuchaban los bordones de Apure y Cojedes en las arpas del Indio Figueredo y Amado Lovera, hermanados por los arpegios de un Gabán. El arpista de mi Tierra, le contaba a El Baúl sus cuitas con Maria Laya.
Agucé el oido y escuché desde Guárico, el inconfundible tañío de Angel Custodio Loyola cantando "acoplao como canta el sabanero", su Carnaval con sabor a "mastranto, ordeño y a paradero", "a frijol, a yuca sancochá, a topocho y a culantro e´monte"....
Más allá, desde el centro, una nube retozona trajo la dulzura del Pasaje en la voz de Marisela añorando "el horizonte apureño abierto de par en par".
De pronto, vi las llanuras de Barinas y en ellas cabalgando entre los aguazales estaba Alberto Arvelo Torrealba viendo como "la madrugada se ahoga en los esteros del hato" y muy cerca de él cabalgaba también Orlando Araujo que respiraba la sabana y le decía a su paisano " Si pudiera contarte un potrero, te contaría el cuento más bello de mi vida."
Y en ese paisaje hermoso y húmedo pasó volando al raso una garza morena que llevaba en sus alas la inspiración de Víctor Vera Morales, que recorría el Llano para comprobar que "no hay tierra mas hermosa, que el Llano de Juan Parao".
Y el sueño me llevó de nuevo a Apure, a su río majestuoso donde otrora, el manatí vivía en su paraíso y los valentones hacían sus acrobacias sobre el agua. Y avisté una canoa donde iba de patrón Daniel Mendoza, que tomaba notas para escribirlas posteriormente en su libro El Llanero:
"Cuando el Orinoco empieza a bajar a fines del mes de agosto, el
Apure desagua también y cesan las inundaciones y sólo quedan navegables
los esteros, las ciénagas, los caños; que en el transcurso del verano
disminuyen gradualmente sus caudales, o lo que es lo mismo, a medida que
se evaporan por los calores del sol.".
Después, con el corazón agradecido de haber vuelto por un momento a mi patria, escribo estas líneas y les invito a ofrecer un recuerdo a estos hombres maravillosos que dejaron su huella en la tierra llana y que llegaron o se fueron en el mes de septiembre:
Arpa que me rinde el sueño!
Amado Lovera:
A 75 años de su nacimiento y 3 años de su muerte.
09/09/1941 a 03/09/2013Indio Ignacio Figueredo, a 21 años de su muerte (03/09/95)
Copla y Pasaje
Angel Custodio Loyola,
a 90 años de su nacimiento y
31 años de su muerte ( 04/09/1926 a 24/09/1985).
Marisela , a 91 años de su nacimiento (04/09/1925)
Poesía y Letras
Alberto Arvelo Torrealba, a 111 años de su nacimiento.
Orlando Araujo, a 29 años de su muerte
Víctor Vera Morales, a 6 años de su muerte
Daniel Mendoza, a 146 años de su muerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios