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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

24 de marzo de 2010

La Sayona

Las leyendas sobre espantos en el llano, tienen muy vieja data. Se han propagado por generaciones, de boca en boca, modificadas seguramente en su contenido original por distintas versiones. Al igual que El Silbón, la leyenda de la Sayona tiene distintos enfoques con una esencia común: el de una hermosa mujer que por celos asesinó a su esposo y a su madre creyendo que tenían una relación amorosa y fue objeto de una maldición que la condenó a penar eternamente, sin descanso ni paz, espantando (y a veces matando a los hombre infieles) .
Algunas versiones dicen que enloquecida por la sospecha asesinó a su esposo y su menor hijo, quemándolos dentro de la casa y que después mató a su madre, quien con su último aliento le dijo: "Sayona serás para siempre y en nombre de Dios, que así sea"
Otras versiones dicen que tiene poder de transformarse en lobo o perro. El nombre de Sayona, viene porque se viste con un largo sayo (túnica holgada).
Esta alma en pena, por su gran belleza atrae a los hombres que cruzan los caminos buscando parrandos y mujeres ajenas. Cuando el hombre cae subyugado ante sus encantos, se transforma en un ser horrible, con cara de muerte, dientes afilados y garras que trata de asesinarlo.
En el llano cruzan distintos testimonios de estos encuentros, contados por quienes han “logrado escapar”, estando todos relacionados con hombres mujeriegos.

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