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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

18 de mayo de 2011

Chiparara

Hemos encontrado un trabajo muy bonito realizado por la profesora Maria Electa Torres Perdomo, denominado Aborígenes: olvidados de la Historia de Venezuela, donde entre otros importantes caciques, menciona al Guerrero Chiparara, quien no se doblegó ante el poder español.
Existen varias versiones sobre lo ocurrido entre este importante hombre llanero y los españoles, colocaremos la versión planteda en el trabajo antes señalado y la de Don José León Tapia, en su libro Los Vencidos

Chiparara: 
Cacique de varias tribus que habitaban la región de San Sebastián de los Reyes, cercana al Río Portuguesa. Estos indígenas fueron desplazados de su terruño por los españoles, con el fin de construir sus propios hatos. Por tal motivo se dieron frecuentes enfrentamientos en esa región ( hoy estado Guárico)

Para poner fin a esta situación, el gobernador y Capitan General de la Provincia de Venezuela, Diego Francisco Quero, propuso al capitán Diego Velásquez de Ledezma, encargarse de la pacificación en febrero de 1563. Velásquez fué al llano adentro llegando hasta las riberas del río Portuguesa el 1° de marzo.

Con sus hombres y con la colaboración de indígenas Guamonteyes, cruzó por varios ríos y caños hasta encontrar el Río Blanco, donde se enfrentaron con indígenas armados con arcos, flechas y macanas.

Después de una larga lucha desarmaron y apresaron a los rebeldes sin disparar las armas de fuego. Entre los prisioneros tomados, hombres, mujeres y niños, había varios que se desempeñaban como jefes, de los cuales el mas conocido y destacado era Chiparara, quien dijo que era “el Principal Grande”, entre su gente y los Otomanos. Que sus dominios se extendían por las riberas del río Blanco; que siempre había sido enemigo de los españoles a quienes consideraba unos “bellacos y mentirosos” y los había enfrentado en varias oportunidades en compañía de Caribes, Alquirres, Amabas, Atapaimas, Otomanos, Achaguas y Bateas; que también era enemigo de los Guamonteyes, que se habían aliado con los españoles….. y por ultimo, que no deseaba acordar la paz con los españoles, ni aceptar a su rey, ni sus leyes ni costumbres”.

Después de levantar el acta con los testimonios de los prisioneros, Velásquez procedió a repartirla entre sus hombres y a organizar la marcha de regreso. (Diccionarios de Historia de Venezuela Fundacion Polar)

Complementa la Profesora María Electa Torres Perdomo, con estos versos referidos al valiente indígena:

Comandaba varias tribus
Allá en San Sebastián
Vivían libres y felices
En esas tierras llaneras
Y cuando los invadieron
Salieron a la carrera.
El Gobernador Francisco de Quero
Propuso sin miramientos
Pacificarlos primero.
Mandó a Don Diego Velásquez
Por el mes de marzo, creo
Llegó a sus tierras sagradas
Cruzando montes y valles
Llegó hasta aquel río Blanco
Con las costillas peladas.
Allí los indios astutos
Armados hasta los dientes:
Con arcos, flechas, macanas
Respondieron muy valientes

El español precavido
No se fue de las primeras
Y apresó a los aguerridos
Les tomó la delantera.
Todo el mundo aquí cayó
Preso, sin mirar a un lado
Las mujeres y los niños
Se quedaron muy callados.
Como había varios caciques
Toditos querían mandar
Y frente a aquel español
Se dieron a respetar.
Chiparara hablo primero
Se desahogó como un león
Todo su resentimiento
Salió de su corazón
Con parsimonia y muy claro
Respetó los Otomacos
Que sus dominios señores
Llegaban hasta el río Blanco.
Que odiaba los españoles
Por mentirosos y bellacos
Que no entendía sus oles
Que eran peste, mal y atraco.
Unido con los Amabas
Juntó también los Caribes,
Otomanos, Atapaimas
Bateas y otros mas ¡que jaiba!.
Enemigo sin igual
De los indios Guamonteyes
Porque le lamían los pies
A los españoles reyes
Que atacaban a sus hatos
Que le robaban las reses
Que se llevaban caballos
De chaparrales, cien veces.
Que los dejaran en paz
Que se fueran pa´l….
Que sus tierras eran propias
Sin reserva y sin atajos

Que no acordarían la paz
Que su rey no veneraban
Que sus leyes y costumbres
Tampoco las respetaban.
Que se largaran bien lejos
Cerquita del infierno
Pero que no los …..
Ni en verano ni en invierno.
Velásquez levanto el acta
Llena de estos testimonios
La repartio entre toditos
Y se regresó en silencio
Este indio Chiparara
Aunque no era un erudito
Puso a pensar a su gente
Sabio, regio y calladito.

Sin embargo, hay otra versión de los hechos, que presenta José León Tapia en su obra Los Vencidos la cual transcribimos a continuación:

"Chiparara, su cacique mas famoso (de los Caribes), quien prefirió la muerte antes que jurar fidelidad a España, al contestarle a sus captores con toda la altivez de su raza: “ No acepto el mando de blancos porque son unos bellacos, ni reconozco a un rey tan lejano porque no lo necesito, pues poseo tanto poder como él en todas estas sabanas, hasta la costa de los mares, sobre naciones enteras de caribes, apones y otomanos. Y menos todavía, bautizarme para un Dios que solo permite una mujer porque yo tengo diez esposas”.
Esa misma tarde lo ahorcaron en la cruz de la iglesia."


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