Por mucho tiempo he estado buscando información sobre este artista del siglo antepasado, pero que a nuestros tiempos ha llegado como una leyenda del arpa llanera. Sólo había conseguido hasta el momento una breve reseña en la web ipc.gov.ve, de la cual sacamos el dibujo que acompaña esta entrada. Sin embargo uno de nuestros colaboradores, dió con un artículo muy completo denominado José Cupertino Ríos...Arpista y compositor venezolano, elaborado por Juan Francisco Sans y publicado en el sitio rasgadodeboca21.blogspot. El artículo es muy revelador y está desarrollado con base a un escrito realizado por un familiar del artista, razón por la cual, sencillamente transcribiremos su interesante historia, cumpliendo con nuestra misión de rescatar la esencia llanera desde sus orígenes.
" Hace ya ciento veinte años nació en Camaguán, al sur del estado Guárico, en plena llanura venezolana, este eximio arpista y excepcional compositor. Llega al mundo un día de San José, el 19 de marzo de 1878, en un momento histórico y en una región del país donde la posibilidad de la grabación sonora era algo distante, por no decir impensable, y donde la partitura musical era un adminículo más que inútil para una población que apenas conocía el alfabeto. Fallecido en el completo olvido y la más extrema pobreza en El Samán, una localidad del Bajo Apure, el 16 de septiembre de 1945, José Cupertino Ríos no conoció jamás el éxito que en los años inmediatamente posteriores a su muerte empezaría a cobrar la música llanera - y en particular su propia música - en los nuevos medios de difusión masiva que para entonces la popularizaron, a través del disco de pasta, la radio y la televisión. Garantía de la calidad de su música es el hecho de que sus obras se folklorizaron con extrema rapidez, entendiendo por ello el proceso por el cual el pueblo las asume como propias. La mayoría de sus piezas musicales son conocidas hoy - en el mejor de los casos - como pertenecientes a la tradición oral, es decir, como obras de autor anónimo, o bien como géneros tradicionales (subrayado nuestro), cuando no se las han adjudicado quienes se consideran herederos de ese patrimonio musical"
" José Cupertino fue hijo de Hermenegildo Ríos Maluenga -descendiente de un inmigrante español radicado en Parapara de Ortiz - y de Paula Viñas, oriunda de Camaguán. Tuvo además cinco hermanos, Jesús María, Natividad, Amadora, María de los Ángeles, Ana Margarita y Carmen. Siendo aún muy niño, su familia emigra a la parte media occidental del estado Apure, conocida como el Bajo Apure. Allí recibe clases de música del arpista Cayetano Silva. Sus primeras composiciones datan de 1892, según testimonios orales recogidos posteriormente. Era tan prolijo, que se decía que para cada baile componía de tres a cinco pasajes nuevos. Es de hacer notar que cuando hablamos de composición en esta música, incluimos también la factura de la letra."
Luego de un fracaso matrimonial, se dedica a "una vida bohemia, como la de todo músico que ha de ganarse el sustento tocando en bailes, en los estados llaneros venezolanos y colombianos, cobrando cinco bolívares por noche, transportando su arpa en burro, sometido a la recia vida llanera, a las inclemencias atmosféricas, a las limitaciones estacionales, a las distancias inconmensurables, a los forajidos de los caminos. Adonde va le sigue su inseparable amiga Juanita Toledo, con quien hace vida marital por largos años, y quien toma parte activa en su desempeño profesional, bailando en las fiestas en las que toca José Cupertino. En 1903 tiene como cuatrista a Manuel Pérez Acosta, concubino de una joven de nombre María Laya. José Cupertino y Manuel componen respectivamente música y letra del pasaje homónimo, en homenaje a esta muchacha que, como tantas otras, seguían a sus maridos y concubinos en épocas de constantes revueltas, montoneras, intentonas y revoluciones."
" En 1992 deja la vida trashumante, y se radica en la casa de su hermana Carmen y su sobrina Petra, aquejado de lepra. Mejora de esta enfermedad, y para 1926 lo encontramos ya repuesto, manejando su propio negocio, un bar-restaurant en Guasdualito, población de la parte noroccidental del estado Apure. En 1928 es detenido en el pueblo de Camaguán. Sehabía ido con una jovencita, y la familia indignada lo manda a detener con la policía. De allí nace La guayaba, un pasaje que dice así: Por aqui me llevan preso/por este camino real/ por una guayaba verde/ que picó mi turupial. En 1929, ya libre, se traslada a La Unión, un pueblo situado en la zona limítrofe entre los estados Guárico y Barinas. Le acompaña en esta ocasión una joven de nombre Carmen Leonidas Belisario, de San Fernando de Apure. A partir d eesos años se sabe muy poco de él. En 1930 se comienzan a establecer las primeras radioemisoras en la capital del país.Pasará mucho tiempo antes que la música llanera se escuche a través de este medio, por lo que el hecho no tiene ninguna incidencia en la vida musical de José Cupertino Ríos. La última noticia que se tiene de él es en 1945, año de su muerte, cuando parte de San Fernando hacia el Bajo Apure. Ha vendido ya la eterna compañera de su vida, el arpa, para fallecer en la indigencia, íngrimo y olvidado del mundo".
" Engendra José Cupertino en su tránsito vital un hijo natural, de nombre Paulino Esqueda, quien hace honor a su padre cultivando el arte de tocar el arpa. Paulino Esqueda enseñó a su vez a numerosos arpistas, no sólo la técnica, sino también todo el repertorio de su padre. Entre ellos está Juan Vicente Torrealba, figura que popularizaría años más tarde la música llanera:
Aquel vals de cuatro o cinco partes, con acompañamiento sincopado y con un rasgueo fuerte en el cuatro, cede su fuerza ante un nuevo vals-pasaje citadino de acentos débiles y suaves rasgueos que impondrá Juan Vicente Torrealba en un intento de hacer digerible la música recia del pueblo. Torrealba incluso diseña un nuevo traje nacional para su conjunto: un liquiliqui con poncho, botas y fuete, ignorando la sencillez y la belleza del garrasí y del liquiliqui campesino que no necesita extraños aditamentos. Esa nueva manera citadina de interpretar la música llanera y la propia música caraqueña, por la acción de los medios de comunicación y de la difusión del disco en 18 y 33 revoliuciones por minuto, se convierte en un estereotipo para el joven de entonces de esa generación qeu creció con la dictadura ( 1948-1958) y que comenzó su adolescencia con la era democrática apartir de enero de 1858 ( Salazar 1986: 93)
" Si la vida musical activa de José Cupertino Ríos no coincidió con el desarrollo de la tecnología necesaria para dejar constancia documental de su labor, está lo suficientemente cercana en el tiempo como para que los que sobrevivieron diesen fe de su obra. Entre 1952 y 1958, y adelantándose a los métodos que muchos etnomusicólogos pondrían por esos años en práctica, su sobrina Petra Ríos - hija de su hermana Carmen, fallecida en 1951- tiene la intuición de internarse en lo profundo del llano, con un grabador de cintas en mano, para registrar in situ y documentar los testimonios orales de una gran cantidad de informantes, amigos, conocidos, familiares, músicos, que tuvieron relación con José Cupertino Ríos o pudiesen dar noticias de él y de su música. Recoge así un material que consta de treinta cintas magnetofónicas, que contienen importantes declaraciones de muchos músicos y personajes del llano venezolano, hoy casi todos desaparecidos, además de obras musicales. Un testimonio invalorable, cuyo valor documental deja constancia de la grandeza de este músico
Dada la imposibilidad de difusión de la obra de este gran arpista por las limitaciones tecnólogicas del momento, su creación pasó de generación a generación, perdiéndose en el camino su autoría, considerándose hoy su música, parte del acervo cultural folclórico y anónimo del país.
" Dan fe de la obra de José Cupertino muchos intelectuales y artistas que como Balbino Blanco Sánchez (quien en vida rindió un homenaje a Cupertino), Germán Fleitas Beroes, Ciro Vegas, Enrique Lamas, José Urbano, Raquel Castaños, José Luis Rodríguez, Salomón Gámez, Nancy Ramos, los Hermanos Chirinos, Henry Rubio, Mariano Hurtado Rondón, Ramón Hernández, y Vidal Colmenares, han reconocido su importancia en la creación musical llanera".
Entre las piezas compuestas por José Cupertino Ríos, recopiladas por su sobrina Petra Ríos están:
"Año 1900: Nuevo Callao N° 1, Zumba que zumba
Año 1901: Caricari (El), Chipola (La), Chiricoca (La), Francisco, Guacharaca (La), Guarapo (El), Jacinta Parejo (Doña), (Sueño llanero), Quirpa (La), Merecures (Los), Mula (La), Negros (Los), Pasaje Rojas, Seis transportao, Uno y catorce.
Año 1902: Cabulla (La), Rabo e'yuca, Seis numerao, Seis por derecho
Año 1903: Caracoles (Los), Cantares (Los), Cuero (El)(Te has engañado mujer), Gavilán aragueño, Hacha (El)Majadero (El), Majestuosa (La Paloma (La) (Palomita), Pasaje Apure (Flor de Apure), Placeres (Los) (Recuerdo Apureño)
Año1904: Cariños (Los), Corazones (Los), Guayabita (La), Lamentos (Los), Mano blanca, Mascota (La), Pájaro (El Pajarillo), Pájaro transportao (El), Perra Balla, Perro de agua
Año 1905: Catira apureña (La), Garzas y luna, Hereque (El) María Laya , Pabellón (El) (La Morea), San Rafaél (El hijo de San Rafael), Ramón Guerra
Año 1906: Burriao (El), Cachinche (Despedida), Morena (La), Pasaje N° 5, Unión (La)
Año 1907: Celos de Indalecita (Los) (Los Rdos. de Loyola), Gavilán Pío Pío (Gavilán Colorao), Solito (El ) (Juan Solito), Sueño azul
Año 1908: Cariños de mi vida (Los), Carnaval (El), Cogollar (El), Corroncho (El), Ojos de Lucía (Los), Pasaje N° 4, Pavo
Año 1909: Yaguazos (Los), Picúa (La), Resbalosa (La), Seis por ocho
Año 1910: Pincelada apureña, Cortá del Guayabo (La) (Guayabo Negro), Pincelada apureña
Año 1912: Amor lejano, Bucaral, Gabán huesito (El) (Boda del Gabán-Divorcio del Gabán), Patos (Los), Puerto Páez (Los Caprichos de Don Juan)
Año 1913: Muñeca de trapo, Muñecos (Los) (Carmencita), Payara, Seis de enero
Año1914: Chicuaca (La)
Año 1915 Cinta roja (La)
Año 1920 Caprichos de Carmen (Los), Remolinos (El)
Año1921: Aquella noche
Año1922: Flores de pascua, Japonesa (La), María Antonia, Pase amigo y no me toque, Maniritos
Año1923: Marcelina (La) (Noche de lluvia-Tu recuerdo), Media estrella (La), Tigre (El)
Año1924: Aserradero (El), Banquitos (Los), Bella Rosa (La), Caimán (El), Cariaquito (El), Carmen Adela, Carpintero (El), Claveles (Los), Cundeamor (El), Flor de bora, Gamberra (La), Garceros de chamizal, Guacamaya (La), Lazo azul (El), Madrugada llanera, Mata larga, Regalito, Ruleta (La), Sindicato (El), Topocho (El), Turpial de Aragua (El), Vuelta y vuelta, Jazmincito (El)
Año 1925: Pasaje N° 1, Pasaje N° 2
Año 1926: Media rosca (La), Tempestad en el palmar, Valecitos (Los)
Año1927: Cazados (El) (Periquera-Recorrida llanera), Recuerdos de Valeria
Año 1928: Canoero del Guanare, Caramelo (Los), Carburo (El), Gallo negro (El), Nuevo Callao N° 2 (Fuente de la Coromoto - Mi Vla. Qda.), Tranquero (El), Veintitrés de enero
Año 1929: Camburito (El), Tutankamen (El)
Año1930: Brisas del Sarare, Burro negro (El), Catira zamorana (La), Felipa Flores, Frijoles (Los), Hombre y la mujer (El), Mamonales (Los), Redondita (La), Travesía (La), Tres caños (Los), Verdún (El)
Año 1934: Jojotos (Los) (Pata e'jaro)
Año 1940: Antes que te duermas, Yuca (La)".
Queremos hacer la acotación con respecto a la obra de José Cupertino Ríos, que hemos simplemente transcrito del artículo de Juan Francisco Sans, la relación de piezas recopiladas de la tradición oral de los pueblos, que su sobrina Petra Ríos recorrió buscando la información. Pueden observarse en la lista, golpes como el Zumba que Zumba, San Rafael , la Quirpa, la Chipola, el Seis Numerao, etc, que podrían ser de su autoría. Así mismo, hay en la lista varias canciones interpretadas por Juan Vicente Torrealba, con letra de Germán Fleitas Beroes, que igualmente se presentan como de su autoría, lo cual, es perfectamente posible, dado que el Maestro Torrealba recibió, según plasma el autor del escrito, clases de Paulino Esqueda, hijo de Cupertino. Sin embargo, siendo que para la época, no existía el concepto de registro de propiedad intelectual, los temas pasaban a ser producto de la tradición folclórica nacional, de autor anónimo. El maestro Torrealba, en su tarea de proyectar la música llanera y adaptarla a los gustos mas estilizados de la capital, se encargó de recopilar música folclórica tradicional, y adaptarla a las características de la música que ofreció al país. Aclarado estos aspectos, reiteramos que simplemente colocamos a título de información general, el contenido del referido artículo, sin aseverar su veracidad, dado nuestro desconocimiento de la materia; más aún cuando la recopilación, además de ser producto de la tradición oral, lo cual da un carácter si se quiere informal e impreciso, fue hecha entre 1952 y 1958, fecha para la cual ya eran conocidas en el arpa de Juan Vicente Torrealba, muchas de estas piezas. La misma situación ocurre con el caso de la canción María Laya, por todos adjudicada al Indio Figueredo. Lo que sí es indiscutible, es el aporte realizado por este ilustre camaguanense, que al igual que muchos de nuestros valores, murió en el abandono y pobreza, sin que se le valorara en vida su obra.
Como información adicional, tenemos referencia que el Indio Figueredo le contó en una oportunidad al folclorista, cantante y escritor peruano Nicomedes Santa Cruz, que su papá Pancho López le hablaba de un famoso arpista llamado Clímaco Herrera (San Rafael de Atamaica) quien era su amigo y que este músico era el creador de La Quirpa, el San Rafael y El Gavilán. Si el Indio había nacido en 1899, su padre tal vez le hablaba de 20 0 30 años atrás, es decir que ya en 1879 – 1889 se conocían estos golpes llaneros.
MAS SOBRE CUPERTINO: CUPERTINO RIOS, LA LEYENDA DEL ARPA ;HISTORIAS DE CUPERTINO RIOS. 1RA PARTE
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