Píritu, pueblo llano, caluroso y con habitantes alegres y cordiales. Pueblo abierto al forastero. Allí en ese rincón portugueseño, debajo de la ceiba que dió su sombra a los pobladores de ese pueblo desde las postrimerías del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX, nació la leyenda de la Cochina Paría.
Bajo la sombra de esta ceiba, los trasnochadores que pasaban por la plaza a altas horas de la noche, veían una cochina con muchos cochinitos que les perseguía y los asustaba. Se creó la leyenda y a pesar que en 1941, mutilaron la ceiba, la historia siguió pasando de generación a generación. Cuentan algunos testimonios que la cochina y sus cochinitos eran vistos por una sola persona, es decir los demás no la veían. Cuentan igualmente que cuando en loca carrera el trasnochador huía de la persecución del animal, la cochina con su cría se le aparecía en las esquinas antes que él llegara.
EL ENCADENADO DE PÍRITU
En la década de los 50, era usual, sobre todo en Semana Santa, escuchar entre las 12 y 1 de la madrugada, un ruido de cadenas que un sujeto invisible arrastraba desde la quebrada hasta el cementerio, pasando siempre por la carrera 7.
Testimonios afirman que se veía un jinete que sonaba cadenas y que tenia la propiedad de “desaparecer” de un sitio y “aparecer” en otro.
En ocasiones lo que se escuchaban eran pasos y cadenas que se arrastraban contra el suelo, Sin embargo, este espectro asustó a los habitantes de Píritu, por aproximadamente 5 años y luego desapareció.
Algunas versiones hablan de un bromista que aprovechandose de la leyenda, se dedicaba a asustar los habitantes de esta manera,
Fuente Consultada: Mitos y Leyendas Predominantes en el Estado Portuguesa- Carmen Pérez Montero
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