El doloroso drama de una selva casi perdida

Completamos nuestro artículo anterior  relacionado con la grave situación que atraviesan las pocas hectáreas que quedan de lo que fué una inmensa selva en los llanos occidentales, con algunos datos sumininistrados informalmente por el Profesor Omar Carrero, Ing Forestal conocedor de la situación de la reserva:

Este bosque prácticamente se unía con San Camilo y Ticoporo para conformar un macizo boscoso que cubría casi un millón de hectáreas y que hoy a duras penas se mantienen unas 12 mil de las cuales, 7.900 están bajo resguardo de la ULA  (bajo régimen de Comodato con el MPPA). 

En ese relicto  se encuentran 16 tipos de vegetación, 248 especies de aves identificadas hasta el momento lo cual representa el 38,5 %  de especies de la avifauna regional, el 10,48 % de la nacional y el 2,7 % de la mundial . El grupo Quiróptera tiene representada en el área más de la mitad de las especies del país, mientras que los grupos Carnivora y Artyodactyla (venados y similares) tienen el 42 % y el 57 %  de las especies del país. Las 30 especies del grupo  Anfibia reportadas superan a las registradas para toda la orinoquia colombiana. 

En el reino vegetal se ha identificado  533 especies de plantas,  220 especies de árboles lo que significa que 1 de cada cuatro árboles de los llanos está presente en la Estación Experimental  Caparo (EEC). También se han registrado 32 especies de líquenes y cerca de 60 especies de hongos. 

Por allí han pasado miles de estudiantes, profesores e investigadores nacionales e internacionales (de toda América latina, de USA, de Europa y de África). Allí llegan estudiantes de Harvard, Yale, Cleveland, Gottinga y Friburgo en Alemania, Wageningen en Holanda, Universidades  de Valencia y Barcelona en España, y de Polonia, República Checa, etc. 

En la EEC se han desarrollado metodologías de estudio en suelos, vegetación, plantaciones,  etc., que han sido llevadas a otros países tropicales a través de la FAO, de la Comunidad Andina y de de las Universidades.  

Sin embargo, la amenaza de invasión y destrucción total continúa latente y real. En lo que era el bosque, que hace 40 años cubría desde el río Caparo hasta el Uribante ahora hay 1.200 fundos agropecuarios y una carretera que llega hasta Guasdualito  distante a unos 42 Km.  

Queremos sugerir, para complementar esta información, seguir los siguientes enlaces relacionados con videos publicados por El Universal: UNA ALTERNATIVA ANTE LAS INVASIONES y CAPARO, LO POCO QUE QUEDA