Páginas

18 de noviembre de 2014

Personajes de Octubre


El mes de octubre  es protagonista de aniversarios de personajes llaneros de relevancia que queremos en cierto modo homenajear en Vivencias Llaneras del Abuelo.

En esta oportunidad queremos dedicar nuestras palabras de reconocimiento a tres personajes orgullo de la tierra llana: dos apureños y un Guariqueño.

A 105 años del Nacimiento de Julio César Sánchez Olivo (21/10/1909 – 22/04/1988)
El 21 de octubre se cumplieron 105 años del nacimiento de este apureño insigne, luchador  incansable del rescate del patrimonio cultural de su tierra, poeta, ensayista, periodista y promotor social, entre otros calificativos  relevantes.

El aporte de Julio César Sánchez Olivo al conocimiento del llano  viejo, fue de dimensiones extraordinarias. Dedicó su vida a difundir sus vivencias y conocimientos para lo cual usó varios medios: su pluma y  sus maravillosos programas de radio, cuyos audios quedaron en custodia del cronista de Apure, Argenis Méndez Echenique con quien intentaremos adecuarlos para ofrecerlos nuevamente al público.

A  medida que he ido avanzando en mis investigaciones,  he aprendido a admirar a ese hombre sencillo y trabajador que a pesar de las adversidades, no se rindió nunca y llevó siempre con gran orgullo la bandera de su apureñidad.  Muestra de ello,  algunos de los versos del poema “Soga de Pecho Llanero” dedicado a Víctor Vera Morales, en respuesta a “De la Pascua a San Fernando” el poema que a su vez le hiciera el poeta guariqueño  :

Llanero muere cantando
Si es que sabe ser varón;
Lo probó a Venancio Laya
Su compadre en la prisión.
El gallo de raza cae
De frente hacia el contendor….
¿Qué la carne se desmaya?
¡Pues en el alma hay vigor!
¿Qué la tragedia es gigante?
¡Pues se empina el corazón!

El Cronista de Apure es quizás quien más posea información del  aporte que hizo este poeta a su estado natal.  Precisamente en el presente año, para la fecha del natalicio de Sánchez Olivo, escribió unas líneas en homenaje a su memoria:

  “Su niñez y años juveniles transcurrieron en el medio rural sabanero, entre El Yagual y Guachara (en “Los Cañitos”), por lo que se compenetró íntimamente con las duras faenas vaqueras del Apure de su tiempo. Su poesía se centró telúricamente en la exaltación de la flora, la fauna, el paisaje y las vivencias de la gente de su querido y recordado “Cajón de Arauca Apureño”. Sánchez Olivo lo expresaba diciendo: “…si es que puede llamarse poesía - es la expresión sincerísima de un coplero sabanero apureño rebelde, orgulloso de su raza y queredor de su tierra”.

 Su rimada canta no lo desmiente, al tremolarla libremente “por el rumbo del recuerdo”:

Del alma salen las coplas
vibrantes de sentimiento
y por eso alma y cariño
hay de sobra hasta en el viento.

       En 1977, cuando nuestro poeta arribó a la edad de 68 años, dedicado en sus últimos tiempos al rescate del  acervo cultural de su pueblo, el “ilustre e integral intelectual venezolano”, como lo calificó Sánchez Olivo, Efraín Subero ((hijo de la isla de Margarita),  le dedicó unos versos, que a continuación transcribimos:

POEMA CON CUMPLEAÑOS
Para Julio César Sánchez Olivo
I
Julio César, me aturde la distancia
Que pone un imposible en el deseo
Que es lo mismo que hace la fragancia
Que despide la flor que nunca veo.

II
Julio César, contigo está el recuerdo
Que rompe en tu homenaje su alcancía.
Las monedas no son sino palabras.
Pero es siempre mi alma una alcancía.

III
Julio César, tranquila es la querencia
Que te quiere, te enjuicia y te proclama
De la vida ejemplar, déjame el leño.
Quédate tu orgulloso con su llama.

IV
Y no olvides el filo de la esquina
-su amenaza terrible es el olvido-
Y no olvides la rama cuando empina
Su cuerpo grácil donde mece el nido.

V
Los años no son más que una palabra
Sesenta y ocho veces repetida.
El guerrero que cuenta sus victorias
No repara jamás en sus heridas.

E. Subero
Caracas, 21/10/1977.


A 15  años de la muerte de Marcelo Quinto (16/01/1923 – 22/10/1999)

Marcelo Quinto, destacado contrapunteador apureño, hijo de San Rafael de Atamaica, fue otro pionero de la canta llanera. Lamentablemente es poco lo que hemos podido conseguir sobre su biografía y para  este pequeño homenaje a su memoria, tenemos que recurrir a una entrada anterior, de la cual colocamos el link: LOS HIJOS DE APURE: MARCELO QUINTO.



A 15 años de la muerte de Ernesto Luis Rodríguez (29/02/1916 – 24/10/1999)

Sin lugar a dudas, Ernesto Luis Rodriguez es un referente importantísimo de la poesía llanera. De verso culto y  lleno de imágenes  de su patria chica, su pluma ha trascendido y traspasado las fronteras de Venezuela.

La pluma de “Ernesto Luis” como popularmente se le llamaba,  es vibrante, romántica  y llena de emoción. Con ella realza de manera armoniosa y delicada, no solamente la mujer a quien dirigió muchos poemas, sino a los paisajes y costumbres del Llano.
La casa de la cultura de Zaraza, su pueblo natal, lleva su nombre. Es muy amplia su obra y genera mucho interés en el lector atento, ya que las hermosas metáforas que utilizaba sorprenden por lo acertado de sus descripciones.
Ernesto Luis, utilizó su númen también en la composición de canciones inolvidables como Rosario, Aquella Noche ( Mujer Querida), Junto al Jagüey, Valencia, entre otras,
Hemos publicado varios de sus poemas en este Blog por lo que los invitamos a colocar su nombre en el buscador, para conocer mas de la vida y obra de este importante guariqueño.

Acompañaremos la entrada con algunas de sus coplas, agrupadas con el nombre de “Cantares”

CANTARES
Ernesto Luis Rodriguez

 -I-
1..... Vistió de luces el llano
para avisar tu llegada
y en la comarca del río
hizo una torre la garza.

2 Volcaron todos los nidos
sus paraulatas al viento
y yo mis ojos alegres
sobre el país de tu seno.

 3 Por los caminos de verte
me floreció este cariño,
como a chaparro sediento
que lo enlucera el rocío.

4 De inaugurar los retoños
oyes que viene la brisa
y eres un ramo de aromas
que recogió la llovizna.

5 Todas las flores al patio
dieron su claro perfume
y a tu suspiro sus mieles
le dio la caña más dulce.

6 La canta abrió su corola
sobre el cogollo del arpa.
¡Cómo quisiera el sonido
para tu piel de guitarra!

7 De la curiara al costado
va floreciendo la espuma,
como a la orilla del alma
tu voz que todo lo arrulla.

8 Tú dices que me quisiste,
pero que ya no me quieres,
nadie recoge el bagazo
cuando la caña se muele.

9 Toda la gente conversa
que me la paso jugando,
mas como tú me desprecias,
gano dinero en los dados.

10 Tu fina piel de cochano
la parapara no envidia;
ella negrita por dentro
tiene la concha amarilla.

11 Me duele cuando tu gente
con el carbón me compara:
¡carbón será tu marido
que vive al pie de la llama!

12 No importa si te sacudes
como palmera en el viento;
si tus suspiros se caen,
 yo los iré recogiendo.

13 La brisa por los senderos
conmigo besos te manda,
pero si tú no los quieres
se los daré a tu ventana.

14 Sé de memoria los tonos
que me enseñó la guitarra,
pero por ti no sé cuántos
son los pesares del alma.

15 De Pariaguán a Cazorla,
de Tucupido a Cantaura,
cuando tú pasas, el aire
vive un olor de guayaba.

16 Si por aquella mirada
te di mi potro amarillo,
no sé ni cuánto daría
por una noche contigo.

17 Deudas de antiguos amores
ya te las he cancelado.
Préstame ahora tus besos,
que yo después te los pago.

18 Cuando eras moza te quise,
hoy ya casada te adulo;
que si la piña está verde,
prefiero el mango maduro. 

-II-
 19.- Hoy salieron por el campo
tus amores y los míos
y en la brisa levantaron
una aldea de suspiros.

20 Una aldea de suspiros
en la brisa dejaremos.
¡Ojalá que me nombraran
 comisario de tus besos!

21 Hay azules en los caños
y alegría en las estrellas,
con el roce de tu cuerpo
 se perfuman las cosechas.

22 Se perfuman las cosechas
por el llano donde pisas
y se quedan a tu paso
 conversando las espigas.

23 Mil caminos en el llano,
mil motivos en el verso,
y no hay uno que no lleve
 hacia tí mi pensamiento.

24 Vas alegre por la calle
y en tus manos la sombrilla
finge una garza de seda
parada en una canilla.

25 No querías que te viera
la pierna llena de gracia,
pero la brisa y mis ojos
te levantaron la falda.

26 Ya que tienes pulpería,
véndeme un poco de afecto;
¡mándame un real de miradas!,
 ¡dame la ñapa de un beso!

27 Son tan dulces las palabras
en tus labios de jarabe,
que las avispas me siguen
cuando vengo de besarte.

 28 Sales desnuda del agua
con el amor de la copla
y en la potranca del seno
va galopando el aroma.

29 La tinaja fue contigo
 a buscar agua llanera
y la sacaste del río e
mbarazada de estrellas.

30 Quisiera no haberte visto
o haberte visto mil veces,
o nunca haberte querido

para empezar a quererte.

31 Para besarte quisiera
domingos, lunes y martes;
y el resto de la semana
para volver a besarte.

32 En el buzón de quererte
eché una carta muy hondo:
la escribí en papel del alma
con la tinta de tus oJos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios