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10 de julio de 2017

Lluvia, Copla e Inspiración

Llegó Julio, mes de crecidas donde la llanura se llena de agua al superar su cauce los grandes ríos que surcan los Llanos. El llanero cambia su caballo o su tractor por su canoa y se orienta de manera asombrosa entre la copa de los árboles, casi tocando con la mano los nidos de las chenchenas y a los araguatos  que lo saludan con su ronco cantar. El gabán pionío recupera los nidos del año anterior y varias especies de aves se preparan para inciar su proceso reproductivo,  el ganado ha sido trasladado a tierras mas altas.

La llanura nos muestra otra de sus hermosas caras, la del ciclo de la vida, la del agua y el sol. Las especies fluviales se apoderan de la sabana y muchas de ellas  desovan en los esteros. Mas tarde, cuando el agua vuelva a su cauce, llevará de regreso los alevines a las corrientes de los ríos. Si bien es cierto que las inundaciones traen algunos problemas para el hombre de llano y muy  especialmente a los  que tienen sus residencias en las orillas de los ríos, todo forma parte del ciclo anual y el hombre sabe como afrontar las características extremas del medio donde vive.

Y sobre esa llanura inundada, haremos nuevamente un viaje desde nuestra identidad para recordar algunos hombres que dejaron huella en la historia cultural de nuestro país en este mes.  Algunos de ellos abrieron sus ojos por primera vez en las llanuras de Apure o Guárico,  otros los cerraron en los mismos lugares o en algún territorio que habían escogido como residencia en sus últimos años, pero todos dejaron un gran legado.

Empezaremos el viaje en Caracas, la ciudad capital, para recordar el nacimiento del poeta Luis Cruz, el autor de nuestro famosísimo Cumpleaños Venezolano, pero también autor de numerosos poemas y canciones enmarcados en los paisajes del Llano. Estuviera cumpliendo el día 17 de julio, 88 años:

Caracha compañero que verano
Se están secando  los jagüeyes de mis ojos
Caracha compañero ah buena lava
Ya los caballos de mis sueños se cansaron
Los años han trochado los caminos
Que Dios le puso al caballo de mi vida
Mi soga por el tiempo carcomida
Solo quedó pa´ rejo y pa manea

Enrumbamos hacia el estado Guárico, donde visitaremos la tierra de dos grandes hombres de medicina y en el camino, ante los paisajes de Venezuela, recordamos nuevamente a Luis Cruz:
"Quién será el que no suspira, con estas cosas mi hermano, quién será el que no se inspira, con esa estampa del llano, quién será el que no se siente, mucho más venezolano"

En Zaraza, la Atenas de Guárico, recorreremos las calles donde tantas veces el sabio Torrealba, vestido con su típico slak y su andar pausado, sanó el cuerpo de los pobres del pueblo, estudió las enfermedades que los aquejaban y prestó sus servicios gratuitos a quien lo necesitara, sin apartar nunca su caracter humilde a pesar de sus increíbles conocimientos que obtuvo en gran medida, de manera autodidacta. El 24 de Julio de 1973 cerró sus ojos para siempre a la edad de 77 años. Muchas anécdotas quedaron de la vida de este hombre que siempre fue hombre de pueblo, sensible ante la necesidad de la gente, indiferente a las normas "sociales" impuestas.

Luego de recordarlo y reconocer su humanitaria huella, nos iremos a Guayabal, al oeste del estado Guárico, tierra de esteros  y de arpistas, para evocar a otro médico insigne como lo fué Julio de Armas, quien cerró sus ojos el 28 de julio de 1990, a la edad de 82 años, luego de una vida llena de éxito profesional y huella profunda en los anales de la historia de la medicina en Venezuela.
Estos dos hombres guariqueños son orgullo de nuestro país, aunque  tristemente ya pocos los recuerden.

Con el corazón lleno de los paisajes húmedos de Guayabal, tomamos la  vía asfáltica nuevamente hacia  San Fernando de Apure ubicado a tan solo a media hora de camino y llegan reminiscencias del   Llano antiguo donde el mismo recorrido por agua y "bestia" podía durar dos o incluso tres días. Entramos al Puente Maria Nieves y nos imaginamos al "catire" arreando su punta de ganado sobre el Apure: 


  "Ajila, ajila novillo, dice el llanero en su canta, dice el llanero en su canta, más que canto es un lamento, que nace de su garganta"

Llegando a San Fernando de Apure, abrazamos a  Isabelita Aparicio, la novia del sol quien con su  característica forma de cantar, nos ha deleitado con muchos pasajes  del folclore nacional. El 08 de julio cumplió  72 años. Y nos recibe cantando:
 

Porque todo tu amor fue una traición
fue mentira, todo este gran amor
que juraste con tanta devoción
me engañaste lo mas que pudiste 
fingiendo alegrías  en mi corazón.

Llegó la hora de partir nuevamente y vamos bajando hacia Cunaviche, recordaremos a Antonio José Torrealba Ostos, el famoso recopilador de historias del Llano apureño plasmadas en el Diario de un Llanero a partir de 40 cuadernos manuscritos que dejó. Como otros tantos cultores de nuestro país, aparentemente no contaba con estudios formales y sus conocimientos fueron adquiridos en forma autodidacta, alcanzando un nivel cultural bastante aceptable a juzgar por detalles incluidos en su obra. El 14 de julio se estarían cumpliendo 68 años de su muerte, no conseguimos datos de su nacimiento.

Cerca de allí, en Algarrobito, habia nacido el 31 de julio de 1899 el Indio Figueredo que estaría cumpliendo 118 años. Su arpa incansable marcó un  hito en la historia del Joropo en Venezuela. El Gabán, Maria Laya,  El Pajarillo, El Cunavichero, son solo algunos de los temas que lo inmortalizaron, además por supuesto de haber sido el arpista de muchísimos copleros afamados.
Seguimos rodando hasta llegar a San Juan de Payara para abrazar y felicitar al Tigre de Payara, Francisco Montoya quien el 20 de julio celebra sus 74 años, con todo el "Sentimiento Apureño".

Si me llegas a olvidar, cielito lindo te juro que por ti muero (bis).
Llorarán los chaparrales, mi canción luna y lucero
y quedará solitario, mi sentimiento apureño
al saber que se ha marchado la mujer que yo más quiero


Plenos de sabana enrumbamos hacia  el Yagual  a visitar la tierra de don Eneas Perdomo, quien  el 11 de julio estaría cumpliendo 87 años. Los versos inolvidables de Fiesta en Elorza, suenan no solamente en su voz, sino en la de muchos copleros que la grabaron.

Y un lunes por la mañana Principio de la semana
Se despidieron mis ojos De ese lindo panorama..

Nuestro viaje está por terminar, pero nos falta algo, nos falta escuchar un "grito alegre y bochinchero" el mismo de El Cubiro, así que nos disponemos a recorrer  muchos kilómetros de sabana para llegar a Barinas y de allí a El Real, pueblo que vió nacer a Luis Lozada, el famoso Cubiro. El 11 de julio se cumplieron 21 años de su fallecimiento. Coplero lleno de energía, con un estilo único que lo inmortalizó:

                                                               cuando pegaba un grito, 
bajaba la cara el otro
parpadeaban las mujeres
se formaba un alboroto
y gritaba la hombrería
AHORA SÍ EMPEZÓ EL JOROPO!

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