Quisiera en esta oportunidad comentar un libro, que quizás ya solo se consiga en las librerías de “tesoros”, como llamo aquellas que venden libros usados o no, pero donde se pueden encontrar ediciones y publicaciones antiguas.
En esta oportunidad, estamos hablando de LLANO DE HOMBRES, del poeta Luis Alberto Crespo, donde a través de relatos recogidos en el lugar de los hechos o producto de entrevista con los protagonistas, el poeta, con su maravillosa prosa, reconstruye historias del llano viejo llenas de poesía .
Son mas bien reportajes, remembranzas de un llano ido. Dice la contraportada del libro:
“La llanura (el infinito, el caballo) y su imagen en la escritura y en la conducta existencial, han tomado la sensibilidad de Luis Alberto Crespo. Su poesía dice largamente acerca de su fervor por la tierra caída y lo inaccesible.
De tal alianza provienen con igual vecindad de paisaje y sentimiento la prosa de este libro, donde el poeta y el periodista convocan a los últimos habitantes de Venezuela de los confines de la palma, el caballo y la soga, día a día amenazada por la depredación moral y la deformación de su semblanza real e interior”.
Aunque un blog es un medio de difusión maravilloso, sería imposible colocar el contenido de todos los libros que día a día nos sumergen en el mundo maravilloso del llano venezolano. Dicen que son los libros los que encuentran su lector y no los lectores a los libros. Este es un caso que se pliega totalmente a este concepto, pues un día buscando llano entre un montón de libros desordenados, saltó a mi vista LLANO DE HOMBRES y al ver el autor, ese poeta de la prosa en cuyos escritos he galopado tantas veces a nuestro llano; sin dudar tomé el libro en la seguridad que había encontrado un tesoro. Y así fue. Llano de Hombres nos muestra el llano antiguo a través de 9 relatos cuyos protagonistas son personajes de la vida real, unos más famosos o conocidos que otros, de distintas clases sociales, diferentes pero todos leyendas auténticas de nuestro llano, llaneros de pura cepa, recios, fuertes, hombres del pueblo venezolano que como factor común mostraron esa simbiosis hombre-sabana. Todos “Con la Sabana en la Sien”. Y entre los protagonistas de las historias, no podían faltar los caballos, protagonistas siempre en los escritos de Luis Alberto Crespo.
Con palabras introductorias del también fascinante mago de la escritura, José León Tapia, Llano de Hombres, nos lleva a la “Trinidad de Arauca” y José Natalio Estrada, a Banco Alegre y Pablo Flores (La Música de las Charnelas), al Hato La Candelaria (Barinas), Manuel Felipe Concha y sus caballos “candelarieros”, a La Rubiera de Horacio Cabrera Sifontes, a Alberto Villasana y el famoso caballo de coleo “Calabocito”, Teodoro Heredia y el también famosísimo caballo “Furia”, a Nicolás Llovera y su leyenda de prosperidad, a José Giacopini Zárraga y una narración extraordinaria del origen y evolución del caballo criollo, y finalmente “Con la sabana en la Sien", título de un hermosísimo análisis de la obra del Poeta Arvelo. Las últimas páginas del libro son de versos donde el autor plasma historias de caballos.
Ya colocamos el relato de Furia con su corrío y próximamente colocaremos a Calabocito que también es nombrado en canciones de Cheo Hernández Prisco, hemos colocado también el relato de José Natalio Estrada y esperamos acercarlos a algunos de las otras historias, para compartir la magia de su contenido.
Luis Alberto Crespo le escribe a la tierra y es muy obvia su pasión por los caballos, la cual esta plasmada en sus obras de una manera tan artística que realmente es conmovedora. A pesar de su origen Caroreño y su amor por su tierra natal, ha dedicado mucho de su pluma al tema llanero, con una intensidad que hace pensar que es producto de la tierra llana. Pero bien lo dice en su relato "Con la Sabana en la Sien” dedicado a la poesía de nuestro gran Arvelo Torrealba: “No basta nacer en la llanura. Es que no se nace en la llanura. Uno nace llanura. Viene de ella a va hacia ella. Llamémosla destino para mejor contemplar su abismo tendido. Para mejor sentirnos. Ahí está, en Cinaruco, en Capanaparo y en tu manera de mirar y latir. Quienquiera haya desandado, aunque fuese con la mirada, el Apure de mas abajo, lo sabe. Está ese adiós contínuo diciéndonos quienes somos, quienes seremos”
Luis Alberto Crespo: “En 1941 nació Luis Alberto Crespo en Carora, estado Lara, esa tierra árida que lo acompañará siempre, ya que ahí fundó su mirada asombrada frente a la naturaleza. Crespo viene de una familia de periodistas, su padre ejerció este oficio, y por esa razón él también se hizo periodista cultural. Estudió periodismo en la universidad Central de Venezuela y un año antes de terminar la carrera se mudó a París y allí culminó sus estudios. Durante 16 años dirigió el Papel Literario de “El Nacional” y el semanario “Feriado” del mismo periódico. Mientras estuvo en el Papel… instituyó un estilo de entrevista particular, que llamaba “entrevistas en cambote”, en el cual varios periodistas entrevistaban a un mismo sujeto para desarmar cualquier idea preconcebida del entrevistado, y también cualquier prejuicio del periodista. Como periodista que visita los senderos de la cultura descubrió su pasión, la poesía: “Yo no tengo que mirar ese pájaro/ para que siga ahí/ dándome belleza/ Sólo necesito observarlo/en el recuerdo/ Y la rama tampoco necesita estar/ si se estremece/ Me basta cerrar los ojos/ para que tiemble/ para que la roce con el monte el suspiro.” Y ha sido una pasión constante y prolífica, ya que hasta ahora ha publicado 19 poemarios: Cosas (1968), Si el verano es dilatado (1968), Novenario (1970), Rayas de lagartijas (1974), Costumbres de sequía (1976), Resolana (1980), Entreabierto (1984), Señores de la distancia (1988), Mediodía o nunca (1989), Sentimentales (1990), Más afuera (1994), La mirada donde vivimos, Duro (1995), Solamente (1997), Lado (1999), Ninguno como la espina (2000), Llano de hombres (1995), Al filo de la palabra (1997), El país ausente (2006). Perteneció al equipo docente de los talleres de narrativa y poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Dirigió la revista Imagen. Es autor de numerosos guiones literarios y textos para libros sobre el paisaje y la geografía de todas las regiones de su país. También fue coordinador de cultura en la agencia de noticias Veneres. Obtuvo el premio CONAC, el Premio Municipal de Poesía y el Premio Nacional de Periodismo Cultural. Actualmente es el Presidente de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, una fundación del estado venezolano. Forma parte de la directiva de la Fundación A Tempo. Ha recibido distintas condecoraciones, la Orden Andrés Bello, la Orden Sol de Carabobo, la Orden Pedro León Torres, la Orden Falcón.”talcualdigital.com
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