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30 de abril de 2011

Los Hijos de Portuguesa: Joel Hernández

Nacido en  Araure, Estado Portuguesa,  el 15 de Febrero de 1.947, es abogado egresado de la U.C.V. en el año de 1974, profesión en la que se ha distinguido como estudioso de la ciencia jurídica. Hombre  en quien la humildad es digna bandera y la honestidad, un estandarte que con honor y dignidad porta, siendo ampliamente reconocida por el pueblo de Portuguesa.

En el campo de la política ha incursionado, como candidato a la Gobernación del estado en varias ocasiones, con un discurso y proyecto elevados y respetuosos hacia el adversario, de un modo tal, que alguien lo calificó como “un caballero de la política”.

Es además investigador de la sociología llanera, poeta nativista y consagrado compositor de la música popular del llano.

Según Edgar Colmenares del Valle, Joel Hernández, es quizás un creador único, en el sentido de que durante sus cuarenta años de trabajo de creación musical, se ha dedicado a exaltar y cantarle a los grandes valores de la llaneridad.

Sus composiciones están dirigidas a la vida del llano y los llaneros, a esa tierra inmensa y llana, con los hombres y mujeres que la habitan. Canta a  sus costumbres, faenas, tradiciones, modos, usos y vivencias,  porque es algo así como un juglar que cuenta y canta, todo cuanto ha sucedido en el llano.
Por ello, le ha cantado al caballo, como compañero inseparable del llanero, en la fatiga diaria en donde hombre y caballo, luchan con el toro bravío. Así lo hizo con su tema Viejo Soguero, una canción con treinta años de vida, considerada ya, como un clásico de la música popular de la llanura.

También le ha cantado a la vaca, gran valor de los llaneros, porque este animal con su vientre y sus múltiples partos, permite el crecimiento del rebaño y con su bosta hervida en la leche, ha salvado al hijo de la enfermedad del sarampión. Por ello, en el tema La Fundadora, está consagrado en hermosa poesía popular, el valor de la vaca en la cultura llanera.
Igualmente le ha cantado al Sombrero, típica prenda en el atuendo del llanero, en ese hombre de a caballo con su cobija y su sombrero calados. Porque es el llanero, quien encarna al hombre del sombrero en Venezuela. Así que en el tema Sombrero, Joel Hernández, exalta el valor costumbrista del sombrero alón, en la cultura del llano.

De igual modo, ha cantado al cuchillo, utensilio que nunca falta pendiendo en su cubierta de la cintura del llanero. En su canción la Tonada del Cuchillo, ha explicado con lujos de detalles, todo lo relacionado con el valor de esta arma blanca, que la emplea el hombre del llano para capar un toro, desangrar un caballo, naricear un novillo, picar una soga y usarlo para librarse de cualquier peligro.
Igualmente, le ha cantado al Mandador, a ese bastón de mando que usa todo peón llanero, para el trabajo y la dirección de los ganados, en los trabajos de vaquerías.

Ha cantado en hermosa poesía, al Corral, al Cuatro, instrumento de cuerdas compañero del llanero, al Bonguero, al Botalón de Horqueta, que es tormento del toro cimarrón, a La Cobija, de dos tonos, azul marino y encarnado.

En las canciones de Joel Hernández, cabalgan los jinetes encobijados bajo la lluvia, con su bayeta de color azul y rojo; y nos pinta a los “picadores” de sogas, a los cabresteros, punteros, traspunteros, a los culateros y arreadores de ganado, a los ordeñadores y becerreros y a tantas y variadas estampas y vivencias del viejo llano venezolano.

Ha cantado a la flora y fauna del llano, de tal manera, que en su temática, lo ha hecho con El Paraguatán, con El Lirio de Mayo, con El Drago, El Manirito, El Merecure y con la diversidad de riqueza forestal que tiene la llanura.

Le ha cantado al Gaván, en su tema El gabán y la gabana, porque este animal es el de mayor simbología y quizás, el ave representativa de la fauna plumífera, en la cultural popular del llano.
Ha cantado al Turpial como pájaro canoro que embellece y llena de hermosos trinos a la floresta del llano. Así lo hizo con su tema El Turpial de Laya.

También ha cantado a diversas aves como el azulejo marino, la tijereta, el sangre e’toro, el colibrí o tucusito, la paraulata y a muchos otros pájaros de nuestro llano, en su tema Los Pajarillos.
Joel Hernández, ha cantado a las vivencias y tradiciones del llano, en sus canciones  En mi Ley, Con la Soga a rastras, Tú y las Tolvaneras, La Tonada del Culatero, La Pena del Canoero, Mi Garcero, Llano Hermano, Llano Mío, Quien Pudiera y El Ordeño.
Así mismo le ha cantado a la viríl actividad de los toros coleados en sus temas Tristeza del coleador, Mi Caballo y yo, POr sus Cintas y sus Besos.

En fin, la creatividad musical de Joel Hernández, ha sido tan prolífica que continúa permanentemente contando y cantando a la llaneridad, con canciones hasta hoy inéditas como, El Brujeador, Las Historias del un Llanero, El Ojeo, Cantares,  y otras que van desde el segundo hasta el quinto cantar, en cuyos temas exalta costumbres, tradiciones y vivencias, de un llano viejo, en el cual el progreso y la tecnología, han ido invadiendo a la llanura y haciendo desaparecer, muchas costumbres y faenas que practicaban los ancestros llaneros.

Su obra ha sido de tanto interés para las actuales generaciones venezolanas, que la misma ha sido objeto de estudios académicos. Tal como lo hizo el Licenciado Yorman Tovar, quién ha estudiado en gran parte, la principal obra musical de Joel Hernández, la cual ha recogido en un libro que próximamente será editado, cuyo título es “VIGENCIA DE COSTUMBRES Y TRADICIONES DEL LLANO VENEZOLANO EN LA POESIA MUSICAL DE JOEL HERNANDEZ”, como trabajo presentado para ascender a la categoría de profesor Asociado, en la Universidad de los Llanos “Ezequiel Zamora”.

Joel Hernández se ha dado a la tarea, de comenzar a recopilar su obra musical con dos Discos Compactos, interpretados, por él y Marco Tulio Pérez, exquisito tenor y excelente médico barinés, que editará próximamente, acompañado de un libro que recoge sus opiniones sobre el costumbrismo llanero y contiene, letra y partituras musicales de treinta y cuatro temas de su autoría, con notas del autor y un glosario de los términos llaneros, que el creador utiliza en sus canciones, y cuya obra se denomina “EL LLANO, SUS COSTUMBRES, TRADICIONES Y VIVENCIAS”. Joel Hernández aspira que este libro contribuya valiosamente en escuelas, liceos y universidades, con la divulgación pedagógica de la cultura popular del llano.

Agradecemos la informacion obtenida de este poeta, a su esposa Yosaira Arias, quien nos facilitó la reseña. 

Como es nuestra costumbre, colocaremos dos temas como complemento de esta información. Ya hemos colocado con anterioridad en otras entradas canciones importantes de este poeta, cuyas letras pueden ser accesadas siguiendo los enlaces indicados en el texto anterior.  Elegimos en esta oportunidad, la Tonada del Culatero y Botalón, ambas con letra y música del “Viejo Soguero”, reservando otras para próximas entradas.

TONADA DEL CULATERO
Interpreta Hector Hernández

A malaya quién pudiera
ser como el cabrestero
que siempre marcha adelante
por estos rumbos llaneros
yo que marcho en la culata
cómo voy a ir primero
no puede ser caporal
quien nació pa’ culatero
ajila ajila novillo
por la huella ´el cabrestero
yo que marcho en la culata
como voy a ir primero
no puede ser caporal
quien nació pa’ culatero
ajila ajila novillo
por la huella´el  cabrestero.


Viejo camino
tú que conoces
la dura vida de los arrieros
me vine de mi lugar
pa’ salir de jornalero
pero mientras más trabajo
más viejo me voy poniendo
y sigo siempre en mi oficio
siendo el mismo culatero. (Bis)


Por aquí vamos novillo
cruzando el mismo sendero
atrás quedó tu potrero
allá el amor que yo quiero

Cada quién en este mundo
marcha por su derrotero
el pobre con su pobreza
y el rico con su dinero
ajila ajila novillo
y olvida tu comedero
(bis)


Viejo camino
con tus comienzos
que también tienen
su llegadero
pa’ que apurar a un cristiano
cuando va pa´l cementerio
pa’ que te apuras novillo
pa’ que caminas ligero
si atrás quedó tu querencia
y alante está el matadero. (Bis)


BOTALON
Interpreta Freddy Salcedo


Botalon de mi corral
Botalón de mi corral
Labrado en dura madera
Del corazón de la mora
De la mata julianera
Me preguntan y yo sé
Dar la adecuada respuesta
Porque más corta tiene una guía
La fuerte horqueta de tu cabeza
Buen botalón de mis corralejas
(bis)

Para que pueda enganchar
para que pueda enganchar
La soga en plena carrera
El llanero que se juega
la vida en la recia brega
De amarrar reses bravías
Hijos de cimarroneras

En el medio del corral
Según las reglas llaneras
Te enterró mi papa abuelo
Pa´ que defenderse pueda
El que trabaja con el peligro
Sin el estorbo, sin la molestia
de aquellas cosas, que no interesan

Botalón de mi corral
Botalón de mi corral
Quien no pierde la fiereza
Amarrado un bramador
Varios días sin tener cerca
Una totumita de agua
Ni canoa con buena yerba
Rumiando rabia, bramando penas
Soñando sueños de libertades
Mientras la vida se pasa negra
(bis)

Botalón tú que me viste
botalón tú que me viste
Escarmenando las cerdas
De cola y crin de caballo
Allá en las noches llaneras
Para tejer falsas riendas
Y tejer buenas falsetas

Botalón tú que me viste
Ordeñar la conuquera
La que conmigo amansaste
Siendo vaca cachalera
Dime si el tiempo no pasa en vano
Pues la faena la hago más lenta
Y ya mis sienes se están plateando

Botalón de mi corral








Al arrear ganado, los peones tienen funciones y responsabilidades específicas, que encierran cierta jerarquía la cual se puede apreciar en la canción, como un lamento del hombre que siente que no puede aspirar a mejoras en su vida y se resigna a su suerte. Los "cargos" en esta faena son: Caporal: jefe y responsable de llevar las cuentas. Cabrestero: Peón a la cabeza de un rebaño en marcha, va delante de la manada y tiene la responsabilidad de que el ganado llegue completo y sano al final del viaje. Detrás de éste y a cada lado, van los Punteros, un poco mas atras los Contrapunteros y al final, detras van los Culateros




Botalón. Según Don Julio César Sanchez Olivo: "Es un horcón que se clava en el centro del corral; termina o no en horqueta. Sirve para amarrar ajustadamente la res previamente enlazada, entonces se la manotea, se le acaricia para amansarla. A esta acción de amarrar la res, se le dice en el llano "enyugar". Armas Chitty: Poste de grosor suficiente y de dos metros de alto, que se coloca en el centro de los corrales para amansar reses o bestias.También señala el lindero de propiedad
Falseta: correa que sujeta el bozal a la cincha. Se usa para enseñar a las bestias a “darles paso”; Falsa Rienda: mecate de cerda que va del bozal a la mano del hombre a caballo
 

Los Contrastes del paisaje de abril

Como ya hemos dicho en  otras oportunidades y es de todos conocido, este año el clima ha variado considerablemente con  respecto a los patrones habituales. El verano llanero no llegó a ser tan inclemente como es costumbre, pues ha estado lloviendo copiosamente. 

Semana Santa, es usualmente el período donde el verano es mas agobiante, sin  embargo, este año sorprendentes aguaceros cayeron en todo el país, modificando considerablemente el paisaje.

Estuvimos en esos dias en el estado Guárico, por la ruta Calabozo, Corozo Pando, Camaguán y Guayabal y en algunos puntos del estado Apure.

Por esta temporada esperaba ver mucha  sequía y  poca fauna. Sin embargo las variantes climáticas que hemos estado viviendo, me dieron la oportunidad de  ver interesantísimos contrastes que quiero compartir  mediante algunas fotografías y algunas descripciones.

Sabana Mustia y reseca por el verano

Aún teniendo agua cerca, sólo algunas plantas muestran vida


Palmares resecos, sobrevivientes del quemado. El suelo empieza a renacer

Borales, agua y verdores de Caño Falcón (Camaguán). El nivel del agua es bastante bajo
Garceros via Cunaviche   


Lirio Sabanero a orillas de la carretera

Represa de Calabozo (Ver el nivel que marca el agua cuando se abren las compuertas)

Salida de  la Represa de Calabozo ( las compuertas están cerradas)

Vision de las compuertas de la Represa de Calabozo (Imagen tomada en Noviembre 2010 en salida de aguas)

Salida de la Represa de Calabozo ( Imagen de Salida de Aguas, en noviembre 2010)

 

25 de abril de 2011

Progreso a cambio de Identidad Nacional. Entrada 2/3

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Quisimos compartir algunos fragmentos de la obra del gran escritor José León Tapia, en la cual plasma el sentimiento del llanero cuando se sintió arropado por un progreso que en realidad significaba un despojo  que lo fue dejando "arrinconado" en su llano:

-Bueno compadre, esto ya no es lo mismo - te decía - , de milagro quedamos ustéd y yo viviendo en estos medios. Todos los demás o se fueron o quieren irse. Mire como nos estan cercando , compadre. Ahí mismo vienen las nuevas fincas de los que se cogieron las sabanas. Si queremos sobrevivir, debemos adaptarnos, sembrar nuestro pedacito, sembrar pasto fino, comprar padrotes cebúes como esos que ellos han traido. Ir haciendo lo que ellos hacen. Fíjese en los becerros hijos de esos toros, que gordos y grandes son. Lo que vale es la carne, compadre; vendamos todo ese ganadito criollo y comencemos a criar ganado fino cruzado. Si no, no podremos sostenernos ¡ese es el progreso , compadre, no se puede detener nunca!

Te quedaste mirándolo, mientras observabas el bajío compartido como un gigantesco damero de ajedrez, por las cruces brillantes de los alambres. Y como si lucharas con un pasado, que fue todo tuyo en esas comunidades ejidales, le contestaste con honda tristeza:

-“ Tienes razón, compadre, hay que vender los toritos y comprar los sementales. Pero hay una vaina que no me gusta, ni terminará de gustarme nunca. Esos toros cebúes, jorobados como camellos, no pitan, compadre, solamente resoplan como si tuvieran un fuelle por dentro. Por eso no puede ser que acabemos con nuestros toritos pitadores que alegran las madrugadas. El día que en el llano no se escuche mas el bramido desafiante de un toro, hasta ese día seremos llaneros, porque se habrá acabado la música de la sabana. Dejemos unos toritos, compadre, aunque sea para recordar lo que soempre fuimos” La Música de las Charnelas
*****

No volverán los días que hasta los muertos salían y la copla del cabrestero era la música de la sabana. Cielo y tierra sin obstaculos en las distancias indecisas.

Los rebaños majadeados veraneaban en los playones del rio, para invernar después en los bancales del piedemonte.

Se veía la hacienda de múltiples colores marcar con sus pezuñas la trocha blanca. Hileras largas de reses husmeando el agua y los pastos.

-Por eso no había sequia, porque les dejábamos libre el instinto
-Tienes razón Melecio. Al cortar los caminos con las cercas daba grima esa mortandad, carapachos por todas partes, tentando con la mortecina los zamuros del alcornocal.
-Aunque sobren los molinos, la sabana se acabó, los rios estant trozados y los montes desaparecieron a fuego, veneno y sierra.
-La codicia, compañero, es lo que señorea en la llanura. En cada rincón un musiú, en cada fundo una ley y los que eramos funderos, desolados buscando que hacer.
-No es para menos que añoremos cincuenta años de vida pisando el mismo suelo y sabiendo que en esta tierra se han vuelto polvo tres generaciones de nuestros muertos.
-¡Déjate de vainas camarita! A mí nadie me va a decir que es igual el recién llegado y el que tiene muertos para recordar.
-Fíjate como está desapareciendo todo, Pablo: los árboles, las garzas de los esteros, la música de las chenchenas y hasta el vuelo del yaguazo.
-Es verdad compañero, todo ha progresado, pero del progreso se han aprovechado los mismos de siempre y toda la musiuada.
-Ni a los indios de Punta Gorda les respetaron sus derechos de tierra que tenian registrados desde los tiempos de su Saca Real Majestá.
-Primero dijeron que cercaban para semprar nuevos pastos y nacieron los pastos azules; después, empezaron a vender la tierrita y la que se salvó de la ambición, la dejaron y que para meterle sementales al ganadito que nos quedaba.   La Música de las Charnelas

*****
Pero continuaba la vida con su paso indetenible, mientras lenta e imperceptiblemente aquellas gentes  sencillas y poco apegadas a los valores de un pasado sin retorno, se adaptaban a la nueva situación.
Sin darse cuenta todos seguían la corriente desbordada de costumbres extrañas y miraban las cosas de otro tiempo con desprecio y conmiseración.
En las tardes de toros coleados, los llaneros montaban a caballo usando camisas floreadas y cascos de motociclistas,como los jugadores de polo de las películas extranjeras.
La banda de músicos de instrumentos amarillos que brillaban al sol, fue suplantada por el tocadiscos de ritmos yanquis que nadie había escuchado jamás por aquellas llanuras.
Cambiaron los santos en madera tallada, por retocadas imágenes de yeso. Tierra de Marqueses.

Y así siguen enumerándose cambios acaecidos en la ciudad de Barinas cuando llegaron los hombres rubios a explotar el petróleo, mientras José María Pumar, miraba impotente cómo se iba perdiendo la esencia de un pueblo, en pos del "Progreso".

Les ofrecemos a continuación la canción "Mi Mensaje" interpretada por Cristina Maica, relacionada con el tema que estamos tratando.
MI MENSAJE
Intérprete: Cristina Maica

Señores soy apureña
Del pueblo de san Fernando
Mi temple se lo agradezco
Al gran cajón araucano
Ya que en mi corazón
Llevo sangre de centauro
Y mi estirpe de llanera
Y mujer donde me planto
Hay una razón muy grande
Que se la debo a mi llano
Haberme dado carisma
Y talento para el canto
Pues nací para cantarle
Al pueblo venezolano
Y también fuera e la patria
Mi nombre se ha consagrado
Y que la fama que tengo,
Yo misma no me la he dado
Es el premio a mi trabajo
Que el público me ha otorgado
Aunque la envidia florece
Cuando el triunfo se ha logrado
Un galardón tan difícil
Que por todos es codiciado
Hago honor a dos cantantes
Que adornaron el pasado
Doña Magdalena Sánchez
De estilo no superado
La gran Adilia Castillo
Baquiana y novia del llano
Son dos glorias del folclore
Que han cumplido su mandato
Y ahora en la actualidad
Yo soy quien sigue sus pasos
Y si hay otra competente
Que me rete a un mano a mano
Voy a cambiarles el tema
Recordando tiempos idos
Algunos años atrás
Yo quisiera haber nacido
Para haber visto a mi llano
Grandioso y reverdecido
Había hatajos de bestias
Cimarrones y novillos
Hoy en dia paisano mío
Apure ya no es lo mismo
Eso que llaman progreso
No debiera haber crecido
Después de ser los primeros
En criar ganado bovino
Resulta que en nuestros tiempos
Ese lugar se ha perdido
Y todo se lo debemos
A gente de corte fino
Ladrones de cuello blanco
Que no se dan por vencidos
Hacen las miles infamias
Con el pobre campesino
Corruptos de nacimiento
Que no reciben castigo
Y como soy Apureña
Me duele mucho decirlo
Pero me atengo a un refrán
Que en mi tierra es conocido
Mide con vara pequeña
Para cuando seas medido
Ya se me terminó el tiempo,
Adiós queridos amigos
Un saludo y un abrazo
Nunca los echo al olvido
Lo dice Cristina Maica
Cantando este pajarillo.



El Apure de ayer, de Hoy y de Siempre- Julio César Sánchez Olivo

Don Julio César Sanchez Olivo,  llanero amantísimo de su tierra, difusor de su cultura y su folclor, luchador incansable en la siembra de identidad en los corazones de sus paisanos…..

Su reseña biográfica ya fue realizada en este Blog y puede accesarla por este enlace, sin embargo, queremos transcribir parte de una especie de introducción realizada en su publicación denominada BONGOS Y CANOAS - Recuerdos del Viejo Apure, en la cual manifiesta su tristeza al tener que suspender su famoso programa radial dominical, que estuvo en el aire por 12 años:

Inauguré un programa radial en “La Voz de Apure”, aquí en San Fernando, el primero de junio de 1969 y lo mantuve durante doce (12) años y unos meses: hasta el 13 de septiembre de 1981. Mi vista deficiente y la carencia de vehículo para trasladarme a la emisora todos los domingos, me obligaron a suspenderlo: los viajes dominicales a la radio, a pié, eran ya una exposición para un viejo cegato como yo. Me dolió que las circunstancias me obligaran a no continuarlo, pues me constaba que el pueblo, la gente sencilla, el obrero, el campesino y otros sectores, sentían ese programa como algo suyo. Por eso no me preocupaban los gastos que me ocasionaba: la emisora no me cobraba el espacio, pero no tenía patrocinantes, y como era improvisado, yo cubría el costo de las cintas en donde los grababa para conservarlos.

En los primeros años escribía estos programas. La duración era de una hora. Contenían una nota editorial y una serie de informaciones sobre el pasado apureño, algunas tomadas de viejos periódicos y otras, producto de mi personal recuerdo. También hablaba de personalidades relevantes de la región, unas ya desaparecidas y otras vivas, pero unas y otras desconocidas para la mayoría de los habitantes de nuestra tierra. Mi empeño era hacerles saber a los hijos de Apure y a otros que lo ignoraban, que, aparte de los gloriosos hechos de la guerra de la Independencia, teníamos un pasado luminoso en el campo de las letras, que contábamos con intelectuales de valía y que la raza apureña en todos los niveles sociales había demostrado ser de altísima calidad.

Los programas escritos y de una hora de duración fueron por pocos años. Después los reduje a una media hora y los hacía improvisados: yo vaciaba ante el micrófono recuerdos de hechos muy conocidos por mí, como la vida de invierno en bongos y canoas, las faenas de las vaquerías y los quehaceres del hombre en el fondo de la llanura. Los escritos se los obsequié al Lic. Argenis Méndez Echenique, quien se ha dedicado a investigar y escribir la historia regional. Yo conservo solamente las grabaciones.” (…)
He resuelto darles salida a la luz a estos relatos por la vía de las publicaciones del Cronista del Estado, para que lleguen sin costo alguno al pueblo y a los muchachos del pueblo.

San Fernando de Apure: 3 de febrero de 1984

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22 de abril de 2011

El Apamate Poeta - Hugo Estrada Ripari

EL APAMATE POETA
Al Nazareno de Achaguas en su día Miércoles Santo

Apamate árbol poeta,
Tú, del verde te despojas
Para vestirte de lila,
De un suave morado claro,
Con que asumes el paisaje
Con tu ramaje florido

Cuando por verano seco
El paisaje se hace triste,
Tú, el Apamate poeta,
Rompes la monotonía
Y cual lilácea acuarela
Nos recuerdas de Su Amor

Y cerca del Viernes Santo,
Te apresuras, Apamate
A cuajarte en ramilletes
Para así en danza florida
Y alfombrados los senderos
Camine suave El Señor

A lo largo de tus ramas,
Con el pasar del verano,
Se desprenden mariposas
De un tenue y pálido lila,

Naturalista Mexico

Que en revuelos caprichosos
Danzan de la copa al suelo

Tú, el Apamate poeta
Con la lluvia de amatistas
Ves sembrando el suelo rosa,
Cual alfombre de milagros
Para que camine suave
Con su cruz el buen Jesús

El Nazareno, con su ropaje morado,
Dulce el rostro ensangrentado,
Se le hace mas suave al paso,
Cuando triste hacia el Calvario
Tú, Apamate poeta
Le extiendes alfombre lila
 Hugo Estrada Ripari

21 de abril de 2011

Los Felinos del Llano. Entrada 2/2

Mano Gorda y Cunaguaro 
Existen confusiones con la identificación de estas especies en las distintas páginas de la web, y nos ha resultado dificultoso diferenciarlas. Tal cual dice el poema de Don Hugo Estrada Ripari, defensor de la fauna llanera apureña, la diferencia es muy pequeña entre el cunaguaro y el mano gorda. Como Leopardus pardalis identifican indistintamente al Cunaguaro y al Mano Gorda. Sin embargo, en algunas páginas identifican al Cunaguaro como Leopardus tigrinus. De forma tal que si algún lector puede aclarar o corregir, de ser el caso, las definiciones y nombres aquí planteados, agradecemos dejar el comentario o comunicarse con nosotros via mail. Nos guiaremos para hablar un poco de ambas especies, por el contenido de la web damisela.com, que consideramos es bastante cuidadosa al clasificar las especies de los distintos animales.

Teorema Ambiental
Los dos son casi hermanos
Con muy poca diferencia,
A no ser por las muñecas
Y patas de mano gorda
Ambos gustan de la noche
Y son muy inteligentes.

Se pasean con la noche,
Buscando su ración diaria;
Durante el día descansan,
Del ajetreo nocturno;
De allí lo sacan los perros,
En cacerías desde el río

Su piel es la más preciada,
Y por ella es perseguido.
Su población se reduce,
El compás de los disparos,
Solo se logran salvar
Los que se alejan del río.

Info Aniomales

De fácil domesticar,
Aprende a comer de todo
Como gatico obediente,
Criamos un mano gorda,
Compañero a todas partes,
Para el asombro de todos.

Su mansedumbre duró,
Con el frito o salcochado,
Pues al saborear lo crudo,
Y la sangre de la carne,
Los instintos retornaron,
                                                                                Y se convirtió en ¡la fiera!.
                                                                                                    Hugo Estrada Ripari


También llamado Ocelote,  el Mano Gorda, es uno de los gatos grandes. Los adultos logran una longitud en la cabeza y el cuerpo entre 68 cm y un metro, más la cola que puede lograr los 42 cm. Pesan entre 7 y 15 Kilogramos.
Presenta una gran versatilidad en su hábitat, pudiendo habitar selvas húmedas, zonas montañosas y hasta semidesérticas. Son de hábitos preferiblemente nocturnos, pasando la mayor parte del día durmiendo en las ramas de los árboles o escondidos entre la vegetación. Tiende a emboscar a sus presas. Se alimenta de mamíferos medianos y pequeños (rabipelados, cachicamos, roedores) .También comen reptiles (caimanes, lagartos y serpientes) y huevos de tortuga. Cazan aves, cangrejos y algunos individuos de esta especie, son buenos pescadores.
Se encuentra distribuido por toda América, desde el sur de Estados Unidos, hasta el norte de Argentina.
Se cree que las hembras en esta especie crian cada dos años. El período de gestación es de 70 a 85 días. Las madres tienen de uno a cuatro cachorros en cada parto.
Tiene el pelo corto de color pardo amarillento con rosetas y manchas pardas con bordes negros, que pueden estar distribuidas en cadenas paralelas longitudinalmente. El vientre es blanco y el rostro presenta seis líneas longitudinales oscuras. Sus orejas tienen una mancha blanca. Hay individuos con melanismo en esta especie. Tiene las patas bien formadas y relativamente grandes, de allí el apodo de ‘manigordo’. Son animales terrestres, pero como la mayoría de los felinos son buenos trepadores. La cacería deportiva representó el principal peligro para este especie, a partir de 1970, pero las medidas protectoras, hicieron reducir la captura de pieles para la exportación. En la actualidad, es perseguido por considerarse una especie dañina y la destrucción de sus hábitat lo hacen vulnerable.

El Cunaguaro, también llamado Oncilla, es  natural de América Central y América del Sur; su distribución comprende desde Costa Rica hasta el norte de Argentina. Prefiere las zonas de mucha vegetación y se alimenta de pequeños mamíferos y de aves.
El período de gestación en esta especie es de 74 a 76 días. Normalmente la madre sólo tiene un cachorro en cada parto, pero pueden llegar a ser hasta tres. Los recién nacidos pesan de 92 a 134 gramos.
“La parte dorsal es pálida y hasta café parduzco oscuro o leonado, con manchas o rosetas pequeñas de color negro con el centro de color café oscuro, pero en ocasiones forman rayas u óvalos estrechos. La parte inferior es blanca con manchas negras. El pelaje es pequeño. Los ojos son amarillentos y ante el reflejo de la luz son de color amarillo brillante. Las patas son pequeñas y las patas delanteras son más anchas que las patas traseras”.
Fuentes Consultadas: Damisela.com, fudena y wikipedia


La Onza (Felis yagouaroundi o Puma yagouaroundi)

Imagen http://petbioufc.blogspot.com
El felino más salvaje
Su rapidez y color,
La hacen difícil de ver
Al borde de la espesura,
Donde se interna veloz
Al sentir ruidos extraños

Nunca ha sido amansada,
Pues su salvaje intención
No la abandona jamás.
De color rojizo oscuro,
De cuerpo de recia fibra
Es poema de la selva.
Se mantiene con pichones,
Huevos, mamíferos, reptiles;
Su instinto depredador,
Le viene con leche de madre,
No hay forma de que se olvide
Que la vida es cacería
Hugo Estrada Ripari

Al igual que el león (puma), la onza inicialmente estaba clasificada como del género Felis, pero posteriormente fue reclasificada en el género Puma.
También llamado Leoncillo, es un felino de pelaje pardo a negro uniforme, sin manchas. Está distribuido desde el sur de los Estado Unidos hasta el centro de Argentina. Recibe diversos nombres comunes en las diferentes regiones en donde habita, como yaguarundí, león breñero, gato moro, gato colorado, onza, guina, gato lagarto, gato nutria gato eyrá, gato servante y zorro-gato
Es de talla pequeña, del tamaño de un gato doméstico, cráneo muy similar al puma y con forma de nutria, pescuezo largo, piernas más bien cortas, cabeza pequeña y cola larga; Existen dos tipos, uno de color castaño rojizo y otro parda casi negra o grisácea, pudiendo estar presentes ambas en la misma camada. Alcanza una longitud de 50 a 70 cm de largo, más la cola que mide de 30 a 60 cm. Mide en promedio 33 cm de altura Los adultos alcanzan un peso entre los 3,5 y 9,1 kg
En esta especie las madres tienen de uno a cuatro cachorros El período de gestación es de 70 a 75 días Alcanzan la adultez entre los dos y los tres años de edad. Se le estima una longevidad de 15 años.
Habita en lugares donde la vegetación es densa con algunos claros, pero se le puede encontrar desde regiones semiáridas donde predominan la vegetación con espinas hasta en sabanas húmedas.
Se alimenta de pequeños mamíferos y aves. También caza reptiles y anfibios, y se beneficia de los peces que quedan atrapados en las orillas de los ríos y lagos. Es más activo durante el día.
Fuente Consultada: Damisela.com y wikipedia

La Montaña de San Camilo. Un caso de Extinción. Entrada 8/8

Con esta entrada, concluimos  el tema de la extinta Montaña de San Camilo. Quede toda esta información como un aporte a la difusión que sobre ella han hecho algunos cantantes y los viejos llaneros que la recuerdan y la cuentan a sus nietos.

La destrucción de la montaña de San Camilo formó parte del proceso desordenado que se dio en las tierras situadas al norte del Orinoco en la segunda mitad del pasado siglo, en donde la expansión de la actividad agrícola y ganadera, a expensas de los bosques, dio al traste con millones de hectáreas de florestas, destruyéndose así además de San Camilo, a las montañas de Cutufí y El Nula en Apure; de Santa Rosa, Soropo, Ticoporo, Anaro y Caparo en Barinas; Turén y Ospino en Portuguesa; Pao, Orupe, La Tigra y Yaguara en Cojedes y por último, Tamanaco, Guarumen y Memo en Guárico.

La extinta Fundación Ecológica Doña Bárbara, publicó en 1994 un follero denominado RESERVA FORESTAL DE SAN CAMILO, UN CASO DE EXTINCIÓN, que contiene una sentida prosa en verso llena de imágenes, denominada SELVA DE SAN CAMILO, de la autoría de Hugo Estrada Ripari, hijo del famoso poeta José Natalio Estrada y Presidente de dicha Fundación como: 

Un homenaje póstumo a la Gran Selva de San Camilo, declarada Reserva Forestal de San Camilo, por el Ministerio de Agricultura y Cría el 2 de Febrero de 1961, y que hoy aparece lamentablemente destruida, habiéndose desaparecido su inmensa riqueza, estimada en cinco millones de metros cúbicos de madera fina, cuyo aprovechamiento no aportó ningún beneficio para nuestro estado Apure o el país en general.
Este tipo de atrocidad debe ser censurado.
Esto no puede quedar en el olvido nacional irresponsable.
Debe sentarse un ejemplo, para que nunca más, otros de los eternos “siemprevivas” de esta noble Patria abusen de las riquezas que le pertenecen a todos los habitantes de esta tierra.
Más grave aún, en el caso específico de la Reserva de San Camilo, la cual era de tal belleza que hubiese sido digna de ser considerada como Patrimonio Ecológico de la Humanidad”

"  Por otra parte, aquí también queremos dejar aun testimonio a la desidia, a la irracionalidad, a la irresponsabilidad, como un mensaje para que todos los nietos de Venezuela permanezcan siempre atentos y vigilantes, a fin de evitar futuros abusos ecológicos, pro parte de los “siempre-vivos” de esta noble Patria Venezuela”

La publicación está profusamente ilustrada con dibujos a plumilla del artista Edgardo Briceño, Pintor de la naturaleza apureña, los cuales fuimos colocando a lo largo de las anteriores entradas, dejando éstos últimos como ilustración al doloroso hecho de haber destruido ese paraíso vegetal y animal.




SELVA DE SAN CAMILO
Hugo Estrada Ripari

Grande, imponente, majestuosa,
Tupida, sombría, exuberante,
Nebulosa, fecunda, vigorosa,
Capital de flora y fauna
Así sentí la legendaria selva.

La montaña de San Camilo,
Patrimonio de este Estado,
Que cruzaban “los cagones”
Con ganados rumbo al Táchira,
A potrero y a cuchillo.

EL “guate” García Camacho
Gran comprador de ganado,
Las penurias de su paso
Con las reses, le narraba,
A mi abuelo y a mi padre.

Y Calzadilla Valdéz,
En “Por los Llanos de Apure”,
Nos dejó para la Historia,
Lo precioso de la selva
Y el arreo de los ganados.

Gran Selva de San Camilo,
Densa, umbría y perfumada,
Entre bejucos y flores
Y ramazones caídas,
eras todo un Paraíso.

Dominabas dos Estados
Y lindabas con Colombia.
En Apure cubrías llano
Con tu imperio vegetal
Y eras de todos, orgullo.

Era tal la profusión
Del ramaje entretejido
Que al moverse con la brisa,
En un coro de crujidos
La selva se convertía.

En la época de lluvias,
La selva era sofocante,
Se acentuaban las fragancias
Y las bandadas de insectos,
A todos atormentaban.

Entraban por Boca de Monte,
Y cuando al fin se salía,
A pesar de los peligros,
Lo hacían por EL Teteo
En costas del Uribante.

El pasar de un lado a otro,
Casi doscientos kilómetros,
Se hacía con hombres recios
Acostumbrados al monte
Y a convivir sus percances.

En el período seco,
Florecían todas las plantas.
El calor se soportaba
Con el pasar de la brisa,
Y el terrón se endurecía.

En todo momento había
El pavor a la creciente,
Ella arrastraba con todo,
Ganado, ranchos y gente,
Y nunca dejaba nada.

El terreno hacía difícil
Que los caballos arrearan.
Bajíos de tierra fofa, raíces,
Surales, zanjas, cunetas,
Dificultaban las vías.

El cruzar la gran montaña
Conduciendo los ganados
Les tomaba siete días;
Si no surgían contratiempos
Que alargaran las jornadas.

Unos treinta claros grandes,
Servían de “rancherías”,
Donde acampar por la noche.
Se encerraba con la tarde,
Para evitar los percances.

Al terminar la jornada
Se contaba el lote arreado
Al gritar “¡Viva la Virgen!”
Anunciaban los arrieros
Que el lote estaba completo

Los árboles que allí había
Semejaban Catedrales
Inmensas copas cerraban
Con sus encajes de fronda,
El traslucir del rey sol.

Se encontraban grandes áreas,
Lares de una sola especie:
Samanes, mijaos, caobas,
laureles, araguaneyes,
Hacían un olimpo verde.
Bucare, acacia, apamate,
Vara de maría, mijao, cedro,
Saqui-saqui, palmeras, ceibas,
Convertían la espesura
En jardín de eterna flor.

Una gran filigrana verde,
Entrelazaba las copas,
Trepadoras, bejucos, hiedras,
Orquídeas, enredaderas, musgo,
Obsesionaban la vista.



***************************
En turnos de floración
Y al pasarla sin ganado,
Era cual alfombra de oro,
Rubí, turquesa, lila, rosa
O cualquier tonalidad.

Parásitas coronaban
Los troncos entrelazados,
Y sus flores exquisitas
Hacían de esta “galería”
Un patrimonio mundial.

Regia natura en flor,
Con perfumes tan sutiles,
Entrelazada en bejucos,
Tan revestida de musgos
Que parecía encantada.

Y para que se recordara,
Que una vez un paraíso
A los hombres se les dio;
Esa montaña encantada,
De animales se colmó.

Capuchinos, Marimondas,
Araguatos, dantas,perezas
Picures, chácharos, osos
Hormigueros y meleros,
Enriquecían la espesura

Pájaros de gran color:
Guacamayas, loros reales,
Turpiales, arrendajos, búhos,
Conotos, ponchas palomas,
gonzalitos y paujíes.

Y entre los gritos de arreo,
Y el mugir de los arreados,
Se oía el canto de las aves,
El tropel de las manadas,
Y el rugido de las fieras.

Los tigres en la montaña,
A menudo tenían carne,
Pues las reses rezagadas
En los verdes vericuetos,
Le daban festín seguro.

Los pájaros de la selva
En las horas de trabajo;
Enamoraban con trinos;
Pero con llegar la noche
Otros cantos, daban miedo.

Al llegar las carreteras,
Dejaron de arrear ganados,
Y parece que olvidamos
La Reserva de San Camlo;
Y así otros la acabaron

Su pecado fue ser bella,
Demasiada exuberancia,
Que nadie le defendiera,
No eras de ningún estado,
Y por ello sin dolientes
Se apropiaron tu riqueza.

Nunca debemos callar…,
Ni podemos silenciar….,
Este abuso sin razón….,
Un crimen de ecología….,
Un ecocidio insensato….,
Sin ninguno responsable.

Fue una masacre apurada…,
Un alevoso arrebato;
Auspiciado por personas,
Que les importa muy poco,
Destruir para ellos solos,
Lo que pertenece a todos.

Tres lochitas para el fisco,
Millón al depredador.
Que triste es hoy la historia,
Que tenemos que contar,
Con lágrimas de García,
Y dolor de Calzadilla.

¿Qué lustros han de pasar
Para que lo depredado
Pueda volver a surgir?
¿Quién pagará la desgracia
Que le infligieron a Apure?
¿Quién se lo explica a los nietos?

¿A que justicia llamamos,
Para estos depredadores
Del poder prevalecidos?.
Que arrasaron la riqueza
De nuestro Estado Llanero
Y de Venezuela entera.

¿Hasta cuando se desgracia
A un país tan generoso?
¿Hasta cuando insensatos,
Enroscados en patrañas,
Acabando con la tierra,
Acabando con la Patria?

Su destrucción significa
Toda la fauna perdida,
Los ríos sedimentados,
Su riqueza disipada,
Mas pobreza para Apure.
….queda la desolación.

Apure puede ser llamado:
“TIERRA DE LIBRE SAQUEO”.
Y a juzgar por todos los hechos
Que pasaron y aún pasan.
Tenemos que aceptar el mote
Y hacer coro a Calzadilla:




























































































































"algunas autoridades, quienes validos de su autoridad los unos y los otros de la impunidad e irresponsabilidad del bandoleraje en masa, y todos del desamparo y aislamiento de las alejadas regiones, marcan su paso por ellas con actos de expoliación y de barbarie inaudita, en la convicción de la falta absoluta de quien vendrá a tomarles en cuenta su infame conducta…” Fernando Calzadilla Valdés.



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20 de abril de 2011

La Montaña de San Camilo. El Hachador Perdido. Entrada 7/8

También se generó en la Selva de San Camilo Leyenda del Hachador Perdido,  recopilada por Hipólito Arrieta, cantante y compositor nacido en la población barinesa de Guacas, en el borde mismo del monte de San Camilo.

Montaña de San Camilo
déjame quieto montaña
deja que algún caminante
vuelva a cruzar tu maraña
me rece los siete credos
que me están haciendo falta
porque es la única forma
de poder salvar mi alma.



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19 de abril de 2011

Los Hijos de Apure: Manuel Luna y su Sentimiento Apureño

Otro gran artista venezolano. Nos apoyaremos para conocer un poco de su vida, en el artículo realizado por el Prof. Elvin Barreto Guédez, quien nos autorizó a transcribir el texto publicado también en el blog Cellunerg

"  En el fundo Vista Hermosa, cercano al viejo pueblo de San Rafael de Atamaica, en el bajo Apure; encontramos a Manuel Luna, conocido entre sus paisanos y amigos con el remoquete de blanco pobre, dado por el pescado que es común en la zona.

Manuel nació el 7 de diciembre de 1925 en Las Guaiquitas, sabanas del renombrado hato La Candelaria – el mismo que evoca Antonio José Torrealba Osto y Rómulo Gallegos – cercano a San Miguel de Cunaviche del estado Apure.

“Sesenta y seis leguas de sabanas tiene La Candelaria, desde La Culata hasta La Trinidad…”, nos dijo Manuel, quien conoce desde que era un niño esos parajes como si fueran las palmas de sus manos y que además recorrió, estando mediano, arreando reses y bestias.

Encontramos a Manuel en los quehaceres del fundo con la camisa abierta, los pantalones arremangados y calzando botas de hule. A pesar de sus años, se mantiene vigoroso, con una sonrisa y un cacho a flor de labio. Se contentó mucho al saber de nuestra visita y luego de saborear el tinto y entrar en calor, iniciamos la entrevista preguntando acerca de sus inicios en la música de las sabanas, contestando:
- A los dieciséis años empecé a tocar arpa oyendo a famosos como Julián Sánchez y Gabriel Lamuño. Yo hacía mis propias arpas poniéndoles alambres de cobre y tripas de puerco espín. Mi primera arpa grande me la hizo mi padrastro Julián Tomedes, que también era músico. Mi primer baile lo toqué en San Nicolás, en el camino a San Rafael, en la casa de Esteban Macea. Después me iba por el río con el coplero Delfín Coboruco ó Curuco, como le decíamos, a tocar hasta Ciudad Bolívar y Valle de La Pascua…
Prosiguió contando su historia Manuel Luna:
…Estando en Caracas para el año cincuenta y dos me metieron con el conjunto número cinco de los Juancheros de la Polar, junto con Pedro Emilio Sánchez, que era el cantante. Estuve dos meses con el conjunto y después me fui pa’ mi pueblo… Hasta que recibí un telegrama firmado por mi compadre Julio César Sánchez Olivo, que me decía que Loyola necesitaba de un arpista…

Cuenta Manuel Luna:
…Ensayamos y me quedé con Loyola. Iba de retirada el arpista Lucio Mendoza. Loyola y sus guariqueños eran muy famosos. Estuve con ellos por cinco años. Con mi compadre Loyola grabé por primera vez: “Pasaje contramarcado”, “Puerto Miranda”, “El Cimarrón”. Estos dos últimos con música mía. Con Loyola y sus guariqueños grabamos en total nueve volantes, que eran los discos chiquitos de cuarenta y cinco que traían dos temas. Era tanta la confianza que me tuvo en vida Loyola, que me hizo director del grupo. Recuerdo que estuvimos de gira por Caracas, San Juan de los Morros, Valencia, Maracay, Guanare, Acarigua y Barinas. Por cierto que en esa gira, Loyola hizo la letra del pasaje “A Barinas”, con música mía…
Continuó explicando Manuel, que tuvo que abandonar a Ángel Custodio Loyola y su agrupación para el año 1960, por motivos familiares: “Tuve que escoger entre Loyola y mis hijos…”. Entonces, Manuel se residenció en San Rafael de Atamaica para dedicarse con su esposa Emma Emperatriz Gámez a levantar la familia, un total de nueve párvulos, cuatro de ellos con dotes musicales. Años después de nuestra vista, doña Emma murió de una penosa dolencia, en San Fernando de Apure.

A pesar de las atenciones a la familia y el fundo, para Manuel no fue nada fácil desprenderse de la música. Poco después, ha mediado de la década de los sesenta, empezó a ser frecuentemente visitado por un arpista que se iniciaba en el mundo de la música y la grabación, ese era Omar Moreno Gil. Omar, en su condición de director artístico de las disqueras Cachilapo y Discomoda, visitaba a Manuel y a otros músicos en búsqueda de material para grabar en los estudios que se encontraban en Caracas.

La fama de compositor de Manuel tomó resonancia nacional con el pasaje Sentimiento apureño, siendo la letra de este emblemático tema llanero de dos poetas de postín: Valentín Carucí y Pedro Emilio Sánchez. En relación a Sentimiento apureño, existe una anécdota que nos contó Omar Moreno Gil:

En una ocasión Pedro Emilio Sánchez estuvo de paso por Apure y escuchó una música de arpa que le impactó. Se decía que era autoría de Rogelio Gómez, que era arpista y policía de profesión. Como hombre ladino, Pedro Emilio memorizó ese pasaje y como no tenía letra, se la compuso. Fue a Caracas y se entrevistó con su cuñado Valentín Carucí y le propuso que buscara un cantante y un arpista para grabarla. Valentín nos buscó a José Francisco Montoya y a mí, aceptamos e inmediatamente ensayamos con el trozo de letra que recordaba Valentín. Pedro Emilio debía presentarse el día de la grabación con el resto de la letra, pero no llegó. Entonces, Valentín decidió completarla con su puño y letra…
“El éxito nos estaba estrechando…”, nos dijo Omar, pues, grabaron el pasaje y otros temas en enero de 1965 en los recién estrenado estudios de sonomatriz de la Fábrica Venezolana del Disco (FAVEDICA), para el sello Discomoda, que dirigía César Roldán. Montoya y Omar bautizaron con el nombre de Sentimiento Apureño el pasaje grabado, que seguidamente se convirtió en un éxito musical, siendo el inicio discográfico de José Francisco Montoya junto con el arpa de Omar Moreno Gil.
Pedro Emilio Sánchez y Valentín Carucí compartieron la autoría de la letra y la música, finalmente, resultó pertenecer a Manuel Luna y no a Rogelio Gómez. Para aquel tiempo, Montoya y Omar se entrevistaron con Manuel y éste les firmó una autorización en donde se reivindicaba como autor musical de Sentimiento apureño. La calidad de posteriores producciones musicales de Manuel Luna demostró quien era el verdadero compositor.

Otro importante pasaje de la letra y música del cunavichero Manuel Luna, grabado por primera vez en la voz de Jesús Moreno y el arpa de Omar Moreno Gil, es Camino de mi Esperanza.(....) Otro tema renombrado, autoría musical de Manuel Luna es Los Maizales, con la letra del poeta barinés Eduardo Hernández Guevara.

En reconocimiento a su labor artística, el gobierno municipal de San Fernando de Apure inauguró el 22 de agosto de 1998 el Centro Cívico Cultural Don Manuel Luna, el más grande e importante de la localidad, en donde se imparte a la juventud de San Rafael y sus alrededores, clases de arpa y otros instrumentos musicales.

Como audios a esta entrada, colocaremos Camino de mi Esperanza, interpretado por Jesús Moreno y una versión de Sentimiento Apureño por Francisco Montoya


CAMINO DE MI ESPERANZA
Interpreta: Jesús Moreno

Cuando se quiere en verdad
amor querido,
nada importa la distancia
lo unico que te exijo
de corazón
que en mi amor tengas confianza

Se puede perder el tiempo
pero menos la esperanza
si los caminos se mudan
en mí no esperes mudanza
porque siempre soy el mismo
aunque tenga una tardanza
(bis)

Tengo presente en la vida
amor querido
al compás que el tiempo avanza
que debo de estar contigo
oye mi vida
esas son mis esperanzas

El día que este junto a tí
terminaran mis andanzas
y seremos muy felices
ubicado en nuestras pampas
en un ranchito llanero
con potrero y vacas mansas
(bis)



SENTIMIENTO APUREÑO

Aunque me cueste la vida , mujer querida
nunca olvido tu cariño (bis)
Cariño que le robé, a aquel jardín florecido
porque tú sabes que fui, jardinero de tu lirio
al jardín de tus amores, me conduce tu camino
Prendido como los broches, como los broches prendido
me quedo en estos palmares y sufrir es mi destino
pero contento y feliz porque tengo tu cariño
Si me llegas a olvidar, cielito lindo te juro que por ti muero (bis).
Llorarán los chaparrales, mi canción luna y lucero
y quedará solitario, mi sentimiento apureño
al saber que se ha marchado la mujer que yo más quiero
Quedarán desamparados aquellos broches prendidos
Porque se marchitará nuestro jardín florecido
al marcharse el jardinero que cultivó tu cariño.

RESEÑA DE LOS CANTANTES MENCIONADOS: JESUS MORENO; FRANCISCO MONTOYA;   
ANGEL CUSTODIO LOYOLA

18 de abril de 2011

Juan Bruno Espinoza- Llanero de pura cepa

Nacido el 1895 en Achaguas, hijo de Don Bruno Espinoza y Doña Benigna Ramírez. Vivió en el hato “Mata de Totumo Floreño”, situado a 3 leguas de Mantecal. Fué una leyenda en Apure, simplemente por su condición de llanero auténtico.

Desarrolló su infancia haciendo las faenas propias del llano de su tiempo y del medio en que vivía. Llanero auténtico, amante de su tierra, ya adulto vino a Caracas donde se relacionó con importantes personalidades disidentes de la dictadura del momento como Andrés Eloy Blanco, Francisco Pimentel, Manuel Martínez, Pedro Sotillo, Leoncio Martínez entre otros. 

A pesar de sus inquietudes literarias y políticas, no encontramos información concreta sobre alguna obra, acción o arte en que se haya destacado, salvo el hecho de haber sido un llanero que amó su tierra, tal como lo muestran los poemas que a continuación transcribimos de la pluma de Don Julio César Sánchez Olivo y Don José Natalio Estrada, el primero de los cuales fue publicado en el Diario 2001 en octubre de 1995, como un homenaje a “Juan Bruno Espinoza Ramírez, un centauro del llano apureño, amado por su región, de quien se cumplen 50 años de su desaparición física”. En el mismo artículo se publicó también un romance a Reinaldo Espinoza Hernández, su hijo, de la autoría de Germán Fleitas Beroes, en cual publicaremos en una próxima entrada

JUAN BRUNO
José Natalio Estrada


Para rezarle oraciones
Vino un viento forastero,
Tañían campanas de luz
Juan Bruno se está muriendo;
Pero se ausentó sin odios
Hondo vivir fue su anhelo
Por caminos que le amaron
Señero en su potro negro


Porque uno mata si no ama
Puñal de odio y desapego,
Lento agonizar de olvido
Veneno del no te quiero!
Cuando a un querer cimarrón
Se mantiene en cautiverio,
Y espinas de siete rosas
Hacen sangrar un recuerdo


El se nos marchó cantando
Caminito veranero
Cuando lo inunda la lluvia
Rasguea su cuatro un momento
Para decir su canción
Mientras lo ahoga el estero,
Y velan sobre su sombra
Blancos lotos sabaneros


Por el sendero enlunado
Se encendieron pebeteros,
Han hechizado la noche
Aromas del bosque fresco
Un trasunto de mujeres
De ojos y cabellos negros,
Taumaturgia de la lluvia
Femeneidades del viento


Vino rojo en las acacias
Burbujas el aire quieto
Que no humean en la sabana
Los tizones del infierno
Lluvia, mójame la cara
Que me despeinen tus dedos
Quedo, que escucha Juan Bruno
Tus pisadas en su sueño


El llano se quedó alegre
Porque le copió su acento
Trina mejor el turpial
Brilla mas claro el lucero
Que no en balde canta un hombre
Sin que se adivine el eco
En aguas de hondo soñar
Y en los rostros del silencio.


Estan cantantado las cóitoras
Los albores del invierno
Y bailando los picures
Danza de luna y luceros
Alma del llano que espera
Con el corazón sediento
A que lo arrullen las nubes
Y lo duerma el aguacero


Yo no te quisiera triste
Llano que tanto te quiero
Pero se va el corazón
Por rutas del sentimiento
Si está Juan Bruno Espinoza
Alerta en su potro negro
¿quién le robará una rosa
De su florido sendero?


Cantor de tantos caminos
Te deletrean en invierno
Reflejos del verde llano
En los cristales del cielo,
La brisa que va enlazando
Con soga de treinta metros
Un tropel de risas locas
Una estampa de recuerdos


Mas vale que no supiera
Que lo mas tienesu menos,
Aunque nunca fuera rico
Tenía su canto, sus sueños,
Cálido apretón de manos
Su soga para el ojeo,
Su guitarra y sus caminos
Su luna y su ¡Yo te quiero!




ESE JUAN BRUNO NO HA MUERTO
Valle de la Pascua 20/08/54
Julio C. Sánchez Olivo

Tu José Natalio Estrada
Gran llanero cien por ciento,
Maestro con las maracas
Y con el verso maestro
De los que no se hacen nunca
Porque son de nacimiento
Permite que yo también
Aunque poeta pequeño
Con la soga del romance
Eche el lazo del recuerdo
Hacia Juan Bruno Espinoza
El auténtico apureño,
Hombre por los cuatro lados
Como todo hombre completo,
Juan Bruno el de blusa en mano
Ante los toros matreros
Y el que en rochelas y ojeos
Maneja el lazo certero;
Juan Bruno, el que en noche oscura
Silbando un “Seis por Derecho”
Va despeinando pajales
En su caballo rumbero;
Juan Bruno el galanteador
En potros faramalleros;
Juan Bruno el que al pié del arpa
Desgrana sus sentimientos
Y pasa noches enteras
Con amigos parranderos
Entre copas de aguardientes
Y tazas de café negro;
Juan Bruno, el del chiste agudo:
Juan Bruno, alegre y sincero
Que entrega su corazón
Junto con los cinco dedos;
Juan Bruno, sobre la pampa
Desparramando en afectos….
Ese Juan Bruno Espinoza,
José Natalio, no ha muerto,
Como no morirás tú
Ni tampoco moriremos
Los que llevamos metido
Muy hondo a Apure por dentro,
Pues nuestra alma forma parte
Del alma del llano inmenso.
Cuando ríos como el Apure
Y el Arauca estén resecos
Y las lagunas sin agua
Ya mas nunca sean espejos;
Cuando no haya entrada de aguas
Palpitantes de aleteo:
Cuando el llano chamuscado
No despide el olor fresco
Que por la primera lluvia
Se le evapora del cuerpo;
Cuando por el mes de mayo
No haya lirios sabaneros;
Cuando no sean los palmares
De las nubes barrenderos
Cuando aroma de mastranto
No recoja mas el viento;
Cuando su canto de alerta
En plena noche de invierno
No lance el gallito azul
Desboronando el silencio
A lo largo y a lo ancho
De esteros y mas esteros;
Cuando el carrao ya no llame
Insistente al aguacero
O al gran amigo perdido
Una noche sin luceros
Con centellas dibujando
Grietas en el cielo negro;
Cuando del toro no se oiga
El pitar salvaje, fiero
Ni del caballo arrogante
El relinchar altanero;
Cuando arpa, cuatro y maracas,
Sean unos mudos eternos;
Cuando no hay en Marisela
Cariño, caliente y tierno
Y el llanero ya no tenga
Quien lo espere en el tranquero;
Cuando voz de la llanura
No oigamos en la del trueno;
Cuando el potro del Escudo
Contento tolere aperos;
Cuando se acaben los rumbos
Y el horizonte….. allá lejos….
Entonces , José Natalio
Si es verdad que estamos muertos
Aunque andemos caminando
Muy vivos de carne y huesos.
Pero mientras cielo y pampa
Se junten pecho con pecho
-esa pampa boca arriba
Y boca abajo ese cielo-
Engendrando la pujante
Vida que en todo la vemos
Como presencia constante
Del autor del Universo;
Mientras todo eso palpite
Te lo juro, compañero,
Que sobre esa tierra grande
Siempre presente estaremos
Aunque la muerte se empeñe
En quitarnos el resuello
Y haga que polvo se vuelva
En la tumba nuestro cuerpo.
Por eso Juan Bruno sigue
Alerta en el llano abierto
Lazo en mano y copla en labios,
Montado en su “Su potro negro”
Y se le oirá el pasitrote
Por bajíos, bancos y médanos
Rumbeando hacia el bordoneo
Del arpa de Figueredo.
Ese Juan Bruno Espinoza
José Natalio, no ha muerto:
La sabana maternal
Lo carga en brazos de aliento