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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

26 de junio de 2017

Mi Bella Tierra, Irina Indigo

En estos tiempos de dolor y necesidad de Venezuela, en esta hora menguada donde hay tanto sentimiento desbordado,  tanta oración y a la vez tanto odio; en estos tiempos donde nos desconocemos como hermanos nacidos en la misma tierra, en estos tiempos difíciles de esperanza y desesperanza, donde las familias se separan y quedan comunicadas por los hilos de las redes sociales, donde los que están dentro viven resolviendo la necesidad inmediata y donde los que están lejos, van sorteando día a día la forma de sostenerse en un suelo extraño sin despegar su pensamiento y su amor de su terruño....
En estos tiempos cada quien busca la manera de expresar su sentimiento o ayudar de lejos o cerca poniendo un grano de arena y muchos artistas reconocidos o no, han puesto su inspiración para  expresar su frustración o su esperanza, para desahogarse o llevar aliento, para recordar buenos tiempos, tradiciones, costumbres o renegar de lo que es ahora Venezuela.
Hoy quiero compartirles la inspiración de uno de esos venezolanos, se trata de mi hermana Irina Indigo, quien compuso esta canción de esperanza y fe para Venezuela. Quiero comentar que en el video muchas de las manos que se ven son las de mi familia, hoy dividida por kilómetros  de distancia pero unida con el corazón. Son nuestras manos plasmando la esencia del venezolano, y sobre todo la esperanza de reconstrucción. El video también hecho en casa, incita a la unión, al perdón, al cambio, a despertar en un nuevo a amanecer...



7 de junio de 2017

Se nos fué La Pluma de Oro del Llano

Se nos fue otro de los pioneros de la música llanera. Don Eladio Tarife, "La Pluma de Oro del Llano" partió hoy 07/06/2017, precisamente en el día de su cumpleaños N° 86.
Cuando hace unos días decidí retomar Vivencias hablando de Barinas, no sospechaba que tan pronto le dedicaría a Don Eladio otras líneas, por ser digno representante cultural de ese estado y ser el autor de Linda Barinas, la canción que es un himno para esa región.

Hoy con poco tiempo para estructurar una entrada completa sobre el sensible poeta que dejó una importante huella  en el país, me remito a un sincero homenaje hecho al artista por otro poeta de gran importancia para Barinas, como lo es Guillermo Jiménez Leal. Ya lo habia publicado en octubre del 2011 y hoy se los comparto de nuevo.

Queda la satisfacción de que se le hicieron varios homenajes en vida y fue reconocido su arte en todo el país. Hoy está recorriendo los "caminos de palma y sol" de su linda Barinas.

 "De la pluma llanera del poeta Barinés Guillermo Jiménez Leal, queremos hacer también un pequeño homenaje a la Pluma de Oro del Llano, Don Eladio Tarife. Este artículo fue publicado recientemente en la revista Llano Record y me encantó por su poesía y sensibilidad:

"Una garúa deja caer sus hilos finísimos y frescos, como primas de arpa sobre la mañanita, en pleno llano. El olor a bosta se confunde con los efluvios de hierbabuena y mastranto que despiertan las gotas de agua. Cantos de chenchenas y alcaravanes, alternan, acentuando la polifonía. Con suaves bramidos, casi con música de cobres graves, se escucha la becerrada inquieta, esperando el viaje hacia el mamanto. Alguna vaca, levantando el hocico, también brama como de consuelo para su recién nacida cría, allá en el corral, esperando el ordeño. Un muchacho zagaletón, se rasca la cabeza en la puerta del rancho y se aprieta el gorrete; la camisa abierta y los pantalones chupulunes, cortados de uno viejo y mas grande, apenas conservan la bragueta cerrada, abajito del mecate que los sostiene a la cintura. El muchacho ya decidido se lanza hacia el corral, rejo en mano y pies descalzos, sumiéndose apenas en la tierra recién mojada. El chaclán del barro lo delata y algún becerro se espanta. Un cantío de gallos se orquesta con los ronquidos espaciados de algún araguato, en una mata cercana. De tiempo en tiempo, un tábano zumba junto al ganado. Al lado, en el chiquero, un marrano se barajusta. En la cocina, voces de mujer murmuran rutinas del fogón, mientras le arriman las tusas, soplando, a las topias donde se refugia la candela de ayer. Había comenzado otra jornada para Eladio, el becerrero de Las Moritas, fundo ubicado al otro lado del río Guanare y del Guanare Viejo, donde había nacido un 7 de junio, allá por 1931. Genaro Yajure, también peón de fundo, supo enamorar a Gregoria Tarifa, ya así la tierra arismendeña recibió a su eximio cantor".

"Cuando de fundó la primera escuela de Arismendi, la Escuela Graduada “Unión”, Doña Gregoria mandó a su hijo al pueblo, casa de su hermana. El maestro de la recién creada escuela era Ramón Villegas Izquiel, personaje de una remarcable cultura, amante de las letras y las Bellas Artes; además poeta, aficionado a la música y animador cultural. Fue él quien trajo a esas apartadas regiones, la primera guitarra que Eladio vio. Eladio había visto en esos predios sabaneros, bandolas y cuatros, con los que se animaban los bailes y las fiestas casuales, y siempre mostró una viva inclinación por la música. Becerrero al fin, le cogía gusto a las coplas madrugadoras con las que le tocaba llamar a las vacas y hasta improvisaba algunas. En una ocasión, el maestro Ramón Delgado, viendo su curiosidad, le fabricó un cuatrito de Caracaro, y se lo encordó con tripa de Puerco Espín, animal al que los lugareños llamaban Runche, dicen que por el fuerte olor de la orina. Pero Eladio apenas logró sacarle al instrumento uno que otro acorde. Su hermano o mayor, el coplero Luis Hernández, se lo quitó y lo regaló a otra gente, arguyendo que todos los “cuerderos” paraban en borrachos; tendría nuestro muchacho unos siete años.

Sin embargo, un acontecimiento inesperado acentuó a aún mas el apetito musical de Eladio Tarife: De lo lados de Cunaviche, en Apure, llegó al hato un llanero llamado Bernardino Raya, con un arpa terciada y arte para tañerla. Eladio cuenta que a la hora que el maestro afinaba el instrumento, él se acercaba, sigilosamente, por el otro lado de la pared, a escuchar los registros.

La musicalidad de Eladio se refugió entonces en la guitarra que el maestro, cuando no la tocaba, guardaba en la Dirección de la Escuela. Bastantes años más tarde, la recordaría con acendrada emoción cuando escribió:

ven acá guitarra mía
Ven a hacerme compañía
Cantemos una canción
Tú que fuiste la testigo
La que siempre va conmigo
Y sabes bien como fue….

"Como en muchas escuelas de la época, en las fechas conmemorativas se realizaban actos culturales con la participación de los alumnos y del Maestro. Allí tuvo Eladio la oportunidad de dar rienda a sus talentos literarios, componiendo coplas para situaciones y personajes que el maestro le indicaba".

"Pero este extraordinario maestro (Ramón Villegas Izquiel) “hizo otros aportes al hirviente mundo interior de nuestro poeta barinés. Nunca olvidará Eladio, las ocasiones , cuando su preceptor empuñaba las seis cuerdas y, una vez afinadas, cantaba viejas y nuevas canciones, de esas que se escuchaban en la Radio, momentos en que el embeleso se apoderaba de aquellos balbucientes espíritus. Y un punto excepcional en aquella invalorable heredad: un librito recién editado, que el maestro guardaba como un tesoro: “Glosas al cancionero” del también barinés y poeta Alberto Arvelo Torrealba. El maestro solía terminar sus clase con la recitación de poemas de su afecto, siendo aquel librito uno de sus preferidos. Desde los primeros versos, aquellas décimas produjeron una tan especial intensidad en Eladio que se convirtieron en su alimento diario; hasta tal punto que se sintió impelido a -en sus propias palabras-robarse el libro, para, a la luz de una vela, releer y copiar los pasajes que más le llamaban la atención. Así comenzaba una amalgama de palabra, llano y canto que mucho ha nutrido el repertorio del compositor de Linda Barinas".

"Entre llano y lecturas nuestro eximio artista fue cultivando su musa y fraguando lo que llegaría a ser la hermosa obra que hoy el mundo disfruta y admira. De la escuela a la Prefectura, como escribiente, y luego a La Victoria, estado Aragua, como soldado, nunca le faltaba una guitarrita para armonizar sus inquietudes. Precisamente, en el cuartel, por voluntad del oficial de turno, le fue cambiada la última vocal de su apellido; de Tarifa a Tarife, a la hora de elaborar sus primera cédula de identidad".

Al Salir del cuartel, como dice la canta, “se sintió faculto y dueño de su albedrío” para formar un conjunto criollo con los hermanos Florentino y Leonardo Carvajal, al arpa y cuatro; y Antonio Encinosa en las maracas”.

Precisamente “Barinas"se llamó el recién formado conjunto musical. Por aquella época se grabaron sus primeras composiciones: “Provincianita”, llevada al acetato por Juan Navarro y “Marisela”, por Edith Salcedo. Luego formó parte de “Los Juancheros Polar”, donde compartió con los artistas famosos de la época, y en 1963, graba por primera vez Linda Barinas y de allí en adelante su creación musical de alta poesía siguió recorriendo el país en la voz de connotados artistas venezolanos, hasta merecerle el nombre de “La Pluma de Oro” del Llano. “Dé el se comenta como compositor y en buen criollo; “no tiene desperdicio”

Como aporte adicional a este artículo a mi juicio muy hermoso, colocamos a continuación,  algunos de los temas de Eladio Tarife, cantados por él mismo.



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2 de junio de 2017

Los Hijos de Barinas: Orlando Araujo (14/08/1928-15/09/1987)

Nacido en el pueblo de Calderas, estado Barinas, la infancia de Orlando Araujo tuvo condiciones que marcaron su vida y su sensibilidad. Tuvo de su padre la experiencia  de la vida ruda de campo, sin ocultársele desde muy temprana edad  la severidad y violencia del medio de montaña en el cual se desenvolvía. De su madre obtuvo la sensibilidad, el sentimiento poético y la delicadeza del hogar.
Nos apoyaremos para esta reseña en el trabajo dedicado a Orlando Araujo por Carmen Mannarino:

"Uno de los grupos de inmigrantes que llegaron a Calderas, fue dirigido por su abuelo General Sebastián Araujo, quien condujo la marcha desde la Loma de San José, en el estado Trujillo, hasta Calderas, montado en una mula con el hijo pequeño, también de nombre Sebastián, recostado en su pecho y cubierto por su barba "oceánica". Tres décadas después, otro niño, de nombre Orlando, recorrería esos mismos caminos: "recostado en su pecho (el del padre) al principio y jinete a su lado, mas tarde, yo también recorrería los caminos de una tierra que aquellos hombres domaron para quienes vendríamos después."

Y salió a estudiar:
Calderas no ofrecía posibilidad de culminar estudios de primaria, por ello Orlando fue enviado a Barinitas a la casa de unos familiares.
"Entró a la ciudad siguiendo las leyes de la caballería andina: erguido en la silla con andoneo mediano de la bestia, mano izquierda en el freno y mirada al frente, con tanta seriedad que un señor exclamó en voz alta:- Y monta bien el guatecito. Lo de guate (andino llegado al llano) no le agradaba. tampoco cuando en Los Andes, lo llamaban llanero, por el hecho de ser barinés. Lo de gocho le parecía mas acertado. Al fin y al cabo, todas sus vivencias de formación tuvieron por marco  natural al piedemonte barinés y la montaña trujillana. Su pronunciación era de andino, sus ojos entoldados, también."

Fue excelente estudiante en Barinitas y se dedicaba a escribir cartas de amor por encargo. "...las entregaba al enamorado dobladas en forma de corazón o de barco y recibía el pago de tres lochas o real y medio si llevaban citas de autores". La escritura de cartas lo acompañó durante toda su vida.

La situación económica de la familia era difícil  y por esa época el entonces gobernador del estado, Alberto Arvelo Torrealba, le concedió una beca con la que pudo terminar sus estudios. Continuó estudiando en Boconó y Valera, ciudad ésta última donde comenzó su fama de escritor al ganar el premio "Rafael Rangel". Luego emigró a Caracas ya para hacer estudios universitarios.

Orlando con el esfuerzo paterno, había salido de Calderas a estudiar. No le fue impuesta una
profesión aunque en esos tiempos y lugar, las opciones favoritas de las familias eran ser  militar o cura. Correspondía por ser el hijo varón, que estudiara algo que le permitiera sostener económicamente su familia, por ello, a pesar de su inclinación por las letras, se decidió por Economía. Sin embargo quiso el azar que en un descuido administrativo de la Universidad Central de Venezuela, apareciera inscrito en dos carreras: Economía y en Filosofía y Letras y decidió cursarlas en paralelo. El resultado fue la graduación Cum Laude en Economía y Summa Cum laude en Letras. De allí fue economista y escritor lo que le permitía equilibrar la ciencia con el sentimiento.

A pesar de que ejerció la Economía  obteniendo incluso importantes cargos, las mayores satisfacciones se las dió la escritura. La Economía era su medio de sustento y la ejerció con pasión y vocación de servicio, hasta que un día sintió que ya no pertenecía a las oficinas ni a los importantes cargos, entonces decidió dedicarse a la docencia y ejercicio profesional individual. Escribió varios libros sobre Economía, seguro como estaba de la importancia de dicha ciencia para el progreso del país y su independencia alimentaria. Para él el ejercicio de sus dos profesiones era complementario y no se sentía a gusto desarrollando solo una.

La Inspiración del album de recortes.
La mente  y corazón de los niños poseen una enorme sensibilidad. En el caso de Orlando Araujo,  el album de recortes de su madre ejerció una atracción infinita y canalizó su propia inspiración. "Era un album forrado en tela rosa con una rosa de marfil incrustada, y adentro, recortes con poesías de varios autores y de la propia Edén ( su madre) y también canciones pegadas en sus páginas. De la lectura, sin mucho entender lo que decían los textos, a Orlando le atrapaba la música de las palabras. Además el album contenía postales, fotos, rizos, y flores disecadas: toda una atmosfera de romanticismo. En el recuento literario de su vida, él escribió: Y se acabó lo de cura y militar porque gracias al álbum de recortes de mi madre, descubrí que yo habia nacido para sufirir a solas."

Sus personajes y cuentos

Los personajes de sus cuentos, son reminiscencias de gente del pueblo. Todo lo que quedó grabado en su recuerdo y en su corazón, encontró salida años despues es su obra. El contacto infantil con su padre y las enseñanzas de éste, fueron luego plasmados en sus historias, como algo inseparalable al del paisaje:  "Quebradas, ríos, caminos, mulas, caballos, junetes, arrieros, escoteros, fogones, lejanías". Muchos de sus personajes aparecen en toda su obra, porque su obra era como la vida misma, y tiene por tanto una secuencia .

Y se deja deslumbrar por el Llano
Orlando se sentía en deuda con la otra geografía de su estado y un día decidió conocerlo a fondo y empezó estudiando la poesía de Alberto Arvelo Torrealba y fue tanta su emoción que terminó escribiendo un libro sobre la obra del insigne poeta: Contrapunteo de la vida y la muerte, con el que obtuvo en 1975, el Premio Nacional de Literatura.
Con la obra del poeta Arvelo, la lectura de las dos obras de Rómulo Gallegos ambientadas en el Llano, y usando como baquianas las letras de José León Tapia, Virgilio Tosta, Víctor Mazzei González y Eduardo Alí Rangel, se introdujo en la magia de la tierra llana.
"Quizás algún temor oculto le había retardado un contacto mas directo con la sabana. Para los caldereños, era de allá de donde llegaba la recluta" (...) "Además, el habitual recogimiento en sí mismo del andino frente a su horizonte cortado por montañas, se desconcierta frente a la planitud sin frontera: "Me asusta la inmensidad, y me turba y me postra el sol naciendo a ras del horizonte.""

Programa  el viaje, y parte desde Barinas hasta Puerto Nutrias, parando en cada pueblito y conversando con su gente, como quien quiere sacar la esencia de la persona en cada encuentro. Se detiene ante cada río conociendo su sección ancha y tranquila en contraste con la parte caudalosa que él conocía.
"Las montañas fueron separandose, el mundo fue poniendose muy ancho, el cielo despejado y a tierra muy plana. La voz del río fue calmándose y sus aguas, que ahora eran las de muchos ríos y quebradas y torrentes  recogidos por el camino,  fueron extendiéndose de orilla a orilla. era ya un río grande. Había llegado al llano...."
A partir de allí ya sus escritos contemplaban las dos geografías de su amado estado.

El Padre y  los cuentos para los mas pequeños 
Orlando buscaba la compañía de los niños, se entendía muy bien con ellos. Tuvo cuatro: dos niñas de su primer matrimonio y dos varones del segundo.  En un momento dificil, estando preso en el  cuartel San Carlos (por un escrito subversivo según el gobierno), dedicó dos hermosas cartas-collage a sus hijas y el cuento Miguel Vicente, pata caliente, que trataba de un limpiabotas con ganas de conocer el mundo; cuento que tuvo el premio de mejor cuento infantil del quinquenio 1966-1971, reconocimiento en Colombia y Mención de honor en la UNESCO, en 1979. Luego de este cuento y su aceptación en el mundo infantil, escribió otros siete reunidos en el libro Los Viajes de Miguel Vicente, Pata Caliente, donde el pequeño personaje echa a andar por la geografía venezolana  en lomos del caballo Cometa," el caballo de Marco Polo".
En El niño y el caballo aparece otro personaje, José de Jesús, niño campesino que vive hermanado con su caballo y recorre los impresionantes paisajes de Barinas: "Jinete y caballo pasitroteaban, tecleaban el piafante paso diagonal de  calle, andoneabam lomas; y en sabana abierta, galopaban, galopaban, hasta perderse en el horizonte entre la tierra y el sol, como una flecha de reluciente cobre disparada por el arco de los vientos hacia el más allá de los más allá del mundo." José de Jesús es el protagonista de una saga de 7 cuentos donde se refleja la vida misma.

Orlando solía decir que lo único que dejaría a sus hijos eran sus libros, y en efecto fue su manera de trascender, no solamente en su familia sino en cada venezolano que ha leído su obra. 

En 1978 escribió  a sus dos hijos las "Cartas a Sebastián para que no me olvide", hermosa trilogía llena de amor, valores, principios y afecto. La primera carta inspirada en la protección de los niños, fue la que dio nombre a otras 35 dirigidas a los jóvenes donde su sabiduría se evidenciaba en escritos de desbordante sentimiento de amor.  "Pequeño es grande alrededor del hombre y el único tamaño del hombre es aquellito que lleva por dentro, delante de los ojos de su corazón. El amor es poder abrir los ojos y sentir por dentro."

Orlando y la amistad:
La amistad  incondicional fue otra de las banderas que esgrimió Orlando Araujo durante toda su vida.
"un amigo es el espejo donde tú eres él, no apagues esa luz y  no le falles en cualquier oscuridad"

"Yo no tengo mas patria que el amigo y yo solo voy con los amigos míos".

"Permanece vivo el Orlando Araujo generosidad, Orlando pasión de vida, el amigo a toda prueba y en toda circunstancia, el amigo de los niños y jóvenes, el defensor de las causas perdidas, el hombre sediento de justicia social, el conocedor y practicante de lo humano y  lo divino."

"Renacerás siempre en el recuerdo y en el verbo inmortal de tus libros".Jose León Tapia