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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

29 de septiembre de 2011

Ahí viene la Paraulata- Alberto Arvelo Torrealba

Y para los mas pequeños, o los mas grandes que como yo conserven intacto  al niño interior, estas DECIMAS INFANTILES  glosadas del poeta Alberto Arvelo Torrealba, dedicadas a sus hijos Alberto y Mariela. El audio es una versión muy agradable del también poeta Guillermo Jiménez Leal

AHÍ VIENE LA PARAULATA

Ahí viene la paraulata
Con la canillita seca.
Gavilán no se la come
Porque no tiene manteca

El diostedé del urero
Lo oyó en el cañaveral
Se lo dijo el turupial
Al arrendajo coplero,
El arrendajo al maicero,
El maicero a la camata,
La camata al pico e´plata
El pico e´plata al chorlito
Todos en un solo grito:
¡AHÍ VIENE LA PARAULATA!

La garza como ninguna
En el señero donaire
Con una pata en el aire
Se pone a ver la laguna.
Como rayito de luna
El airón se le desfleca.
Con la envidia en una mueca
Dice al verla la  pavita:
Lástima la pobrecita
CON LA CANILLITA SECA.

Don gavilán está fiero
Acurrucado en su mata,
Despierta la paraulata
Llamando al cucarachero.
Rimará su cancionero
Cuando el sol temblando asome
Y todo el huerto se arome
Del rosal al tamarindo,
Como ella canta tan lindo
GAVILÁN NO SE LA COME

Al niñito que no es malo
Le echa cuentos  Baltasar,
Le enseña coplas Gaspar
Y Melchor le da el regalo;
El caballito de palo,
El avión o la muñeca.
La bruja malvada y seca
Cuando pasa el rey suspira;
Pero Melchor ni la mira
PORQUE NO TIENE MANTECA


Estaba Colgado de un Tigre!!!

"Llegamos a un sitio que era una quesera que llamaban Rito Requena. Llegamos oscuro. A mí se me había quedado un colgadero (cuerda para guindar el chinchorro). Le digo: papá , se me quedó un colgadero. Me dijo: Chico, busca por ahí falsetas que los llaneros hacer y dejan por ahí. Yo, buscando en lo oscuro, hallé una broma suavecita y colgué. Cuando me acuesto que me estoy meciendo me jaló una broma pa´rriba. Ajá, le digo, papá aquí está un muerto.
-No chico, muerto no sale- respondió el papá
Me quedé quieto. Al rato cuando me estoy quedando dormido me volvió a jalar pa´rriba, ahí fue cuando…….. era un tigre!!!! ¡Yo estaba colgado del rabo de un tigre! Entonces el animal se zumbó arriba de la troja. En lo que se zumbó, se llevó el chinchorro. En lo queamaneció me fui por el rastro del animal. Encontré el chinchorro metido en una mata e topocho, y cuadno lo agarro, veo en la malla un pedazo pero con pintas. No chico, si yo estaba colgado del rabo de untigre. Cuando le cuento al viejo le digo: mira papá, yo no estaba colgado de una falseta
-¿Y por qué no me dijiste? Yo no veo en lo oscuro. Respondió el papá.

Cacho tomado de Apure en Cuerpo y Alma. Cuenta Régulo Tovar, llanero de Arichuna

27 de septiembre de 2011

EL General Zaraza en su encuentro con un "Pintao"

Suceso ocurrido en una cacería de tigres donde participaban el General Páez y el General Zaraza, actividad muy frecuente en la época ya que estos animales producían grandes pérdidas en el ganado. Tomado de Las Sabanas de Barinas-Capitán Vowel

En realidad no estoy segura que esta historia sea un cacho. Aparece plasmada en el libro mencionado, como un suceso en cierto modo "humillante" para el General Zaraza, que para la época era un  hombre de edad y muy respetable.

"Salen simultáneamente del monte dos panteras , Páez y Zaraza, se lanzan en su persecución con sus respectivos lazos. Páez lanza el suyo y atrapa el primer animal por el cuello y el hombro inmovilizándolo, pero Zaraza ciñó al suyo por el lomo, dejándole libres las piernas. La fiera, se volvió inmediatamente contra su perseguidor y antes de poder hacer nada, saltó por encima del pajonal y cayó en la grupa del caballo, detrás del atónito cazador. Por suerte, los desesperados corcoveos del caballo en medio de su espanto impidieron que el animal atacara al jinete. Sin embargo el peligro de Zaraza era grande, pues de detenerse el movimiento del caballo, podría ser presa fácil de la fiera. Tampoco era posible que se apeara pues quedaría igualmente vulnerable.
En tan crítica situación, salvó al general la destreza del ayudante de Páez, quien muy diestro con el lazo, logró bajar al animal de la grupa del caballo, de un solo tirón.

Esta historia con visos de veracidad, probablemente fue posteriormente comidilla entre los soldados,  pues en realidad fue un cómico suceso muy vergonzoso para el General Zaraza.

Historias de Cupertino Ríos . 1ra Parte.

Sigue contando Ño Aguedo:

"Cupertino Ríos nació en el Alto Apure, en “Crescencio” a orillas del río Apure, en el Cañón del Ruende, hijo de Don Hermenegildo Ríos y Doña maría de Jesús Viña de Ríos. Conocí dos de sus hermanas: Ángela y Carmelita y su sobrina Petrica, quien a pesar de la ausencia y de los años transcurridos estimo y aprecio mucho y conservo un recuerdo de Petrica, la novela ¿Quo Vadis? que me regaló en San Fernando, la que conservo todavía en mi biblioteca. 

Cupertino fue discípulo de Joselito Dávila, apureño, hombre rechoncho, grueso, de voz bronca, áspero, de manos ordinarias, pero cuando éstas se confundían con la encordadura del arpa, brotaba de ella una música criolla que encantaba y enardecía las multitudes. Joselito era un mago del arpa. Lo sucedió Juan Dávila, su hijo, pero nunca como su padre. Apareció Cupertino, la flor de sus discípulos, que junto con Félix Zárate, su guitarrero, llevó al occidente de nuestra patria los arpegios incomparables de su arpa maravillosa. Luego vino Ruperto Sánchez, tercer discípulo de Joselito: no hubo, ni hay, ni habrá otro arpista cuyo bordoneo de oiga a una cuadra de distancia como ejecutaba Ruperto Sánchez. Un viejo llanero conservador, me decía en estos días: “y mucho menos ahora, que le ponen al lado del arpista un violinote, pa´que el arpista se ponga más flojo en el bordoneo” y se le notaba en la mirada un resquemor profundo contra el bajo de cuerdas. Los llaneros de pura cepa, no están de acuerdo con ese “violinote”. 

La estrella de Cupertino fue ensanchando su órbita y su fama creció. Era poeta relancino “al pié del arpa”, famoso cuatrista, autor de bellos “pasajes”, no fumaba ni tomaba ninguna clase de licores, pero tenía una pasión suprema por “el bello sexo”, que lo acosaban, admiraban y se le entregaban al conjuro magnético de su arte. Las mujeres más bellas que vimos en aquellos tiempos en los “bailes populares” de los llanos, fueron las favoritas de Cupertino. Realizaba todos los años, una gira cumpliendo contratos de su música en San Fernando, La Unión, Arismendi, Guadarrama y remataba en Camaguán, donde tenía su Bar y salón de baile. 

Apareció una noche en un baile en La Unión de Barinas, una mujer cuyo nombre, nadie supo jamás, alta, elegante, de línea impecable, morena, de pelo negrísimo y ojos “como dos paraparas”, llevaba la ropa muy ajustada al cuerpo y por tanto, se le notaban los senos, tan perfectos que parecían dos guayabitas, no dos guayabas, sino guayabitas dulces de esas que se usan para darle más sabrosura al gustoso carato llanero en los días de Navidad.

Tenía esta mujer la singularidad, de ser la primera que cimbreara la cintura, llevando exactamente el compás del golpe o el pasaje que ejecutaban mientras bailaba. Eso armó un escándalo, lo que se oía en el pueblo, era “la mujer que se menea bailando”. Era costumbre que los dueños de los bailes hicieran, contiguo al salón de baile, un tablado con asientos especiales, para que “la clase grande” del pueblo, contemplara el baile de la clase popular, allí estaban Don Miguel Emilio Barrera, el Dr. Julio Sojo ( un joven médico entonces), Dr. Carrizales, el cura Florentino Pujarra, y muchas señoras y señoritas de la alta sociedad del pueblo. A las diez de la noche se iban todos. El dueño del baile le rogaba a la mujer que no meneara la cintura, mientras esos señores estaban en el tablado. Ella accedía. Pero muchos de la “Alta" regresaban y “que cogiendo fresco”. El Dr. Julio Sojo, mi tocayo, y grande amigo mío, se disfrazó de garrací y camisa y sombrero de cogollo y bailó con la mujer a su gusto.  

Cupertino contempló y admiró esta mujer en todo el curso de su gira; le agradaban las formas esculturales, era su pasión favorita, pero se abstuvo de tratarla porque Indalecita viajaba en su compañía.

Una noche la vió entrar en su salón de baile en Camaguán, me llamó aparte y me dijo: “compadre (nos llamábamos compadres), ahí viene la mujer de "las guayabitas” y desde aquella noche, a la mujer la llamamos “La guayabita”

Cupertino cantó aquella noche a la mujer así:

“Con tus ojos Guayabita
Sin piedad me estás matando
Primera vez que los vi
En mi pueblo San Fernando

Segunda vez los miré
De Barinas, en La Unión
Y quedó, mi guayabita
Prendado mi corazón

Arismendi de Barinas
Te vio menear la cintura
Y allí quedé embelesado
Al contemplar tu hermosura

Yo bendigo con amor
Aquella feliz mañana
Cuando besaba tus ojos
Paseando allá en Guadarrama

Ahora cuando te veo
Bailando aquí en Camaguán
Te digo, que son tus ojos
Los que me van a matar

Entre Rito Ortega y Cupertino crearon el pasaje “La Guayabita”, y cosa rara, Rito Ortega, ejecutaba mejor el pasaje que Cupertino. La Guayabita tocada por Rito Ortega, es lo más sabroso-llaneramente hablando- que yo he oído.

Continuara......

Les cuento amigos lectores, que ahora siento muchas ganas de escuchar ese pasaje "La Guayabita", alguno lo ha escuchado?

El Comercio en el Estado Apure: Chigüires y Venados

José Leon Tapia recrea en su obra Los Vencidos, la ambición desmedida de algunos comerciantes en la época del auge del comercio en el estado Apure. Ambición que no encontraba obstáculos y nunca estaba satisfecha. La ventaja de la navegación por el Apure, permitía un intercambio ágil y productivo que engrosaba los haberes de los negociantes, y que proporcionaba  prosperidad al entorno, Esto no hubiera sido criticable si en pos de la ambición y la avaricia, no se hubiera atacado tan cruelmente la fauna del llano.

Ya hemos hablado de la pluma de garza, de la piel de caimán y de ganado, pero a estos rubros se sumaron posteriormente otros que aún siendo abundantes, no tuvieron tanto impacto en el recuerdo:

"Cuando se supo que la carne de chiguire  tenía gran venta en las ciudades, iniciaron su caza, tan cruel como la de los saurios. Centenares de hombres a aballo seguidos de sus jaurías de perros sabuesos sedientos de matanza, recorrían las sabanas, andurriales, lagunazos y cañadas, donde habitaban los roedores de pelo cobrizo que corrían acosados por los cazadores, armados de largos y gruesos garrotes, para matarlos despiadadamente.

Centenares de venados bajados a tiro en el vuelo de su cerrera sobre el pastizal, formaban también pilas rojizas  bajo el sol de las sabanas. Y en los ríos, ni las toninas, los delfines de agua dulce con seno de mujer y la fama de seguir el lloro de los niños y de arrastrar hacia la orilla los náufragos, se salvaban de los pescadores de José Antonio Baldó en su afán de hacer salazón  de bucana, con todos los peces del gran caudal. Bagres rayados de varios metros, valentones y manatíes que amamantaban sus crías y hasta los tembladores de los afluentes, extraídos  con una red de cáñamo para preservarse de sus descargas eléctricas".

Queremos destacar que Los Vencidos, obra que comentaremos oportunamente, es en mi opinión un libro que todos debemos leer, pues el autor en sus característicos párrafos cortos, nos lleva al llano antiguo, a sus personajes, a sus costumbres y tradiciones, a esa Venezuela contemporánea víctima de los Ño Pernaletes de todos los tiempos, donde los abusos con miles de disfraces, pisoteaban al mas débil, como siempre ha ocurrido. De allí el nombre de la obra, que en forma de una interesante novela, nos deja muchos aprendizajes. La obra de este importante escritor barinés no se consigue fácilmente , sin embargo, en la Pulpería del Libro Venezolano,  ubicada en Chacaito, Caracas, hay en existencia varios ejemplares de los libros principales que escribió, he leido 6 y todos me han encantado. Si algún lector está interesado en algo de la obra del Don Tapia, deje un comentario o envie un mail, para servirle de enlace.


25 de septiembre de 2011

Romancero de la Coromoto: La Muerte del Cacique (4/4)

El Milagro es el esfuerzo
del labrador en el campo
del minero sudoroso
en el turbio subterráneo.
Del pescador renegrido
enelgolfo solitario.
Del artista sitibundo
sobre el secreto del cuadro,
sobre la arcilla incipiente,
sobre la frialdad del mármol,
sobre las notas dispersas
y sobre la foja en blanco.

Este es el cuarto romance que hemos seleccionado de la obra del poeta Luis Barrios Cruz dedicada a nuestra patrona: Romancero de la Coromoto, conformado por 18 Romances que cuentan la historia. Habla de cómo , al final de su vida, el cacique hizo a un lado su rebeldía y creyó fervientemente en la Virgen y se convirtió a la religión cristiana

MUERTE DEL CACIQUE
El iracundo cacique
Tras aquella triste noche
De su trágica pendencia
Con la Virgen, desconoce
Que suerte corrió la imagen
Cuando la retuvo entonces:
Si la escondió lo recuerda,
Pero no recuerda dónde

Colmillos de la soberbia
Cual de váquira en el monte,
Al cacique la indomable
Alma tétrica le roen,
Porque no da con su presa
Codiciada y vive insomne
En búsqueda interminable
Por zarzales y mogotes.

No sabe, no sabe el indio
Que si en todas partes ponen
La Divinidad su imagen,
Cuando ignoramos el goce
De la gracia no se encuentra,
Por más que se busque al trote,
En parte alguna del mundo
De tintes engañadores,
Si no se mira hacia adentro
En su corazón de hombre.

Un único pensamiento
La mente del indio acoge:
Irse lejos, escaparse
De estas hostiles regiones
Hacia mas profunda selva
Y allí quedarse a la postre
Con sus ídolos antiguos,
con su flecha y su garrote,
con su fogata nocturna
su guarura y sus tambores.

El cacique para el viaje
A si gengte le da órdenes
Y con severa palabra
Vibrante como de bronce,
Mostrando el robusto pecho
Erguido como de roble,
Le dice en tono altanero,
Invocando al viejo tótem.
Que cuando la fiel guacaba
Su canto a la tarde entone,
Todos se pongan en marcha
Al través de oscuro monte
Con direccion a las tierras
Inexploradas en donde
Se avecindaron antaño
Los tatarabuelos Cospes

Así lo hacen , El postrero
Trozo de cielo se esconde
Encima de la arboleda
Pasmada y negra de noche,
Y al penetrar en el rumbo
De la quebrada sin nombre
En cuyas aguas la Virgen
Le mostró sus resplandores,
El cacique eleva el puño
Amenazante y escoge
De todas las mas hirientes
Flechas de sus maldiciones
A paso largo de fuga
Cortando la media noche,
La caravana en silencio
Camina de bosque en bosque.
Pero de pronto el cacique
Detiénese y lanza voces
De auxilio entre las tinieblas
Que ferozmente recorre,
Pues una traidora sierpe
Le ha alcanzado los talones

Sobre la seroja densa
Se debate en estertores
El derrotado cacique,
Mientras mujeres y hombres
De su tribu le rodean
Para ensalmarles veloces,
Y a distancia la serpiente
Madre de las maldiciones
Y madrastra de las culpas,
Tras dos mordidas atroces
Muestra los ojos brillantes
Como encendidos carbones
Entre la sombra siniestra,
Entre el miedo y los dolores

Entonces mira hacia adentro
En su corazón el hombre
Y se topa con la imagen
De la Virgen de los goces,
Pide que le viertan agua
En la frente, que le entonen
Cánticos angelicales,
Que bálsamo de oraciones
Le pongan en las heridas
Y velas a sur y norte
Para morir, para un dulce
Morir bajo resplandores

Palabras de humildes gentes
Dicen que a través del monte
El ánima del cacique
Fuése a célicas regiones,
Y ahora brilla en lo alto
Como un sol entre mil soles

Si se mira con certeza
En altar pleno de flores
Una lámpara encendida
Por Juan Sánchez desde entonces,
Y su llama no se extingue
Pues arde en los corazónes

A Guanare va la Virgen
Y a Guanare llega plácida,
Gloriosa con sus promesas,
Con sus flores y su lámpara

Gloriosa como la fruta
Cuando madura en la rama,
Como la aurora gloriosa
Cuando las sombras aclara,
Gloriosa como la nube
Si el viento corre sin pausa
Pues todo viene a su hora
Según el Creador lo manda











































































Cuenta la historia, que Diego Lozano, sacerdote no creyó a Juan Sánchez de la aparición de la Virgen y la autenticidad de la imagen que tenía en su altarcito, ni en los milagros que hacía. Finalmente llegó al convencimiento y se dirige en su mula a casa de Juan Sánchez “la izquierda mano con flores/la diestra con una lámpara/ una súplica en los ojos/ y una promesa en el alma”

Encendió su lámpara y se postró ante la imagen que fue trasladada a Guanare como su casa definitiva

ENTRADAS RELACIONADAS:

24 de septiembre de 2011

"Gallitos" del Llano

Quisimos hacer un a pequeña entrada sobre estas hermosas aves, por estar en este período mostrándonos su reproducción.

Son aves pequeñas, de unos 20 centímetros, aparentemente tan livianas,  que prácticamente caminan sobre el agua. Pudimos observarlas en abundancia en nuestro reciente viaje a Guayabal y sus alrededores, donde ocultas en las hojas y ramas de las plantas acuáticas, levantaban vuelo al oir el motor. Sus vistosos plumajes son en realidad un bello espectáculo en la sabana inundada.

Ebirds

Gallito Lagunero
(Jacana jacana)
Su cabeza, cuello, la primera parte del dorso y la región ventral presenta color negro; el resto del dorso es color castaño vivo, o digamos marrón siena. El pico es amarillo. Sus remeras amarillas son visibles en vuelo. Las patas son largas y los dedos extraordinariamente largos, lo que le permite caminar sobre la vegetación flotante. La corta cola es castaña con la punta negra. Las alas presentan un espolón en la articulación.
Alcanza los 27 centímetros de longitud corporal. Los jóvenes son de color pardo en la región dorsal y blanco en la ventral.
Se reproduce entre octubre y enero. El nido, lo construye el macho sobre la vegetación flotante. La incubación y cuidado de los pichones son responsabilidad de ambos progenitores.
Vive en zonas pantanosas, riberas de ríos, lagos y lagunas con vegetación flotante a ras de agua.
Recomendamos acceder al siguiente link, donde Aves Pampa, ofrece un video de esta ave y un audio de su canto

El Gallito Azul (Porphyrula martinicase)
Se hace muy numeroso en los llanos bajos, estas aves siguen el patrón de inundación de la cuenca del Gran Río Orinoco.
Es de tamaño mediano, con patas amarillas grandes, plumaje azul eléctrico con un verde en la parte posterior, y el pico rojo y amarillo. Tiene un escudo frontal azul pálido y la parte inferior blanca. Las aves juveniles son castaños en lugar de azules. El cuerpo de esta ave tiene una longitud de 30 cm y un peso promedio de 260 g
El nido es una estructura flotante en un pantano. Pone cinco a diez huevos de color crema con manchas color castaño.
Es omnívora, incluye una variedad de plantas y materia animal, incluso semillas, hojas y frutas de plantas acuáticas y terrestres, así como insectos, ranas, caracoles, arañas, gusanos de tierra y peces. También sabe predar huevos y joven de otros pájaros.
El gallito azul se reproduce durante la época de lluvias (mayo-octubre), con picos durante los meses de julio y agosto. Pone un promedio de cinco huevos por nido.
A pesar de su gran belleza, es considerado un ave "indeseable" en las siembras:  "El daño causado por esta especie es de tipo mecánico, ya que utilizan el follaje del cultivo para la construcción de nidos para su reproducción y elaboración de plataformas para descansar. Los nidos son construidos a 30 cm por encima del nivel de la lámina de agua del arroz. El número de tallos utilizados para la construcción de nidos o para la semiplataformas varía entre 46 y 111 (Rodríguez, 1991). La etapa del cultivo en la cual se encuentran un mayor número de nidos y semiplataformas es posterior a los 60 días de sembrado el arroz (Poleo, 1989; Agüero y Romero, 1994). Agüero (1991) señaló un total de 43 plataformas por hectáreas en un arroz sembrado en el Estado Portuguesa" Web. Del Guárico para el Mundo

23 de septiembre de 2011

Mas de José Vicente Rojas


"A la memoria de mi mamá-abuela Inés Ambrosia de la Concepción Marenco de Rojas, con sublime respeto y amor; a mi tío Angel Rojas Marenco, a quien le debo el ser y el haberme sembrado el interés por los buenos libros, a mi tío Ramón Rojas Marenco, bohemio, cantor, bonguero, de quien fui su marinero por las aguas del Apure y sus afluentes: En esos peligrosos pero bellos escenarios aprendí a soñar.
A mis familiares con inmenso amor.
A mis paisanos bruzualeños, gente buena y generosa.
A mis amigos y amigas ¡Que son bastantes!
A los músicos, poetas y cantores de esta llanura que trajinaron y siguen trajinando con orgullo los ásperos caminos de Venezuela divulgando lo nuestro.
A mi hermano Pedro Alvarez Rojas, médico y poeta, quien siempre creyó en mis dotes de cantador.
Y
Para tí, Rosita Haydée
de ojos grandes y profundos,
los que me alumbran el rumbo
con el que tanto soñé.
La tarde que te encontré,
aunque venías de Dolores,
no me traías sinsabores
sino cariño y ternura,
a quedarte en mi llanura
y a entregarme tus amores"
José Vicente Rojas
Dedicatoria de Mastranto

Este apureño tan representativo de nuestra poesía criolla, ha dejado un importantísimo legado a los venezolanos, especialmente en materia de lo auténtico llanero. Su pluma ha escrito intensamente a los paisajes y al amor por la tierra llana, pero además ha sido generosa y extensa hacia aquellos hombres que también dieron su vida y su arte al llano venezolano.

Podemos ver en su obra, poemas como Llano Mío en honor a los viejos poetas que sembraron la semilla del amor por el lar llanero: Sánchez Olivo, José Natalio , Fleitas Beroes, Juan Briceño, Alexis Heredia. En un poema que colocaremos en otra entrada, denominado Llanero no es todo el mundo, menciona a 20 hombres que en su concepto son el reflejo del llanero auténtico, escribió a Eneas Perdomo, a Melecio el coplero, a don Rómulo Gallegos, a Alexis Heredia, Amado Aponte, un precioso homenaje póstumo a Angel Custodio Loyola, a Alí Primera, a Pedro Emilio Sánchez, a Angel Avila, entre otros. Y asi como el que dá recibe, él también fue inspiración para otros poetas que le dedicaron sus versos.

Con frecuencia, la poesía no llega a todas las personas, sin embargo, la música vuela y entra en más almas. Este poeta escribió muchas de las canciones que forman parte de los clásicos de la música llanera, que los venezolanos, aún sin ser llaneros, cantamos sin preguntarnos quien es el autor, porque las mismas se han convertido en propiedad del pueblo. Estoy segura que para un poeta de la talla del Poeta Rojas, y de  tantos otros que hemos incluido en este trabajo, es una gran satisfacción que sus canciones se hayan convertido en propiedad del pueblo, porque en cierto modo ellos pueden decir así como Pancho Valentía, poema de otro insigne poeta llanero, Ernesto Luis Rodriguez : “No has hecho ná, Luis Padrino, mi raza ya no se pierde!


Entre las canciones que conocemos, son de la autoría del Poeta Rojas, están: “Pescador del Río Apure”, Manglares de Matiyure, Querer Llanero, Mi Sufrir, Botijón, Río Bravo, Los Tranqueros, Canto a Periquera, todas conocidas en la voz de Eneas Perdomo. También Mi Lindo Llano Apureño, Dos Copleros verso a verso y El Gabán Vagabundo, interpretadas por el Carrao de Palmarito, La Catira Sabanera en la voz de Angel Custodio Loyola, entre otras.

Acompañaremos esta entrada con El Gabán Vagabundo con el Carrao de Palmarito y A Eneas Cantor de Mi Tierra
EL GABAN VAGABUNDO
Que gabán tan vagabundo
El que traje de Barinas
Lo traje pa´ Calabozo
a cuidar una cantina
Porque allá vivía metido
Todo el día en La Vizcaína
Ahora se la pasa Aquí
enamorao en las esquinas
Cuando no está en la represa
Lo consigo en la piscina
se la pasa emparrandao 
con el arpa cantarina
Metido entre el aguardiente
los bordones y las primas
Y molestando a las chicas
que por las calles caminan
Es el azote señores
De los padres de familia
Y no quiere trabajar
Para ganarse la vida


Como el gabán es bonito
Bailador y embustero
Ahora se gasta una novia
Que es hija de un pastelero
Y baila en la discoteca
Como cualquier caballero
En todas parte comenta
Que tiene mucho dinero
Ganados en la sabana
Carro de ultimo modelo
Bailando ritmos modernos
Es que mi gabán es bueno
Da pasos en todas formas
Y se bate contra el suelo
A las muchachas les gusta
Como baila el parrandero
Pero que yo que pato el pato
Porque me gasta el dinero
Lo voy a volvé a mandá
De nuevo a sus correderos
A ENEAS CANTOR DE MI TIERRA
Vuelve a entonar tu canción
Eneas, cantor de mi tierra
Pa´que lata el corazón
Que entre mi pecho
Se encierra
Para que mi mente cruce
Con el compás de tu cuerda
La travesia inmensurable
De las distancias en leguas
Vuelve a tu fiesta en Elorza
Con tu garganta apureña
A destrozar el corrío
El pasaje y la revuelta
Trocha el estero cercano
Que a Camaguán te recuerda
Grítale al Cunavichero
Que rumbeas a las queseras
Tal cual la marcha de Páez
A darle gloria a tu tierra
Vuelve, vuelve paisano Perdomo
Al llano de tu querencia
Cántale al camino real
Que está llorando tu ausencia
Porque tenemos la raza
De gentes altamireñas
Que derrotamos al miedo
De las pampas apureñas
Finos como una soga
Puros como las llaneras
Florecidos como el lirio
Cuando entra la primavera
Alegres como el Arauca
Cuando besa a la ribera
Canta y bordonea el dolor
Eneas cantor de mi tierra


22 de septiembre de 2011

¿Con quien vamos?

¿CON QUIÉN VAMOS?

¡Vamos con Dios!
Sobre un río de recuerdos
cruza mi bongo de versos,
el "Viejito" va en la borda
¡Aguaítelo compañero!
Germán Fleitas Beroes


NOTA: El viejito es el Dios de los bonguero

Ah Llaneros pa´resabiaos!!!

"Dos dueños de hato que, además de cordiales y buenos vecinos, eran compadres "de sacramento". Ambos poseían rebaños de ganado vacuno en cantidad considerable, al extremo de no saber con precisión, ni el uno ni el otro, el número de cabezas que tenían, cosa ésta muy frecuente en los Llanos, donde no hay empalizadas ni ninguna otra clase de cerca.
Uno de ellos, que se preciaba de hombre travieso, solía llevar al desolladero de su casa, y para sus gastos de alimentación, reses orejanas pertenecientes a la posesión de su compadre y colindante.
Las reses ajenas que mataba, por un raro escrúpulo de conciencia, las anotaba, no en un libro, que el buen hombre no sabía escribir, pero sí en una tira de cuero. Con un cuchillo le hacía un piquete a la tira por cada res muerta. Llegaron a tantas las reses, que al cabo de años la correa de cuero crudo parecía una sierra de puro dentada.
Y se presentó el trance final: la muerte se le venía encima al pobre llanero Mas no podía morir tranquilo: el cargo de conciencia de haber hurtado tantas reses a su compadre bienamado le hacía terrible la agonía.
Resolvió enviar a buscarle para suplicar su perdón: no quería él presentarse a San Pedro sin aquel pasaporte para la eternidad.
-Compadre -comenzó a decirle con voz apagada-, yo me he comido una porción de orejanos suyos. No puedo morir en paz del Señor con este cargo de conciencia si usted no me perdona.
El interpelado se puso a reflexionar contando con los dedos y como haciendo cálculos. Luego abordó al moribundo:
¿Y ha llevado usted la cuenta de esas reses, compadre?
El moribundo sacó la correa de debajo de la almohada con que tenía aderezado el chinchorro, Y se la extendió al interesado. Éste contó los picos y sumaban unos doscientos, suma redonda; sonrió y respondió con desparpajo:
¡Muera usted tranquilo, compadre!...
En la correa en que yo llevo, la cuenta de las reses que me he comido suyas, se miran doscientos. . . y diez picos! ¡A padrote viejo no le relinchan potrancos!

20 de septiembre de 2011

Renacer de Septiembre

En el Llano cualquier mata rodeada de agua sirve de garcero para la anidación. Durante los siguientes meses es un espectáculo ver como estas "maternidades" van dando su espacio para la reproducción de diferentes especies de aves zancudas. Este proceso durará hasta finales de diciembre.” Guia Ecoturística de Venezuela



Prácticamente desde el inicio del Invierno, las aves zancudas y palmípedas que conviven en espacios con abundante agua, empiezan a mostrarnos, en sus distintas etapas, su período de reproducción: cortejo, nidación y finalmente el nacimiento de los pichones. Con distintos tiempo de incubación, y con sus ciclos particulares, estas aves nos demuestran que el invierno es un renacer de la vida en muchas manifestaciones. Así como el campo está reverdecido de maravillosos tonos esmeralda, algunas de estas aves, también mudan su plumaje y se visten de gala, para producir mas vida. Mientras nacen algunos polluelos, otras preparan nidos, otras ponen sus huevos y otras se conquistan.

No hemos conseguido mayor informacion sobre la naturaleza llanera en septiembre, pero colocaremos algo de "plumajes", reflejados en la Guia Ecoturistica de Venezuela Miro popic

Yaguaso

     Anida el Yaguaso Cariblanco.

Gallito lagunero (Ebirds)
     El Gallito de Laguna inicia su período
     de cortejo.  








Arrendajo (Ebirds)

En sus largos bolsos tejidos de hierbas y ramitas, anida el Arrendajo a el Arrendajo, un ictérido con brillante plumaje amarillo y negro, característico de esa familia.

Para este mes nacen los polluelos de muchas de las garzas, proceso que se inició en agosto.

Pajaro Vaco (Cristobal Alvarado)



Anida el Pájaro Vaco que construye su nido en el bosque de galería.  De cristobal alvarado

También en este bosque de galería se encuentra la Cotara Caracolera con sus pichones. 



Cotara Caracolera (Ebirds)


La Fiesta de la Tradición de 1948

Mientras en el llano venezolano ya fulguraban estrellas de la música llanera, en el centro del país se desconocía casi completamente esta manifestación cultural. Los poetas de la época, entre los que mencionamos a Germán Fleitas Beroes, Reinaldo Espinoza Hernandez, Ernesto Luis Rodriguez, Alberto Arvelo Torrealba, y algunos músicos como Juan Vicente Torrealba y el Indio Figueredo, entre otros, fueron los que en un movimiento natural, quizás sin intención definida, trajeron la música llanera a la Capital. Recordemos que algunos de ellos habían dejado el lar llanero para residenciarse en Caracas

Pero Juan Liscano tuvo un papel relevante cuando en 1948, encargado de preparar el acto de toma de posesión del Presidente de la República, Don Rómulo Gallegos, se dio a la tarea de hacer un espectáculo sin antecedentes, donde se reflejaran todas las tendencias folclóricas del país. Juan Liscano, caraqueño y estudioso del folclore nacional, reunió los grupos o artistas relevantes de la época en cada rincón de Venezuela, para conformar un espectáculo único y muy nacionalista, donde se mostraran las danzas y cantos del interior del país.

El evento se realizó en el Nuevo Circo de Caracas,  y se llamó La Fiesta de la Tradición. Se dice que ese fue el primer esfuerzo por mostrar las tradiciones venezolanas.

Fue un espectáculo grandioso, sobre el cual nos cuenta el Cronista de la Victoria, Germán Fleitas Nuñez:
Juan Liscano en compañía de Germán Fleitas Beroes, Reinaldo Espinoza Hernández y Fredy Reina, viajaron a San Fernando de Apure a traer al Indio Figueredo y otros artistas de la época".
“La mamá de Julio de Armas y de Juan Liscano hicieron las blusas de los llaneros. Eran cachicamitas blancas con yuntas de oro, tipo liqui liqui. Todas tenían un monograma en blanco.”
“Los llaneros entraron a caballo en un vistoso desfile, encabezados por Julio de Armas. Aquella fue la primera vez que se escuchaba un arpa llanera auténtica, muy diferente a la que se conocía en la capital. También hubo representación de otras manifestaciones culturales con sus máximos exponentes para el momento. Tamunangue, Polo Margariteño, Mampulorio, los Quitiplas o Chimbangles, Polo Coriano, etc”
“Muchos de esos músicos se quedaron en la capital, dedicados a dar clases.

Las fotos de este espectáculo memorable, fueron publicadas en el libro Folclore y Cultura de Juan Liscano, el cual no he podido encontrar hasta los momentos, pero estoy segura que se topará en mi camino para complementar esta información.

Por lo pronto, encontramos en canaldanza.blogspot.com, comentarios que nos permiten ampliar la idea de lo que fue la Fiesta de la Tradición:


La fiesta de la tradición. 1948. Foto J.M. Cruxent. tomado del libro " La fiesta de la tradición . 1948. Cantos y danzas en Venezuela" edición conmemorativa editada por la fundación de Etnomusicología y Folklore, (fundef) Caracas 1998.

"Hace más de 60 años, dos notables intelectuales, uno estadounidense y otro cubano, se refirieron sorprendidos a un acto que los colocaba ante visones contrastantes de la identidad".

"La Fiesta de la Tradición, muestra organizada por Juan Liscano, presentada en el Nuevo Circo de Caracas con motivo de la toma de pocesión del presidente Rómulo Gallegos, reunió a cultores genuinos provenientes de distintas regiones del país en una plataforma teatral compartida, hecho que tal vez haya determinado el advenimiento del concepto de nacionalismo en la danza artística nacional.”

"Archibald MacLeish, ex director de la Biblioteca del Congreso de Washington y representante personal del presidente estadounidense Harry Truman en los actos de investidura de Gallegos, en una crónica titulada “El artista como presidente”, publicada en Saturday Review of Literature, el 27 de marzo de 1948, destacaba que “lo sorprendente en el festival no fue el insólito número de diplomáticos que asistieron, ni el desfile militar con sus contingentes fusileros de marina y marineros norteamericanos, ingleses y holandeses, o el gran baile en el Salón Elíptico”. Lo sorprendente, apuntaba, <fue la presencia en Caracas, invitado por el gobierno de Venezuela, de una representación considerable de los principales escritores e intelectuales de América Latina>.

"MacLeish escribió la crónica de lo que presenció: <Los bailarines traídos de las regiones más distantes de la ancha y vacía república, estaban agrupados alrededor del circo, del otro lado de la barrera, vestidos con el delgado algodón de los trajes de sus aldeas, con sus pequeñas guitarras, sus flautas macho y hembra, sus curiosas arpas y sus numerosos tambores, instrumentos del indio de antaño, del español de otros tiempos, y sobre todo del africano. Alrededor de la arena, llenando los empinados costados del Circo, diez mil caraqueños con sus mujeres y niños>”.


Hemos traído a colación este evento, por ser en nuestra opinión muy trascendental en la entrada de la música llanera en nuestra ciudad capital. Mucho agradeceríamos a algún lector que recuerde algo de esta fiesta, nos cuente, en un comentario o via mail, sus apreciaciones al respecto.

Fuente Consultada:   canaldanza.blogspot.com. La fotografía también esta tomada de esa web 



Juan Liscano nacido el 7 de julio de 1914, en Caracas, Venezuela. Perdió a su padre a muy tierna edad y su madre, en segundas nupcias, se residenció en Europa donde tuvo la oportunidad de educarse en colegios aristocráticos. Regresó a Venezuela en 1934 donde inició los estudios universitarios de letras. En 1939 empezó su labor como poeta y folklorista. Creó las primeras instituciones modernas dedicadas al conocimiento de la cultura popular, y organizó la Fiesta de la Tradición en la toma de posesión como presidente de Rómulo Gallegos. Tras la caída de este, se estrechó su relación con Acción Democrática y su postura contraria a la dictadura militar lo llevó al exilio.  Fundó en l964 la revista Zona Franca que concibió como un espacio libre de dogmatismos estéticos. Publicó en estos años libros de poesía y de crítica literaria. Participó en las tareas de creación del Consejo Nacional de la Cultura y fue director literario y luego presidente de la editorial Monte Avila. Entre sus publicaciones están: Fundaciones (l981), Myesis (l982), Vencimiento (l986), Los mitos de la sexualidad en Oriente y Occidente (l988). Siempre manifestando su opinión,  escribió numerosos artículos en manteria política.  Murió el 17 de febrero de 2001 en Caracas.

18 de septiembre de 2011

Parranda - Germán Fleitas Beroes

PARRANDA
Germán Fleitas Beroes

Las rosas de un galerón
Florecen en la cantina
Pulsa su luz mortecina
El candil en el horcón
Un indio guachamarón
Se para y saca pareja,
Sacude el polvo y se aleja;
El arpista bordonea
Y la zamba se menea
Del talón a la crineja.

¡Arpa que me rinde el sueño!
Grita un borracho fiestero;
Alegre como un jilguero
Canta un catire apureño;
Se arrima un calaboceño
Al banco del mujerío;
Corta nubes el tañío
Suena linda la alpargata
Y a distancia se retrata
La media luna en el río

Las muchachas, codo a codo
Bailan un “Seis Numerado”
Y es mucho el enamorado
Que va buscando acomodo…
El arpista en un recodo
Del arpa, borda el tipleo;
Van marcando el cintureo
Los hombres en buena ley,
Y a cien varas del caney
Se escucha el alpargateo.

 *****
Guachamarón: Hombre pendenciero, baladrón
Faramallero: Hablador Charlatán
Chacea: Irse la persona o animal hacia un lado en forma violenta


¡Maraca que voy pelado!
Grita con gesto altanero
Un zambo faramallero
De chaparro encabuyado;
Se viene de medio lado
Hasta el quicio de la puerta;
Se deja la blusa abierta,
Se aprieta los pantalones
Y sacude los talones
Cuando escucha la revuelta.

La negra que lo acompaña
-negra de soga y cuchillo-
Sobre el pecho de un ladrillo
Con la pata lo “regaña…”
La mano busca la entraña
De la prima y del bordón;
Bajo la luz del horcón
La negra se le chacea
Y el hombre se bambolea
Como espiga en ventarrón
Carlos Cruz Diez

La Quebrada de la Virgen

Continuando con los temas relacionados con la Patrona de Venezuela, en este mes a ella dedicado, hablaremos un poco de este sitio sagrado donde se apareció la primera vez, nuestra virgen llanera  al Cacique Coromoto. Antes de la construcción del templo, éste era el único sitio de adoración de la Patrona de Venezuela. Es ahora un parque apacible, con mucha vegetación , que a la entrada tiene la imagen de la Virgen de Coromoto en un sencillo monumento erigido en 1954, adornado por las placas y ofrendas de los fieles en agradecimiento a  los favores concedidos por la Santa Madre. Más allá, se ve la quebrada de aguas tranquilas y en un área abierta, después de una corta caminería, está la fuente de piedra con la escultura de la Virgen. La fuente mana agua que la gente se lleva como bendita. En ese ambiente de calma , aislado del ruido de la calle, la gente acude a orar o hacer sus peticiones.


Es oportuno acompañar esta entrada con el audio de una canción denominada  FUENTE DE LA COROMOTO, compuesta por Valentín Caruci e interpretada por Magdalena Sanchez:






FUENTE DE LA COROMOTO
Interpreta: Magdalena Sanchez
Autor: Valentín Caruci

Fuente de la Coromoto
Fuente de la virgen buena
Quebrada de los milagros
Donde se lavan las penas

Desde un día de primavera
la fuente rumorosa
Mariposa volandera ay volandera
Mariposa misteriosa

De dónde vienes tan linda, ay tan linda
Quisiera saber tu origen
Porque tan solo apareces, ay apareces
En la fuente de la Virgen

Es una fecha gloriosa, oye gloriosa
En el mundo consagrada
Que llevan las mariposas
En sus alitas grabadas

En tus alas para siempre,
Grabaron a perfección
Ese ocho de septiembre, ay de septiembre
Fecha de la aparición

Fue la mano de la Virgen, ay de la Virgen
Dime leve mariposa
La que grabó en tus alitas
la fecha maravillosa

No tengo quien me consuele
Mariposita y mi pena se dilata
Porque cuando el alma duele, el alma duele
Trae una pena que mata

Bendita fuente sonora, fuente sonora,
fuente de agua milagrosa
Fuente de nuestra señora
Fuente de las mariposas


ENTRADAS RELACIONADAS:

Romancero de la Coromoto: Juan Sánchez (3/4)


Es el milagro la boca
para el beso inmaculado,
y un milagro de caricias
está espigando en la mano,
cuando una blanca paloma
anuncia desde lo alto
al amor de los amores,
el milagro de milagros
El milagro es el susurro
de la sangre en pecho franco
En el Romance que se transcribe a continuación, el poeta Luis Barrios Cruz, sigue narrando la historia en versos. Juan Sánchez, hombre bondadoso y devoto, rescató de la ira del cacique Coromoto, la santa imagen que dejó la Virgen en sus manos:

JUAN SANCHEZ
La gente coromotana
Cuando vino de la selva,
Ganosa de agua bendita
La ensombrecida cabeza,
Se reunió con Juan Sanchez,
Hombre de sana conciencia,
Cuerpo firme en el trabajo,
Alma templada y serena,
El corazón en la mano
Para la amistad sincera
Y valiente cual ninguno
Para aceptar la refriega,
Hombre de completa hechura
Para la cristiana empresa.

Juan Sánchez la flor y nata
De los pobladores era.
En dar, cifraba su dicha
Y dar, formaba su lema.
Daba techo al peregrino,
Agua a la boca sedienta,
Y si alguien las requería
Daba la vida y la hacienda,
Pero daba sobre todo
El pan de palabras buenas,
Las palabras de ternura
En las pálidas tristezas,
Las palabras sanadoras
A las ánimas entecas,
Las palabras florecidas
Sobre las áridas lleras,
Fuego de palabras puras
Para quemar las tinieblas.

A la casa de Juan Sánchez,
La principal de la aldea,
Todo morador acude
Así en horas de inclemencia
Cuando se agitan los hombres
Entre dudas y miserias,
Como en las horas benignas
Cuando se agranda la siembra,
Cuando hay furruco y maracas
Al aire de Noche Buena
O por Santus Corpus Christi
Con campanas vocincleras,
Cuando no muere un borrico
O un niño nace en la selva.
A la casa de Juan Sánchez,
En desalada carrera
Un indiecito del grupo
De los Coromoto llega,
Con la exaltada noticia
De la trágica reyerta
En la choza del cacique
Entre el cacique y la bella
Señora de los prodigios
En coromotanas tierras
El indiecito a Juan Sánchez
La vívida historia cuenta
Y con palabras henchidas
De humilde fervor le ruega
Que presto vaya a la choza
Antes de arder la candela
Para impedir que la Virgen
En ceniza se convierta.

El indiecito conoce
El lugar donde la fiera
Mano del cacique oculta
Dejó la imagen excelsa,
Y sigiloso, de ardilla
Montaráz la ligereza,
Con el bueno de Juan Sánchez
A la cabaña se acerca

Juan Sánchez toma la imagen
Y parte feliz con ella,
Sintiendo que el corazón
Sus repiques acelera,
Entre tanto el indiecito
Una oración balbucea
Y de la cima nocturna
Al campo bajan estrellas

Y  Juan Sánchez, en su casa en Soropo, ofreció el primer altar a la Santa Virgen. Allí a ese altarcito sencillo alumbrado con velas y adornado con flores silvestres , empezaron a llegar las gentes, con sus ruegos y peticiones y empezaron a ocurrir los milagros: una ciega, una muda, un bien perdido, una cosecha...... Allí empezó la tradición