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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

15 de septiembre de 2013

Calabozo, Atenas Llanera


"¡Calabozo! Un poco de llano aprisionado. Un mundo de sol detenido. Un caliente palpitar de vida, cercado y abierto por muros, por casas, por calles y plazas!. Calabozo, un lugar que no cierra ni encierra, que abre y descubre, libera y suelta. No es Calabozo sino aventura de quimeras. O será Calabozo porque agarra los sueños. Igual que aprisiona a los hombres para que vayan y vengan y siempre vuelvan. Es un Calabozo no de cadenas sino de amor. Ancho como la sabana." Lucas Guillermo Castillo Lara. 


 En marzo de 1723 los misioneros capuchinos andaluces Bartolomé de San Miguel y Fray Salvador de Cádiz reunieron 520 indios de las riberas del Orinoco de etnias guaiqueríes, mapoyes, tamanacos, otomacos, abaricotos y güires en 2 pueblos llamados la Santísima Trinidad de Calabozo y Nuestra Señora de los Ángeles de Calabozo. Cada grupo indígena formaba un barrio separado y entre ambos pueblos había una legua de distancia. A petición de los misioneros, el gobernador otorgó el 26 de noviembre de de 1723 el permiso para erigir una villa de españoles en las cercanías. El 1 de febrero de 1724, Fray Salvador de Cádiz levantó una cruz y bendijo el sitio de la villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Calabozo. En 1726 el gobernador ordenó y repartió solares y otorgó 5 leguas alrededor de la villa para los vecinos. En 1796, Joseph Luis de Cisneros le dio el nombre de Villa de Todos los Santos de Calabozo.




Calabozo fue en el siglo XIX, ciudad pujante, centro de letras y cultura. Allí se cruzaban todos los caminos del llano. Según José Antonio Silva Agudelo, cronista de la ciudad, Calabozo fue la Atenas Llanera, por la cultura que se desarrolló en ella y por la capacidad creadora de sus hijos . 

Su casco colonial es uno de los más grandes de Venezuela abarcando 25 manzanas y nos muestra la arquitectura de sus antiguos caserones que en pie y orgullosamente nos hablan de su linaje y de ese tiempo de gloria como ciudad. Fue en la antigüedad un pueblo ganadero de gran relevancia e importancia para el resto del país y allí vivían las familias más pudientes de la zona. Fue una de las ciudades más importantes de Venezuela y antigua capital del estado Guárico, por decisión de José Tadeo Monagas.


En 1979 la ciudad obtuvo la declaratoria como zona de Valor Histórico por parte de la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación. 

Esos antiguos caserones de altísimas puertas, ventanas coloniales y amplios corredores, provistos de aldabas y cerraduras a la usanza colonial así como sus templos, constituyen uno de los atractivos de la ciudad, pero también  lo son las sabanas de su entorno, su represa y canales de riego.

Se dice que existe una  red de túneles que recorren el casco central con salida al norte a un costado por donde antiguamente corrían las aguas del río Guárico. La casa del Museo de la Ciudad, conserva la entrada al referido túnel.

Con respecto al nombre "Calabozo", se ha especulado mucho y según investigaciones de Mario Abrizo, una de las hipótesis es que en tiempo de lluvias la inundación de las sabanas que rodeaban la ciudad impedía salir de la misma, quedando los habitantes encerradas en un "calabozo de agua". Otros dicen que viene del término indígena "calabaza".

Mucha historia encierran sus calles, como por ejemplo el haber sido la ciudad donde el terrible José Tomás Boves tenía su pulpería antes de incorporarse a la guerra en el bando de los realistas, construcción que aún pueden visitarse muy cerca de la plaza Bolívar. Calabozo siempre tuvo una importante participación en los procesos históricos del país y se convirtió en centro de operaciones militares alternativamente de los realistas y de los patriotas en la época de la Independencia y Federación

 “Cielo azul, verde pampa, claro río 
Que desde niño acostumbré a mirarlos 
Tras el puro cristal del amor mío”. 
Francisco Lazo Martí 

 “Desde la torre trunca de la catedral se contemplaba bien la vieja ciudad: plazas e iglesias famosas en todo el llano; casas señoriales de espesas paredes de tierra bien apisonada, (…) calles rectas que se tronchan en el zanjón del río, o se pierden en el llano afuera en un contraste de chaparros y palmeras.Carlos César Rodríguez 

El esplendor de Calabozo se vino abajo en solo siete años (1868 – 1875), su población se redujo a la mitad, consecuencia de La Guerra Federal, el paludismo y la Revolución Azul y finalmente de “altiva y mantuana capital del poderoso estado Guárico, descendió a modesta cabeza de distrito” (CCR), por voluntad de Juan Vicente Gómez.
 
 La Plaza Bolívar de Calabozo es una réplica de la antigua plaza Bolívar de Caracas, bordeada de una baranda antigua, constituye un pequeño bosque en la ciudad pues nos muestra varias de las especies autóctonas de la flora de la región.

 
En su centro, está una estatua ecuestre del Libertador muy hermosa y en el pedestal por uno de los lados, un alto relieve de la batalla de Calabozo, librada entre el Libertador, Páez contra el cruel Morillo, dando como resultado el triunfo contundente de los patriotas.

También se pueden ver en el pedestal, palabras dirigidas por el Libertador, a los llaneros que allí lucharon:

LLANEROS, VOSOTROS SOIS INVENCIBLES, 
VUESTROS CABALLOS , VUESTRAS LANZAS  
Y ESTOS DESIERTOS OS LIBRAN DE LA TIRANÍA.
SIMÓN BOLÍVAR

CUARTEL GENERAL DEL SOMBRERO, 17 DE FEBRERO DE 1818, 8° DE LA INDEPENDENCIA




Además de las casas antiguas, podemos apreciar imponentes construcciones que encierran en sus muros la magia de los tiempos idos. Entre ellas destacan la Catedral Metropolitana y la Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes.

 Calabozo es la cuna del ilustre médico y poeta Francisco Lazo Martí y su nombre y los versos de su Silva Criolla pueden verse en varios puntos de la ciudad.

“La línea, el ancho lote, siempre al raso de la tierra natal” 

También es la cuna del talentoso músico Antonio Estévez, compositor de la famosísima Cantata Criolla basada en el Florentino y el Diablo de Alberto Arvelo Torrealba.

Desde el punto de vista del ambiente natural, los alrededores de Calabozo tienen famosos palmares  (Copernicia tectorum) y gran concentración de aves. Se dice que es después de Apure, Calabozo es el lugar donde se concentran más aves llaneras. Este paisaje como en otros estados llaneros, ha sido inspiración de compositores y poetas:

PALMARES DE CALABOZO 
Interpreta Luis Lozada El Cubiro 

Apreciando el horizonte 
en las tierras guariqueñas 
Donde todo es poesía 
Vuela la copla altanera 

Me abrí pa´ la lejania 
Caminos y polvaredas 
Palmares de Calabozo 
Me prendí de tu belleza 

 Cuando te llega la brisa 
Tus ramas se jamaquean 
Y se dibuja el paisaje 
Con la tarde veranera 

Tú perfumas la llanura 
En noches de primavera 
Cuando la luna te alumbra 
Y va pasando serena 

 Palmares de Calabozo 
Te llevaré cuando vuelva 
Un lamento de tristeza 
Que se escuche en tus praderas.

Les ofrecemos además una hermosa canción del poeta Germán Fleitas Beroes, dedicada a Calabozo:

 HOMENAJE A CALABOZO
Autor: Germán Fleitas Beroes
Intérprete: Freddy López

Dios que es grande y generoso
En un momento inspirado
(bis)
Tomó su pincel sagrado 
 En honor a Calabozo
(bis)
Decoró sus lejanías
De lindos amaneceres
Con brillantes mediodías 
Y bellos atardeceres

Le dio ternura al corrío
Le dio música al palmar
( bis)
Garzas y flores al rio 
Y aroma al cañaveral
(bis)
También le dio a la mujer
 La belleza y la hermosura
Y bajó de las alturas
Para enseñarla a querer


Hablemos un poco sobre los templos de Calabozo, su represa y sus leyendas. 

Casco Histórico:Como dijimos más arriba, alcanza 25 manzana y es uno de los mas grandes de Venezuela. En 1979 obtuvo la Declaratoria de Zona de Valor Histórico por parte de la ya mencionada Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación. Muchas de sus construcciones datan de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del siglo XX. 

Catedral Metropolitana: Esta catedral, construida a mediados del siglo XVIII, está ubicada dentro del núcleo fundacional de la ciudad y data de 1724. Su Casa Parroquial es la actual sede del colegio José Gregorio Hernández. La Catedral Metropolitana desde el siglo XIX fue sede de la Diócesis de Calabozo y desde 1995 de la Arquidiócesis de esta misma ciudad. 
Está emplazada al este de la plaza Bolívar, dentro del centro histórico de la ciudad. Esta catedral fue declarada Monumento Histórico Nacional el 28 de julio de 1960 por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación a través del decreto 26.320, amparada por la Ley de Protección y Conservación de Antigüedades y Obras Artísticas de la Nación, según decreto publicado en la gaceta oficial del 2 de Agosto de 1960. 

 Iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes: Esta iglesia colonial, ubicada en el centro histórico de la ciudad, frente a la plaza Páez, fue construida en el siglo XVIII, convirtiéndose en el segundo templo importante de la ciudad de Calabozo, después de la Catedral Metropolitana. Fue declarada Monumento Histórico Nacional el 28 de julio de 1960 por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, a través del decreto 26.320 y amparada por la Ley de Protección y Conservación de Antigüedades y Obras Artísticas de la Nación, según decreto publicado en gaceta oficial del 2 de Agosto de 1960.

El Santo Rostro: Se trata de una venerada imagen aparecida en las inmediaciones del Hato Piñero en el estado Cojedes y que su culto se ha extendido por las tierras bañadas por el rio La Portuguesa. Los feligreses pagan sus promesas con velorios cantados toda una noche. La imagen está bajo la custodia en la casa de Guadalupe Lara en la calle 1 entre carreras 13 y 14 del casco colonial.
Los interesados en llevarse la imagen para el pago de las promesas, deben anotarse en una lista con mucha anticipación.
El Santo Rostro es una cara de piedra, con facciones de adolescente, pegado a una madera. Cuenta la tradición que el santo vivía en la costa del rio La Portuguesa y fue encontrado por  una mujer que lavaba en la orilla. Era pequeñito y despues fue creciendo.

 Otras iglesias y edificaciones de valor patrimonial son la antigua capilla de San José, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, que se empezó a construir en 1835 y se bendijo en 1846, declarada Monumento Histórico Nacional en 1960; la casa natal de Francisco Lazo Martí, también conocida como La Tostera, declarada Monumento Histórico Nacional en 1976, hoy Ateneo de Calabozo; el antiguo Seminario Diocesano, el colegio Nuestra Señora de Coromoto; el Palacio Municipal y el Palacio Arzobispal, donado por Guzmán Blanco en 1883.

Entre las construcciones civiles relevantes en los alrededores de la ciudad, está la represa que recoge las aguas del río Guárico y los canales de riego que son los mas grandes del país y que permiten tener el suelo fértil para las cosechas, especialmente la del arroz. Sobre esto último, es importante destacar que Calabozo es considerada la capital agroindustrial de Venezuela y produce el 80% del arroz venezolano. Ver los campos de arroz color verde esmeralda con los sembradores con su saco de lado lanzando lluvia de arroz a la tierra pródiga es también una visión muy hermosa.

La represa construida por Marcos Pérez Jiménez fue inaugurada 26 de diciembre de 1956, este día fue declarado día de la represa por la alcaldía del Municipio Sebastián Francisco de Miranda. Para la época, fue la represa más grande de Latinoamérica. Para el calaboceño, la represa es parte de su identidad, forma parte de la ciudad y representa un orgullo para su pueblo.

Hoy en día el mirador de la represa, es una parada prácticamente obligada para quienes se dirigen hacia San Fernando. En sus orillas siempre vemos pescadores, que con bolitas de masa, sacan palometas y otras especies con mucha facilidad. La represa nos muestra la magnitud de los extremos climáticos del llano: en verano, las aguas bajas dejan ver las bases de la construcción pero en invierno los niveles de agua llegan al límite que obliga a abrir las
compuertas que dejan salir impresionantes cantidades de agua. La observación de la represa nos ofrece también distintos paisajes, entre ellos el que más nos impresiona por su belleza es cuando la quietud del agua forma un espejo de superficie lisa que refleja cielo y tierra. Pero como al llanero no le faltan sus historias, la represa tienen también un personaje de leyenda: “Luisito” el caimán de la represa, de quien se dice que ha dado cuenta de varias personas que han caído en las aguas del río y que de vez en cuando se deja ver en las orillas. 

Fuentes Consultadas: Descubre Guárico ( Cadena Capriles);  Camino al Orinoco-Apure ( Ministerio de Planificación); Guárico,  cruce obligado de caminos ( Ministerio de Planificación); Wikipedia;  Poesía de Francisco Lazo Martí.

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