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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

5 de octubre de 2013

La Gran Ribazón - Armando Rafael Garrido

Les ofrecemos otro de los relatos contenidos en el libro Bruzual de mis Recuerdos.de Armando Rafael Garrido

LA GRAN RIBAZÓN

 Así fue por muchos años pasados, en las relingas o  corrientes de las puntas de las playas y a orillas del Río Apure frente a Bruzual, el veintitrés de diciembre de mil novecientos treinta y ocho está pasando una gran ribazón de peces  que precedió a otras que comenzaron en agosto con varios días de intervalos entre sí, estas ribazones o manchas de peces se prolongan por varios kilómetros  durante dos días y están compuestas por  bagres, valentones, cajaros, torunos, cachamas, dorados, palometas, coporos y otra gran variedad, todos van aguas arriba buscando para desovar en la cabeceras de los ríos del pie de monte andino.


El espectáculo o la algarabía de las noches decembrinas y los cañonazos de pólvora se unen al sonido como un tableteo que producen los caimanes junto con los grandes peces cuando cazan y con la claridad de la luna se ve el brillo de los coporos y palometas cuando saltan sobre el agua escapando de sus depredadores.


Dos días después llegan grandes bandadas de gaviotas y cotuas, estas últimas formando grandes manchas negras en el río comiendo chorroscos y cascarrones que son los peces de la cola de la gran ribazón. El agua se pone turbia y huele a pez y para tomarla para el uso diario hay que embarcarse en canoas retirado de la orilla porque los cardúmenes de los pececitos que pasan son como de dos metros de ancho en las costas.


Así pasó la gran ribazón de mil novecientos treinta y ocho, años después pasaron otras que fueron diezmadas por el consumo nacional, muchos habitantes no conocen las especies acuáticas porque muy pocos peces se mueven en las corrientes del río frente a Bruzual, las bandadas de gaviotas y cotuas se fueron a otras partes y no se oye el tableteo que producen los caimanes cazando y confundiéndose  con los cañonazos decembrinos. 



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