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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

13 de octubre de 2010

Los Peligros del Río: El Caimán

"   Los caimanes del río Portuguesa son renombrados como los mas salvajes y atrevidos de los llanos. Los llaman caimanes amarillos, aunque son semejantes a los africanos".

Las flechas que los indígenas usaban para cazarlos se fabricaban de forma que el hierro sujeto a la varilla se desprenda tan pronto toca con un objeto en el agua. Una cuerda delgada de unos pies de largo, sujeta la punta a la varilla que es de madera flexible y liviana en la que se le da varias vueltas hasta el extremo en que se fija el hierro, donde se la amarra sólidamente. La flecha por ser tan liviana, flota sobre el agua tan pronto como el hierro se desprende por las sacudidas del animal y sirve de guía para seguir sus movimientos. Ubicado el animal, entonces procedían a arponiarlo en la única parte vulnerable: la raíz del pescuezo. La flecha se lanza en un ángulo de 45 grados hacia arriba, lo cual la hace caer con gran fuerza sobre el objeto apuntado, describiendo un arco de círculo"   Ramón Páez. La Vida en los Llanos de Venezuela

Este animal, que se destaca por la fuerza de sus mandíbulas y su cola, representaba una real amenaza para los llaneros, especialmente cuando se tiraban al río a vadear el ganado. Sin embargo, no era ésto un  real impedimento pues siempre estaban listos para enfrentarlo e incluso cazarlo. A pesar que su alimento principal no es precisamente la carne humana, cuando por accidente la presa es una persona, lo llaman caimán cebado; este apelativo se aplica a todo animal atrevido y traidor que acostumbra a tomar como presa el hombre. Así, podemos hablar también de un "tigre cebado", por ejemplo,  y sabremos que ataca al hombre.

Volviendo al caimán, cuando es "cebado", acecha a los hombres en tierra y es capaz de seguirlos tras las canoas. Dicen que se vuelven tan amañados, que hasta para llenar las taparas de agua, el  llanero tenía que valerse de ardides, pues cuando el caimán cebado oía el ruido que producía la tapara al llenarse,  se lanzaba en la búsqueda de su presa.

 Tiene como punto vulnerable, la zona detrás de los hombros o codillos. Dicen los llaneros que es aficionado a que le rasquen los flancos, para lo cual  el nadador se aproximaba  cuidadosamente por detrás y lo enlazaba por el cuello, porque la disposición de sus vértebras cervicales, impiden que pueda voltear la cabeza.

La hembra pone cerca de 80 huevos en un hoyo cavado por ella en la arena. Estos huevos son la delicia de indios y tigres. El caricari es otro enemigo de las crías del caimán, los ataca al salir del cascarón, aunque también los persigue en el agua cuando están mas crecidos.




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