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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

26 de abril de 2015

La Maravillosa Vida Natural de Nuestros Llanos

La vida natural ofrece al observador un mundo de conocimientos y experiencias que a la mayoría pasa desapercibido. Al llanero, observador por condición y por necesidad, no se le escapan las señales y aprendizajes que ofrece el medio. 

Hojeando El Diario de un Llanero en su tomo 2, encontré una interesante narración sobre la conducta de los perros de agua (nutrias), los monos y las garzas, que quiero compartir. Lo bonito de la información de los cuadernos de Antonio José Torrealba, es la cantidad de información que ofrecen sobre el medio llanero con su fauna y flora y sobre la forma de expresión verbal del hombre.

Los hechos se dan en un río, cuando navegando en un bongo de tres bogas, Agamenón y sus compañeros, en una parada, observan la fauna del entorno. 

 “Loreto estaba fijado en la margen del otro lado, viendo unas nutrias o perros de agua que sacaban los hijos de una cueva, los traían en la boca hasta llegar al agua, ahí los ponían en lo hondo, los animalitos comenzaban a dar vueltas en el agua y a tamborear, como que se iban a ahogar; pero seguidamente los padres los tomaban en la boca para suspenderlos y no se ahogaran. 

-Usted está viendo cómo enseñan los perros de agua a nadar a los hijos? 
-Sí, los estoy observando a ellos y al mismo tiempo, unos monos que vienen a beber agua. Ahora fíjese en aquel babo que viene a cogerles el perrito a los viejos, él pensará que la tarea es más mansa, ya lo van a embromar los viejos. 

Foto: subirimagenes.net


En efecto, el babo venía a coger el perrito para comérselo, sin reparar en que el animalito estaba defendido por sus padres. Cuando llegó cerca, se paró como para estudiar el punto, porque él no sabe coger por debajo como lo hace el caimán negro, él tiene que agarrar es por encima. Después que vio un momento, se abalanzó sobre el perrito; la perra cuando vio el peligro, agarró el animalito y se zambulló con él. El macho se abalanzó contra el babo, lo agarró por el rabo y lo hizo retroceder. La perra salió en la puerta de la cueva y se metió con el bichito en la boca, mientras el macho revolvía las aguas luchando con el babo hasta hacerlo salir del agua. 

-Que le parece, compadre Loreto! ¿No le dije que le iba a salir el macho mal capado al babo? Ya está decidido. Ahora fijémonos en los monos a ver que es lo que van hacer ellos, si van a beber agua, tienen que dejar un vigía, después que beban los primeros, queda uno de los que bebió y baja el que no ha bebido. "

Foto Cristóbal Alvarado

 …En otro árbol cercano había un pájaro vaco con huevos en su nido de chamizas, otros monos querían apoderarse de los huevos, pero no hallaban cómo. El vaco, cada vez que se le arrimaban, tiraba unos picotazos que si el mono fuera sido alcanzado por uno de ellos, le fuera agujereado profundamente en el cuerpo. El mono se le arrimaba muy de cerca, le meneaba las ramas, le pelaba los dientes y chillaba fuertemente; el pájaro no se movía. El pájaro había fabricado su habitación en un bejuquero de cacaíta que estaba enredado en un carutillo. El mono veía que el vaco no le tenía miedo y que no dejaría el nido solo. Se
Foto: Treck nature
montó en una rama más alta en la dirección donde estaba el nido, enseguida que llegó al punto, empezó a despegar carutillos del árbol y dejarlos caer en dirección al nido. Así hizo esta operación varias veces sin conseguir su intento. Visto que así no le servía, entonces se pudo a despegar bastantes frutas hasta llenarse los brazos y hasta en la boca llevaba una. Cuando no le cupieron mas, se llegó al punto directo donde estaba el pájaro en su nido; entonces descargó las frutas de un solo viaje. Las frutas bajaron en todas direcciones, derechas unas, haciendo ruido en lo que bajaban, pegando en las ramas. Una de las frutas pegó en un ramo y brincó y le dio en la cara al vaco, el cual, al sentirse golpeado en la cara, se asustó y salió volando; pero todavía no era bien ido cuando el otro mono, que se había quedado más cerca, se había apoderado de uno de los huevos y dejó el otro en el nido, el cual tomó el mono que había trabajado, y se fueron a la selva espesa. 

Siguen observando los llaneros, después de contar 47 ejemplares en la manada, en otro árbol descubren otros monos  castrando un matajey. 

"Los monos hacían la operación siguiente; se orinaban, con el pelo erizado; orinaban en la mano y se untaban por todas partes del cuerpo; después barajustaban para donde estaba el avispero, le meneaban la rama donde tenía la casa el bicho, esto lo hacían con una agilidad prodigiosa y pasaban corriendo, seguidamente pasaban otros y hacían la misma operación, cuando una avispa lograba picar uno, daban chillidos, un manotazo a la avispa, la agarraban y se la metían en la boca para comérsela. Cuando calculaban que de tanto menear las ramas las avispas habían dejado la casa sola, entonces pasaban corriendo como en el principio, le metían la mano a la casa del matajey, llevándose un pedazo para más adelante registrar lo que tenía de comer; ellos le comen al matajey los hijos de las avispas y la miel. Así fueron quitándole pedazos hasta dejar una mitad de la casa, después dejaron quieto el avispero. Esta operación la hacen los monos en matajeyes pequeños y que estén posados en ramas donde pueden pasar corriendo para menearle la rama, de lo contrario no se meten con él. 

-Que animal tan vivo son ésos, compadre Loreto! Una vez estaba yo con Estanislao Romero en el garcero de Merecurote, en una canoa, estábamos metidos bajo un mogote de bejuco de caimito, recogiendo unas garzas que mataba un gavilán buitre. El gavilán estaba posado en la rama más alta que tenía un caramacate negro, más elevada que el follaje del mismo caramacate. Ahí estaba el aguilucho, tapado por la espalda por otra rama. Era de tarde, las garzas regresaban de la sabana al dormitorio en gran abundancia, la que llegaba por aquel lado, que se paraba en frente del gavilán, lo que hacia era estirar el pescuezo ¡táqui!, una media agarrá con el pico y quedaba la garza completamente con el pescuezo estrangulado. Las garzas buscaban el puesto porque lo veían desocupado y no veían la fiera oculta en el follaje. Cuando estábamos engreídos recogiendo las víctimas del buitre, llegó una bandada de monos, en ellos venia uno chucuto, sin cola. Así en frente de nosotros estaba un matajey muy grande, los monos estaban regados por todas partes. Cuando esto, vimos uno que quería apoderarse de unos pichones de garza; el mono chuto se llegó donde estaba el matajey, se para en las paticas y levanta los brazos y le da tres palmadas morochas en la costilla al matajey. ¡Mire compadre! El pobre mono chuto no supo ni cuando se murió. Se puso negrito de avispas y echó a correr en todas direcciones pero no veía con la cantidad de avispas, en uno de estos saltos y manoteándose por todas partes, peló el equilibrio y ¡chupúm! Al agua, el mono quiso enderezarse y coger el nado para montarse por un ramo de totumo de agua que estaba muy cerca de él, pero los caribes no lo dejaron, devoraron el pobre mono chuto que terminó su vida dando gritos y chillidos. 

Los demás monos quedaron embelesados viendo como los caribes se comían el compañero. Nosotros también; pero de golpe vimos una sombra negra como una silueta que partió del copo del caramacate hacia abajo y ¡zás! otro mono muerto; el buitre se había dado cuenta que los monos estaban ahí y aprovechó el descuido para apoderarse de uno de ellos que es su comida predilecta.

Los garceros posados en anegadizo son muy peligrosos, por la abundancia de caribes cebados que siempre hay devorando todos los despojos que a menudo botan los pichones, los pescados que vomitan, los que caen de los nidos, los huevos que caen, todo esto pone a los caribes cebados que ve usted las aguas grifitas de millares de mondongueros con el oído atento para acudir al lugar donde oyen el más leve ruido. Día y noche, siempre recorren el lugar donde habitan las garzas. Cuando el garcero está en lo seco no, porque la recorría es distinta, de día son los zamuros, caricares y ciertos gavilanes, de noche son los zorros y rabopelados, titirijí y lechuzas. La garza es un animal muy flojo para hacer nido, apenas pone unas chamizas, muy pocas y muy mal puestas; por esta razón es que se le caen los huevos y los pichones recién nacidos al suelo o al agua. La garza morena hace sus nidos casi lo mismo, pero los palos son más gruesos y rara vez se le caen los huevos o los pichones, el chicuaco cucharón, la garza chiquita chusmita, la corianita azul, el chicuaco azul jovero, el chicuaco blanco, espizan azul de plumas finas y el chicuaco marrón pajizo y la chusmita azul, son de un género que de casualidad no ha desaparecido de la fauna por lo mal hecho de sus nidos; pájaro vaco y chenchena, con mucha frecuencia, se les desbaratan los nidos. Yo he visto pegar un vendaval en un garcero, en época en que todavía tenía huevos y al amanecer los huevos en el suelo y los nidos desbaratados en la parte alta del monte, y ninguno sano porque son demás de blanditos 

 … pero si las garzas hicieran sus nidos como lo hace la cotúa marbella, la que llamamos cotúa gira y cigarra, y también le decimos cotúa blanca, la cotúa negra mergansar (a ) zamura, esta si hace un nido bien hecho que pudiéramos decir sólido, bien tejido de bejucos entretejidos, como si fuera de mimbre y bien mullido por dentro, en forma de olla; no cayeran los huevos ni los pichones porque a las cotúas no se le caen ninguna de las dos cosas por mas bravo que sea el vendaval. Ahora otra cualidad tienen, que antes de dejar el garcero con sus hijos, refuerzan el nido para el año entrante. Esto mismo hace el garzón, el gabán y el pionío.

19 de abril de 2015

Resistir y Florecer

Mucho tiempo hace ya que no escribíamos en estas páginas. La vida, con sus vueltas, nos hace con frecuencia apartarnos de lo que amamos. Pero es el mismo amor el que ensancha los corazones cuando pensamos en eso que amamos y nos hace volver.  
Hoy por distintas vías me llegaron mensajes de amor hacia Venezuela, de esperanza, de gente que no se va, que apuesta todo a un futuro como país y por eso hoy he decidido retomar este trabajo cuyo objetivo es precisamente realzar la cultura y geografía de  una parte de "Esta Tierra de Gracia".

Recuerdo en este momento los versos del poeta Lazo Martí, en su Silva Criolla:

Es tiempo de que vuelvas, 
es tiempo de que tornes......
Y mas adelante:
y queden para tí las alegrías 
de ver, al despertar, alba naciente,
y de abrazar con sólo una mirada,
del sur al setentrión. Y del ocaso
hasta el fúlgido oriente
la línea, el ancho lote, siempre al raso
de la tierra natal.

Sí, el Llano en su magnificencia siempre llama a quien lo siente. En estos momentos, a punto de iniciar la entrada de aguas, seguramente  estará  florecido,  en su breve primavera, con los borales pintando de lila grandes extensiones, con los lirios a punto de abrir sus pétalos blancos al sol.

Hoy pensando como retomar este trabajo amoroso para el Llano, recordé también las palabras de Humberto Febres en  su obra "En negra orilla del mundo"  y decidí que esa sería la forma de reactivar Vivencias Llaneras del Abuelo.

"Resistir y Florecer"
Con apenas  esas palabras el poeta describe el maravilloso ciclo de vida del Llano que aplica también a muchos de nosotros.
El poeta Arvelo Torrealba con frecuencia mencionaba al espinito en sus versos:

Espinito pura espina
sin hojas y medio seco
cuando vengan las garúas
te retoñarán luceros


"Resistir y Florecer", ¿ puede haber acaso alguna mejor forma de expresar  el milagro de la vida en el Llano? Un territorio dividido por dos cambios climáticos extremos: verano e invierno, incendio e inundación. El llanero es testigo y participa de lo que acontece en su entorno durante ambos períodos, ve plantas y animales agostarse en los veranos, desaparecer, morir de sed y también los ve ahogarse en las crecientes de los ríos, emigrar a tierras mas secas. Su sistema de vida se adapta a las circunstancias, teniendo que trasladar su ganado  en invierno y regresando cuando bajan las aguas. Al respecto y en la explicación del resistir y florecer, Humberto Febres escribe:

Ve nacer, ve morir,  ve sobrevivir "el chaparro en la candela", ve resucitar "cruzando sediento sobre la arena desnuda/ vide la tierra estrellada/ con lirios de primer lluvia"

"Florentino sabe, por reflexión, por experiencia, que en esa lucha sin término entre vida y muerte, entre siempre y nunca, la vida tiene dos recursos a la mano   para perpetuar su presencia, para lograr su continuidad, y ellos son: resistir y florecer. Por eso, luego de considerar algunas de sus experiencias de vida, no siempre afortunadas, declara:

Desde entonces en mi libro
hay no más que dos pinturas
el chaparro en la candela
y el pimpollo en la garúa

Resistir y florecer son, en última instancia, los únicos instrumentos capaces de perpetuar la lucha, es decir, la vida. No se trata de derrotar a la muerte, cosa inconcebible para quien sabe que ella es solo otra cara de la vida. Florentino sabe que la vida es lucha, que la vida estática no es ni siquiera imaginable. El es coplero, su vida es contrapuntear, enfrentar a un rival, resistir sus acometidas y florecer luego sobre su propio canto”.

 FLORENTINO
Tentación de florecer
el jasmín del espinito
besó la tierra y se fue,
desde la salida de aguas
hasta que empezó a llover
cuando puntea el rocío
el pasaje del clavel


Recordemos otros versos de Florentino y el Diablo referidos al espinito:

FLORENTINO
...Y con la del espinito 
que en caja e´monte florea
le doy aroma al que pasa
y espino al que me menea

EL DIABLO
No le envidio al espinito
las galas de que alardea:
cuando la candela pasa
la pata se le negrea
Creciente inunda su sombra
hormiga lo amarillea
cigarrón chupa sus flores
bachaco anida en su brea
verano le tumba la hoja
huracán lo zarandea.


Ante esos versos, Humberto Febres nuevamente sintetiza en apenas dos palabras el milagro: Resistir y Florecer. En efecto, el Diablo destaca  en su respuesta los elementos naturales que "atacan" por así decirlo la vitalidad de la planta, pero no por eso ella es menos resistente, no muere, aguanta en la esperanza del mañana.  Dice el Febres:  "El Diablo sin querer ha resaltado uno de sus atributos: la resistencia. Florentino lo ha visto reducirse casi hasta las espinas en los veranos bravos, y recuperar sus galas al volver las garúas" por lo que replica los expresivos versos: el asta siempre está firme / cuando el pabellón ondea."



 "Resistir por resistir no tendría finalidad ni sentido, se resiste, se sobrevive a la espera de nueva oportunidad porque se tiene la capacidad de continuar la vida, de ofrecer nuevos brotes, de florecer. El invierno termina, se alejan las aguas, el espinito se agosta, perdiendo flores y frutos, no las espinas, soporta la sequía y otros inconvenientes que el Diablo ya listó y cuando vuelvan las lluvias, cuando de nuevo empiece a llover, volverá la jazminada escarcha. Igual harán el chaparro y la palma y todos los seres que pueblan la sabana, igual hará el llanero, retirándose a su rancho, a su soledades y cuando regresen las lluvias estará él, otra vez, con su caballo, su audacia y su canto, animando las vaquerías.

Así el espinito se erige en el símbolo fundamental del poema y ello no fue obra sólo de Florentino, el Diablo, lo vimos, participó en la tarea. "

Les dejo entonces estas reflexiones de tan importantes poetas barineses y del siempre admirado calaboceño,  Francisco Lazo Martí. Reflexiones que aplican no solamente al medio llanero, sino a la vida misma y muy especialmente a nuestro país.



http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/6/6b/Randia_aculeata_(as_Gardenia_randia)_43.1841.jpg/220px-Randia_aculeata_(as_Gardenia_randia)_43.1841.jpgLes copio algo  sobre el espinito y los versos arriba señalados:
Del Espinito  tan mencionado en los versos del Poeta Arvelo, casi se tiene la certeza que es la Randia aculeata, también llamado Jasmincillo (Guárico) o Cachito (Apure). Crece en sabanas bajas (creciente inunda su sombra), cuenta con abundantes espinas y fragantes flores estrelladas (le doy aroma al que pasa). Es una planta piro resistente (soporta el fuego), que  crece en sabanas inundables y que mantiene una relación simbiótica con otras especies, lo cual se evidencia en los versos "hormiga lo amarillea / bachaco anida en su brea" , "Cigarrón chupa sus flores" (La brea es una maraña de raicillas que se forma en el pié de las plantas que están sometidas a largos períodos de inundación). La planta para sobrevivir al verano, bota sus hojas para retener la pérdida de agua (Verano le tumba la hoja) y tiene un sistema de raíces profundas para resistir igualmente a los vientos fuertes de la  llanura (huracán lo zarandea). Omar Carrero A.