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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

28 de abril de 2010

El Mastranto- Rafael Ruiz Carrillo

 
 La imagen y aroma del mastranto, son parte del paisaje del llano. Está en las canciones, en los poemas y en la vida del llanero, acariciándolo con su perfume y poniendo color a su horizonte. Encontramos este hermoso poema, del venezolano Rafael Ruiz Carrillo, que es un homenaje a esa planta silvestre que no pide nada y que es tan representativa de nuestro llano.






                                                                        EL MASTRANTO

En llano que agua no riega
Crece el mastranto sediento.
Pobre humilde hierba seca,
¿Por qué aromas tanto al viento?

Con la brisa la sabana
Se peina hasta el horizonte
Y esparce al ondear el monte
Fragancia de tierra llana.
Jirón de aroma engalana
Terrón de larga sequía.
Cuando el invierno crecía
Bebió el mastranto llanero
Anegado en el estero
Espejismo en su agonía.

Tu perfume es fantasía
Que al llano extenso y soleado
Brindó el cogollo quebrado
Al viento que lo mecía.
Viajó al potrero el ganado.
El sol reseca la zona
Duro casco te ocasiona
Con su marcha muerte atroz.
Y estrujado en tierra, aromas
a la brisa y a la coz.

Cuando en histórica gesta
Brilló legendaria lanza,
El criollo dolor se amansa
En sangre que al sol se tuesta.
Añoranza en la ballesta
De patria emancipación.
A tu lado, una oración
Rezó el caído a su santo
Cuando el rifle y el cañón
Prendió el olor del mastranto.
Al llegar la independencia,
Sobre el llano dilatado
Siguió aromando tu esencia
Al rancho pobre y soleado.
¡Mastranto de mi querencia!
El eco de un aislamiento
Corazón de madre enluta.
Se fue el hijo al regimiento.
También el llanto al recluta
Libró tu fragancia al viento.

Mi madre patria, llanura,
Tiene el ramaje partido
Por tanto dolor sufrido
En su vida triste y dura.
Para calmar su amargura
Grabé tu aroma en mi canto.
Rancho de paja y quebranto,
Pena y dolor bajo techo:
Por tu miseria en mi pecho
Quebró otra rama el mastranto.

Al cruzar la inmensidad,
Hoy siembro optimista aliento
De borrar la adversidad
A tu perfume sediento.
Hace formal juramento
mi voluntad decidida
Para cambiar tu destino.
¡Sabana ancha y tendida,
Un buen ejemplo es camino,
Y abrir camino es dar vida!

1 comentario:

Larissa García dijo...

Hola. Estoy escribiendo un capítulo con algo de referencia sobre los árboles del llano venezolano. Escribo para el blog: www.larissaprensacultural.wordpress.com. Artículos sobre arte, cultura, literatura etc, espero lo disfrutes también. Larissa García