Seguimos apoyándonos en el maravilloso libro de Don Eleazar López Contreras, Estampas Musicales de Caracas, para continuar ofreciéndoles un paseo por la evolución del joropo venezolano.
Lorenzo Herrera nació en 1896 y murió en 1960.
Andamos ya por 1935, y nos cuenta Don Eleazar:
“En el Waldorf-Astoria se filmó la secuencia final de la película Joropo, producida por un grupo de venezolanos residentes en la ciudad de Nueva York dirigida por Héctor Cabrera Sifontes. En las escenas finales aparecen los personajes bailando joropo vestidos de etiqueta. Uno de ellos era Lorenzo Herrera.”
Ya desde hacía unos años, los venezolanos estaban emigrando a dicha ciudad afectados por las dificultades económicas que aquejaban el país. Sin embargo tenían que ganarse la vida, haciendo labores sencillas como de lavado, planchado, costura, entre otros. Así se defendió Lorenzo Herrera con su familia lejos de su hogar, en 1924, a sus 28 años.
Mientras estuvo en Caracas, trabajaba de zapatero, aunque su pasión era la música. En aquel tiempo, no se consideraba la música como una opción honorable para un joven, por ser sinónimo de borracho y bohemio. Se decía entonces que “no había nada peor que ser músico o chofer”. Por tal motivo su familia no lo apoyaba en sus aspiraciones musicales.
Cuando Lorenzo decidió probar suerte fuera de su país, “ya se encontraban allí personajes que serían sus futuros colegas, entre ellos, Manuel Briceño Y Luis Fragachán, quien pronto regresó desilusionado y escribió la guasa-protesta El Norte es una Quimera, que se puso de moda en 1928:
Me fui para Nueva York,
en busca de unos centavos
y he regresado a Caracas
como fuete de arrear pavos
el Norte es una Quimera
Que atrocidad!
y dicen que allá se vive
como un Pachá(…)
La letra de El Norte es una Quimera, tenía visos de realidad generalizada. Los venezolanos se iban a pasar trabajos y reportaban una abundancia total, para no preocupar a la familia. Pero Lorenzo Herrera, con su pasión por conocer e interpretar la música de Venezuela, empezó tocando en pequeños restaurantes donde cobraba apenas propinas, e iba componiendo canciones que posteriormente fueron exitosas y lo convertirían en el primer cantautor de Venezuela y máximo exponente del criollismo urbano.
Al fallecer Juan Vicente Gómez (1935), empezaron a regresar los artistas que estaban en el exterior, y entre ellos, Lorenzo Herrera, quien volvió cantando boleros.
Durante sus años en Nueva York grabó para los sellos Columbia y RCA Víctor, y participó en otras grabaciones de música venezolana. Entre sus composiciones más famosas están La pelota de Carey, Chupa tu mamey, Mi Coletón, Canta tú Ruiseñor, Josefina y Compae Pancho. Fue llamado ”el compositor de los 500 éxitos”
Imagen:Hemeroteca de la Musica Popular+Blog |
Mientras en el llano se desarrollaba la música criolla “sabanera”, en la capital iba surgiendo un joropo mas estilizado y Lorenzo Herrera fue uno de sus exponentes.
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