Hoy empezamos a desarrollar en Vivencias Llaneras del Abuelo, otro trabajo de nuestro colaborador Prof. Hugo Arana Páez, denominado APURE: TIERRA DE LEYENDAS, CREENCIAS,
FANTASMAS, ENTIERROS, APARATOS Y
CUENTOS.
El Profesor Arana es uno de esos venezolanos que ha dedicado su vida a hurgar en las costumbres, y en la historia de los pueblos de su Apure natal y especialmente ha dedicado una buena parte de su espíritu investigador, a conocer precisamente los elementos que conforman el título de este nuevo trabajo que les ofreceremos.
Buscando testimonios, recordando sus propias vivencias y leyendo la literatura que existe al respecto, ha elaborado varios trabajos que hemos ido publicando en Blog. Es de resaltar que nos ha dado libertad para escoger el orden de los temas que conforman su trabajo y por esa razón, hoy empezaremos por las CREENCIAS que ha recopilado, por parecernos sumamente originales las que presenta.
Nos dice el Profesor Arana:
"Referirse al Estado
Apure es querer decir la tierra de más
lejos de más nunca… es el espacio donde las Leyendas, las Creencias, los Fantasmas, los Entierros, Aparatos y
Cuentos, recorren azarosos de un lado a otro el pajonal, el medanal o el
mastrantal. Es la oralidad que la mayoría de las veces atraviesa caños y Madreviejas
o exhausta vadea lagunas, hasta esconderse
en las Matas o patios de las casonas de hatos; donde
celosas se hallan las ánimas cuidando ancestrales Entierros......
CREENCIA: Viene de la palabra
creer. Tener por cierto, tener fe lo que
se cree. En Venezuela y particularmente en Apure las supersticiones y creencias
populares más difundidas y excéntricas involucran objetos, animales, flores,
plantas astros, elementos, colores, piedras preciosas y minerales, números,
elementos del zodiaco. Cada una tiene una historia muy particular. En Apure aún
perviven sobre todo en Semana Santa el Mito de la tonina, el de la piedra de
azabache contra el Maldiojo y todavía se
rememora con nostalgia la antigua creencia del pasajero más importante
en los bongos, El Viejito.
El Mito de la Tonina
El mito es una
narración oral que se ha transmitido de generación en generación, en la que se
da una explicación no científica de uno o varios aspectos de la realidad. Hay
mitos que explican por qué un pájaro tiene el pico largo, por qué el sapo
salta, cuál es el origen de una montaña, del rayo o la lluvia, cómo los seres
humanos descubrieron la agricultura; entre otros. El pueblo apureño tiene entre
sus mitos la creencia de que la tonina era una mujer que se fue a bañar a un río en Semana
Santa y se convirtió en este mamífero.
La Tonina es conocida también como
delfín de agua dulce, que habita
en los ríos y caños apureños. Pesa entre ochenta y noventa kilogramos, su piel
es de color azulado degradando a gris y
su abdomen blanco. Sus dientes son afilados
y las mamas son similares a las de la mujer, de donde se deriva
posiblemente el mito de que era una mujer.
De jóvenes gimen como los niños, por ello cuando un niño recién nacido
llora a la orilla de los ríos o cuando lo llevan en una embarcación, aparecen
las toninas cerca de la nave o próximas a la costa. Algunos individuos
inescrupulosos las cazan para usar su
grasa como remedio y sus huesos para rituales mágicos; motivo por el cual
esta especie se halla en franco proceso de extinción. Cuentan viejos apureños
que las toninas, cuando naufraga una
embarcación y oyen el llanto de un niño en el agua, lo empujan suavemente
con la trompa o la cola hasta la orilla, donde gracias a ellas el inocente es
salvado.
La Piedra de Azabache y El Maldiojo (Mal de ojos).
El Maldiojo, es una enfermedad
producida por la influencia que ejerce la mirada cargada de malas energías por
parte de una persona; sobre todo, ese mal influjo atenta contra la salud de los
recién nacidos. De ahí, posiblemente haya surgido el viejo refrán Hay miradas que tumban cocos… Para contrarrestar este dañino efecto, la
madre de la criatura debe golpearle las
nalguitas un par de veces, para que al llorar expulse el maleficio. En los
bebés, el Maldiojo se manifiesta con
fiebre y diarrea continua. Otra manera de curarlos es con ensalmes o
infusiones, pero lo más efectivo es colocarle una Contra (Empírica medicina preventiva), consistente de una Manito de azabache, la cual es atada con
un hilo rojo a uno de los antebrazos de la criatura. En ese sentido, se
escuchaba en San Fernando: Misia, póngale
una Manito y así a ese muchachito no le entrará ni coquito; queriendo decir que ese recién nacido
estaría inmunizado contra todo mal.
En el verano, en las
playas y en las riberas de los ríos apureños,
eventualmente surgen azabaches. El azabache es un tipo de madera ennegrecida
(De allí que algunos llaneros nombren a sus caballos Azabache, como lo hizo
nuestro Antonio José Torrealba, en su novela Azabache y donde el personaje era un caballo llamado así. Demás
está decir que Torrealba fue el personaje Antonio Sandoval del Hato Altamira en Doña Bárbara y autor de la obra cumbre de la apureñidad como fue
Diario de un Llanero), que al ser arrastrada durante muchos años, por las aguas de nuestros ríos, se convierte
en una especie de piedra negra, que los indígenas emplean para hacer tallas: Collares,
sortijas, amuletos (Manito de azabache) y pulseras que representan la artesanía
apureña; la cual tiene gran demanda
entre los creyentes. En Apure, se cree
que la piedra de azabache posee propiedades curativas y de protección contra conjuros y maleficios. Asimismo existe en Apure la creencia en
semillas milagrosas como la Peonía,
la Macanilla y la Pepa de zamuro.
Prof Hugo Arana Páez