Empecemos el tema con una breve reseña biográfica de Guillermo Jimenez Leal, tomada de la Enciclopedia de la Música Popular de la Fundación Bigott:
Compositor, cantante, cuatrista, Poeta, docente. A la edad de once años se inicia en
la actividad musical con la creación del Conjunto Típico Tropical.
Posteriormente, funda en Barinas el conjunto O´leary en el liceo del mismo
nombre y más adelante ocupa el cargo de director de la coral. Desde 1971 ha
realizado una constante labor como divulgador de la música popular y folclórica de Venezuela, a través de sus propias composiciones y arreglos que han
internacionalizado su estilo musical. Radicado en París en la década del setenta,
se integra al conjunto típico Los Cachicamos y a otras agrupaciones artísticas latinoamericanas; participa
en un ciclo de conciertos realizados en el Festival Mundial de Teatro; en Nancy
dirige el Concierto Venezolano en París, evento celebrado en el marco de las
primeras jornadas de Venezuela, Unesco- 1980; actúa junto a Mercedes Sosa en
el Théatre de La Ville. Este mismo año, durante una breve permanencia en
Venezuela, presenta en el auditorio de la Universidad Nacional Experimental
de los Llanos Ezequiel Zamora, el concierto creación del nuevo estilo que tituló Folklore de Cámara, agrupación compuesta por doce integrantes que
interpretan instrumentos de cuerda, viento, teclado, percusión y
voces. El 6 de junio de 1980 tuvo lugar en el gran anfiteatro de La Sorbona, París, el concierto de gala de esta agrupación bajo los auspicios de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, extendiendo los conciertos a La Place Dauphine y al Petit Palais. En
Venezuela realiza en 1981, una extensa gira cuyas actuaciones culminan en
el Teatro Municipal de Caracas. Crea en Mérida el grupo Taller y en 1989 se presenta
con ellos en el salón de Las Américas,
OEA, Washington, en el concierto Venezuela le canta al mundo. Jiménez Leal se destaca como artista pleno de creatividad musical, que además extiende
su trabajo intelectual hacia otras disciplinas como lo son la poesía y la
literatura.
El Folclore de Cámara resultó en aquellos tiempos de su creación (1980)
una importantísima iniciativa que permitió dar a conocer nuestra música fuera del país en una forma que fue aceptada y aclamada por los públicos mas exigentes. Dentro del país, también cosechó grandes elogios, pues fue la primera vez que se escuchaban los temas escogidos bajo otro concepto musical.
El larga duración que recopiló las piezas seleccionadas por Guillermo Jimenez Leal tuvo como solistas al mismo Guillermo Jimenez Leal (canto y cuatro), Arelys Regnault y César Andrade, acompañados por Quintín Gutierrez (Arpa), Mario Guacarán (Maracas), Michel Ripoche (Violín), Agnes Toussaint (Viola), J.P. Audin (Violoncelo), Jean Luc Vignaud (Saxofón), Enzo Gieco (Flauta), José Almeida (Bajo) y Gustavo Beytelmann (Piano).
Los temas escogidos, fueron en verdad muestras de distintas manifestaciones folclóricas de Venezuela, tales como nuestro típico Pajarillo, tonadas y valses, entre otros. La carátula posterior del disco, ya en parte ilegible por el tiempo, dice al respecto:
"La música de Venezuela está llena de vida, de sabor, de sentimiento intenso. Sus formas evolucionan constantemente, recorriendo caminos nuevos. En algunos sentidos se amplía, se vuelve compleja y sutil; en otros se simplifica y se depura. Su espíritu va vistiéndose de colores múltiples en un impulso inevitable hacia la armonía, la belleza y la alegría fiestera.
(...) la idea del Folklore de Cámara es un encuentro entusiasta entre la espontaneidad y la reflexión; entre la improvisación fresca y la escritura rigurosa; la aventura y el cálculo. FOLKLORE DE CAMARA es una proposición artística y una ofrenda afectuosa. (...) se presentó la posibilidad de juntar instrumentos y músicas de orígenes diversos alrededor del lenguaje y el calor de la música venezolana, así se ha producido una natural expansión del horizonte sonoro. Los timbres se multiplican y la melodía dibuja nuevas curvas, conservando intacto el sentimiento original"
El Folclore de Cámara fue todo un suceso musical que el propio Guillermo Jimenez Leal al recordarlo lo cataloga como "una gozosa experiencia".
Al respecto, y apoyándome en un recuerdo del Profesor Omar Carrero, constante y valiosísimo colaborador de este Blog, puedo decir de Guillermo Jiménez Leal, que a pesar de haber tenido la oportunidad de hacer sus estudios musicales y de perfeccionamiento en el área fuera del país, siempre ha llevado la música y cultura de su tierra muy dentro y la ha difundido por donde ha pasado. Cuenta el Profesor Carrero, llanero de pura cepa, quien tuvo también oportunidad de hacer estudios en Paris, que en uno de sus primeros recorridos por la ciudad, sintió la inmensa e indescriptible emoción de oir las notas de un Pajarillo que salían de un local. Al entrar e indagar un poco, resultó que era un grupo conformado por Guillermo Jimenez Leal, que sembraba en tierra extranjera la maravillosa música venezolana.
Podemos ofrecerles la carátula del disco y el audio, gracias a nuestro colaborador Luxtel, que guarda "tesoros musicales" desde hace muchos años.
Queremos aprovechar esta entrada para darles informacion sobre parte de la trayectoria de Guillermo Jimenez Leal: El primer disco que tenemos conocimiento que grabó, fue un 45 rpm por los años 70, que trae dos canciones: El Canoero del Caipe (AAT y arreglos musicales de Guillermo) y Recordando al Poeta (de Eladio Tarife). El título de esta producción es “Al Canoero del Caipe que era un Catire Apureño”. Homenaje a Alberto Arvelo Torrealba. Se grabó en el Sello Evharmonia.
En la contra-carátula está escrito textualmente lo siguiente:
GUILLERMO JIMÉNEZ LEAL
El poeta del verbo inmortal no se va nunca
porque quién habló de muertes si la poesía
nada sabe de esas cosas
y quién es la poesía sino el poeta
Alberto Arvelo Torrealba es las fuerzas mismas
de la sabana
palabra en movimiento perpétuo
caricia y unidad del llanero y el río
música entre las alas de las garzas
Desde los mastrantales
escobillando por entre los esteros
vino la melodía inventándole peripecias a la
palabra
más atrás venía el cuatro y la bandola
parejitos
empolvando el viento con ese verso remolinero
de Libertad y Puerto de Nútrias
Entonces es la voz
con el color del caipe Obispeño
reconoció el tono chapaleando en las armonías
de Eladio Tarife y gritó
quizás para contar el rumbo de los muertos
porque quién habló de muertes si la poesía
nada sabe de esas cosas
y quién es la poesía sino el poeta
Alberto Arvelo Torrealba es las fuerzas mismas
de la sabana
palabra en movimiento perpétuo
caricia y unidad del llanero y el río
música entre las alas de las garzas
Desde los mastrantales
escobillando por entre los esteros
vino la melodía inventándole peripecias a la
palabra
más atrás venía el cuatro y la bandola
parejitos
empolvando el viento con ese verso remolinero
de Libertad y Puerto de Nútrias
Entonces es la voz
con el color del caipe Obispeño
reconoció el tono chapaleando en las armonías
de Eladio Tarife y gritó
quizás para contar el rumbo de los muertos
GUILLERMO JIMÉNEZ LEAL
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