En esta búsqueda por nuestras tradiciones y creencias, no podía dejar de mencionar a La Llorona.
Definitivamente este espanto tiene carácter internacional. La Web está llena de distintos relatos relacionados, con origen en casi todos los países, especialmente latinos. Podemos encontrar información de la Llorona de México, Perú, Colombia, Argentina, Guatemala, Uruguay, entre otros.
En Venezuela, hay opiniones que afirman que la Sayona y la Llorona es el mismo espanto, sin embargo en la mayoría de las narraciones hay diferencias fundamentales en el pecado que ambas cometieron y en la forma como se manifiestan o se aparecen a la gente, siendo la Sayona, un espanto que persigue a los hombres parranderos e infieles a quienes asusta o mata y la Llorona, mujer que recorre caminos lamentándose por haber perdido a sus hijos.
La leyenda de la Llorona, pues, engruesa la lista de los espantos del llano. Debe su nombre al hecho que vaga llorando y gimiendo. Algunos dicen lleva un niño en el cuadril y que pide ayuda para cargarlo, con lo cual se libra de su castigo.
Se dice también que nunca se le ve la cara y llora de vergüenza y arrepentimiento haber asesinado a su hijo. Hay quien dice que un pedazo de tabaco de rollo (tabaco de hueva) en el bolsillo, evita su aparición.
Una de las versiones formales dice que es el alma en pena de una mujer joven que de su relación con un soldado, dio a luz una niña. Posteriormente fue abandonada por el soldado y como no sabía cuidar bebés, se desesperó con el llanto de su hija y la mató con su propias manos. Al ver lo que había hecho, empezó a llorar y gritar, lo cual atrajo la atención de los vecinos, quienes la maldijeron. Ella salió corriendo y se adentró en el llano convirtiéndose en un espanto que llora y se lamenta constantemente y cuando entra a los poblados dicen que llama a su hija. Se dice que roba niños que están solos, en sus casas o en las orillas de río y quebradas.
También se dice que la Llorona fue una muchacha joven que vivía en un pequeño pueblo de los llanos venezolanos y que cada vez que daba a luz, mataba al hijo. Un día confesó a un sacerdote sus crímenes y él al darse cuenta que estaba embarazada, le dijo que amamantara a su hijo antes de matarlo. Ella lo hizo y después de matarlo sintió arrepentimiento. Desde entonces vaga por los caminos llorando y llamando a sus hijos y asustando a quien se atraviesa en su camino.
Cual es la versión real? Es imposible saberlo pues los cuentos a medida que pasan de boca en boca van cambiando en su contenido, de manera inevitable. Más aún en esta historia que tiene tantas versiones en distintos países.
Para nosotros, independientemente del motivo por el que pena, ella aparece generalmente en sitios donde hay agua, vestida toda de blanco y gimiendo desconsoladamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario