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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

6 de mayo de 2012

Apure: Tierra de Matas y Animas: Mata del Anima Sola

Continuamos con el trabajo del Profesor Hugo Arana Páez. Esta vez, hablaremos de  La Mata del Ánima Sola:

"En la Primera parte, Capítulo uno de la obra Cantaclaro, nombrado "Al Abrigo de las Matas", Gallegos se refiere a una sombría Mata, llamada Mata del Ánima sola, donde pernoctaban el baquiano Crisanto Báez y un viajero a quien éste guiaba, apodado El Caraqueño. Es precisamente a este lúgubre lugar donde llega Quitapesares, en su periplo rumbo a Santa Inés donde lo esperaba un recio, nuevo, afamado y extraño cantor. … “Florentino se apeó del caballo, sacó de la capotera el chinchorro y mientras procedía a colgarlo:

 -Vamos a ver si nos deja dormir tranquilos el Ánima Sola, que y que se aparece de noche por aquí. Porque, la verdad sea dicha, de todos los espantos de la sabana, con el que menos ajuste tengo es con esa mujercita rezandera que llaman El Ánima Sola.

-¿De veras? Pues yo con la que no me tranzo es con La Llorona –confesó El baquiano – Allá por la Laguna del Término se aparece una que a diez leguas se le escucha el quejido. ¿Y cree usté que yo me dejo coger con la noche por esos lugares? Porque voy a decirle una cosa, Florentino, que no sé si usté habrá observao: los espantos del agua son piores que los de la tierra. Yo infiero que sea la humedá…. 

Se interrumpió al oír que el Caraqueño reía y luego concluyó en tono zumbón:
 -Manque dicen los que han leído que eso de los espantos son cuentos del camino… ¿Qué dice usté a eso Florentino?
Y éste, en el mismo tono y mientras se ocupa en desensillar su caballo:
 -Que yo no sé leer, pero me escriben…
-¡Ah Florentino resbaloso!”.Tiempo hace que deseaba toparme con usté. Con el Florentino de carne y hueso, que ya estaba por creer que no existía, de tanto oír mentar a Cantaclaro en todas partes.
-Pues creí que usted me conociera personalmente.
-¿Por qué lo saludé por su nombre de pila cuando entró en la mata? Voy a explicarle. Allá por los lados donde yo vivo, cuando se oye cantar una copla guena, como todas se las endilgan a usted, es costumbre decí: -Escuchen a Florentino-. ¿Me entiende el sentido? Además usté mismo se mentó en denantes por el apodo que le dan. Que por cierto no es muy bueno eso de ir regando uno su nombre por el camino.
-También es verdad, viejo. Tengo esa mala costumbre. 
-¡Y ahora pa donde va rumbiando? Si no es curiosidá.
 -Para los llanos de Barinas.
 -¡Ajá! Por ahí y que se está haciendo famoso un cantador nuevo. ¿Va a emparejarse con él?
 -Dicen que el hombre tiene más coplas que palos el monte tupido. Pero la diligencia se hace.
-¡Guena será esa porfía! Ya quisiera escucharla.
-Lo mejor del caso es que, según cuentan, no es propiamente un hombre, sino el mismo Diablo en figura humana, pues y que las maracas con que se acompaña se quedan impregnadas de olor de azufre"

El maestro Gallegos describe a esta sombría, pero acogedora mata poblada de samanes, donde extenuado de tanto trajinar por la soleada sabana halló cobijo Florentino Coronado. … “Esguaza un río, vadea un caño y otro y otro, atraviesa las duras terroneras de los rebalses ya secos, cruza un banco de sabana y en llegando a una mata, ya al caer de la tarde, rompe el hondo silencio del paraje con su canto solitario: 
 Mata del Ánima Sola, 
 boquerón de Banco Largo
 ya podrás decir ahora 
 aquí durmió Cantaclaro.

Era un bosque de samanes centenarios cuyas amplias copas entrelazadas, no dejando pasar los rayos del Sol, no consentían matorrales rastreros y por entre cuyos troncos se extendían umbrosas naves de soledad y silencio, propicias a la conseja del ánima en pena que por allí vagara”...

En este punto, el Profesor Arana explica: 

 Las ánimas son almas que se hallan en El Purgatorio, las cuales han inspirado a muchos artistas del arte colonial en Venezuela; en ese sentido, no existe una iglesia en el país que no exhiba un retablo dedicado a estos espíritus, cuyo origen se remonta al siglo XII. 

Según la doctrina católica El Purgatorio es un lugar al cual van las almas de los que han muerto sin la pureza suficiente para entrar al Paraíso Celestial, pero que tampoco merecen la eternidad del castigo infernal.  En El Purgatorio, esos espectros purifican sus pecados, mediante el fuego, pero a diferencia del infierno, poseen la esperanza de salir de allí y acceder a su pronta redención. 

Esta creencia se difundió a través de imágenes como: Relieves, esculturas, pinturas y grabados que representan a las ánimas sumidas en el fuego purificador, pero con gestos tranquilos y devotos. Por lo general se hallan orando y resignadas a su pasajera situación; todas ellas ostentan los signos de su vida anterior. Así podemos reconocer a reyes portando su corona, obispos con mitras, frailes, monjas, laicos y hasta algún mestizo y esclavo. 

Los artistas representan a El Purgatorio como un lugar profundo, cercano al infierno. Por eso las ánimas siempre aparecen en la parte inferior de la composición; mientras en el espacio superior se hallan la Santísima Trinidad, la Virgen María, algunos santos y ángeles que la consuelan con su presencia. Una figura constante en las imágenes de El Purgatorio es la Virgen del Carmen. Era una creencia arraigada entre la población que la patrona de la Orden Carmelita liberaba de El Purgatorio cada sábado, a las ánimas que en vida fueron devotas del Escapulario Carmelita. En ese sentido, la Virgen del Carmen se constituyó en una eficaz abogada que intercedía por las ánimas, obteniendo su pronta liberación. Amén de la Virgen del Carmen, otros santos se constituyeron también en protectores de las ánimas. En muchas iglesias apureñas se puede observar a San Francisco de Asís, repartiendo su cordón con tres nudos que simbolizan la obediencia, la pobreza y la castidad o a los ángeles consolando a esas almas, a las que también les reparten rosarios, escapularios y cordones. 

Una figura angelical que es bastante frecuente en las iglesias, es San Miguel Arcángel, a quien la tradición convirtió en Juez. Este santo mediante una balanza pesa a las almas o a sus acciones. En la parte más elevada de la composición se halla la Santísima Trinidad (Las Tres divinas personas), quienes en última instancia tienen la potestad de liberar a las almas del fuego purificador de El Purgatorio. 

En todo caso las ánimas igual que "los aparatos" son almas en pena que por la sabana andan realengas, recogiendo sus malos pasos. En Doña Bárbara, Gallegos en el Capítulo VII, nombrado El Familiar, pone en boca de Pajarote (Personaje bueno de la obra), su concepción acerca de lo fantasmal apureño. En Altamira, siempre era Pajarote quien contaba los casos más espeluznantes. La vida andariega del encaminador de ganados y la imaginación vivaz suministrábanle mil aventuras que narrar, a cual más extraordinarias. -¡Muertos? A todos los que salen desde el Uribante hasta el Orinoco y desde el Apure hasta el Meta, les conozco sus pelos y señales –solía decir-, Y si son los otros espantos, ya no tienen sustos que no me hayan dado.

Las almas en pena que recogen sus malos pasos por los sitios donde los dieron; la Llorona, fantasma de las orillas de los ríos, caños o remansos y cuyos lamentos se oyen a leguas de distancia; las ánimas que rezan a coro, con un rumor de enjambres, en la callada soledad de las matas, en los claros de luna de los calveros, y el Ánima Sola que silba al caminante para arrancarle un Padrenuestro, porque es el alma más necesitada del Purgatorio; la Sayona, hermosa enlutada, escarmiento de los mujeriegos, trasnochadores, que les sale al paso, les dice: - Sígueme- y de pronto se vuelve y les muestra la horrible dentadura fosforescente, y las piaras de cerdos negros que Mandinga arrea por delante del viajero y las otras mil formas bajo las cuales se presenta, todo se le había aparecido a Pajarote”
 
Aparato: Fantasmas y Misterios que siendo “nacionales” tienen diversas versiones según cada comunidad o región del país, como las interpretaciones de las leyendas de Juan Machete, El Burro del Buracal, Federico y Mandinga y la Historia de la Sayona (José Alí Nieves y José Jiménez “el Pollo de Orichuna”); La Silbona (Carrao de Palmarito); El espanto del Troncón (Francisco Montoya); El Hachador perdido y El Muerto de Las Tres Matas (Hipólito Arrieta); La Muerta de Las Galeras del Pao (Dámaso Figueredo y Winston Leal); La majada del diablo (Natividad Díaz); El auténtico llanero (Nelson Morales); El Misterioso (Dionisio Garrido) y El Canoero del Caipe (Guillermo Jiménez Leal) entre muchos casos. Vocabulario de Fantasmas-Isaias Medina Lopez


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