Según Julio César Sánchez Olivo (escritor apureño), es una expresión en desuso. Se refiere al llanero con su mascada de tabaco, echado en un chinchorro, bebiendo aguardiente de la tapara que tiene al pié del mismo . Por extensión la expresión se usa en invierno cuando el estado del tiempo produce modorra: "el día está de mascada, tapara y chinchorro"
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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos
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