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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

2 de abril de 2013

San Jerónimo de Guayabal, un Santo Vivo

"A falta de historia local escrita, el pueblo ha tejido su propia versión de este milagroso santo llanero, doctor de la iglesia, traductor de la Biblia, que monta a caballo y tiene tierras y ganado” 

A San Jerónimo 

San Jerónimo bendito
tú que eres tan milagroso,
dale a mi canto fogoso
los matices mas bonitos,
pa´que mi verso criollito
e inmenso como tu llano,
cruce esos rumbos lejanos
de ese Guárico sin par,
pa´cantarle a Guayabal
y a tí, patrón soberano.

Con tu manto poderoso
protege a tu llanura,
y bendice con ternura
a tus hijos cariñosos,
ellos se sienten dichosos
del amor que les profesas
y cuando humildes te rezan
y elevan sus oraciones
sienten que sus corazones,
se nutren con tu pureza

Que todo el que participe
buscando un primer lugar,
sepa que aquí va a triunfar
nuestra patria, nuestra estirpe,
la razón que nos asiste
para defender lo nuestro,
lo que nos enseña el maestro
en la primera lección,
amor por nuestra nación
respeto a nuestros derechos

Aquí no habrá perdedor
educadores presentes,
de este acto saldrá luciente
la tradición y el folklore,
que enaltece con honor
y cariño a Venezuela,
el recio maestro de escuela
que tremola con orgullo,
la historia, el himno, el escudo
y mi gloriosa bandera

 José Vicente Rojas
Mastranto

Imagen Manuel Abrizo
Ya hemos hablado de Guayabal, ese pueblo al sur del estado Guárico muy cercano a Camaguán y San Fernando; pero no hemos hablado sobre su santo patrono, San Jerónimo. 

Guayabal fue famoso por sus panelas de papelón, su queso, y su miel. También por haber sido refugio de las huestes de Boves. Al final de este escrito colocaremos un enlace al trabajo del profesor Hugo Arana al respecto. 

La biografía oficial ubica a San Jerónimo como nacido alrededor del año 340 DC. La gente del pueblo se enorgullece diciendo que fue un erudito con grado de doctor, y traductor de la Biblia, desde el hebreo y arameo al latín, lo cual permitió que los cristianos posteriores conociesen las Sagradas Escrituras. 

De los relatos tomados de la gente del pueblo por Manuel Abrizo se sabe que este santo llanero adopta múltiples figuras para hacer milagros o se presenta como una aparición. Es un santo milagroso que la gente venera y celebra con devoción sus fiestas patronales. 

Lo consideran un “santo vivo” y cuentan en el pueblo que encarnaba a un viejito y se le aparecía a los
Imagen Manuel Abrizo
campesinos del sector, especialmente en una montaña y un caserío que después llevaron su nombre. 

Los viejos llaneros contaban que aparecía jineteando un caballo blanco y que tocaba una corneta. Decían que el santo tiene tierras y ganado en las montañas de San Jerónimo. 

En la iglesia del pueblo, el santo está en una caja de cristal y luce con una rodilla en tierra y el torso desnudo. Su mano derecha sostiene una esfera y del brazo izquierdo le cuelga una corneta, dentro de la caja hay muchas ofrendas de los devotos agradecidos. 

La esfera que el santo tiene en la mano representa el objeto con el que se golpeaba el pecho y se flagelaba para ahuyentar las tentaciones, tanto del espíritu como de la carne. 

 “La historia oficial habla de un joven de vida desordenada que se convierte al cristianismo y se retira a Calquis, al sureste de Antioquía, donde permaneció cuatro años de diálogo con su alma. “A este exilio y prisión se sometió voluntariamente por temor al infierno, sin mas compañía que la de los escorpiones y las bestias salvajes. Allí después de ayunar durante semanas enteras, con vigilias del ocaso al alba, entre llantos y golpes en el pecho, al fin pudo domar su carne” Ana Luisa Rivero, revista año 2002 

 Ana Luisa Rivero es una de las habitantes del pueblo y promotora de las fiestas patronales en honor a San Jerónimo. Escuchó de su bisabuela la historia del santo a caballo y tocando corneta en las montañas que llevan su nombre. Le dedicó estos versos:



Y es que al pintar tu figura 
Sabrán a quien me refiero 
San Jerónimo bendito 
Patrono de los llaneros 
De tanto pasar los años 
Te me estas poniendo viejo 

En las tardes de septiembre 
Se oye el joropo altanero 
Sale el toro a la corrida 
Y el coleador va ligero 
En pos de la cola del toro 
Para plantarlo en el suelo. 

Luisa Rivero 





"Otra mujer que en Guayabal se asocia estrechamente al santo patrón, es la señora Bárbara Bautista, una dama que llegó de Camaguán a la edad de cuatro años, hoy tiene 83, trabajó 32 años en el magisterio y le dieron 32 mil bolívares de prestaciones. 

 “Esa imagen dicen que la regaló una mujer, una india. Nadie lo sabe. Cuando yo estaba pequeña oía que San Jerónimo venía para el pueblo a caballo y recorría sus calles. Y que cuando lo iban a sacar de la iglesia, y él no quería, crecía y no cabía por la puerta”, señala Bárbara. 

Una vez, cuenta Bárbara, estaba vistiendo al santo en la iglesia cuando se apareció un hombre y al ver
el rostro de la imagen dijo con asombro: “pero si éste es el que se apareció por allá”. 

Ese hombre, en silla de ruedas, y su esposa, estaban en la puerta de su casa, cuando se les acercó alguien y les preguntó que les pasaba. Explicaron que él no podía caminar. EL desconocido les dijo: “Vayan a ver a San Jerónimo el 30 de septiembre”. El paralítico caminó al poco tiempo y cuando fue a la iglesia de Guayabal se encontró con la sorpresa de que el rostro de la imagen del santo era el mismo del desconocido. “San Jerónimo ha hecho muchos milagros", dice Bárbara.



Las fiestas patronales se celebran con mucha alegría entre cantos y al ritmo de joropos y tonadas
orientales, interpretadas con bandolas, cuatro y maracas, el pueblo entrega las ofrendas al santo. En la noche, el pueblo y los hijos de Guayabal venidos de todos los confines del país, caminan delante y detrás de la imagen hermosamente vestida y adornada con flores. La gente lleva velas encendidas. La banda de músicos interpreta el himno de San Jerónimo y a cada rato se escuchan vivas al santo y al pueblo 

Tomado de Camino Orinoco-Apure, Ministerio de Planificación. texto Manuel Abrizo





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