Este sencillo instrumento musical, es imprescindible al interpretar nuestra música, es utilizado prácticamente en todo el país, presentando variantes en la forma, tamaño, decoración y semillas utilizadas.
La típica maraca llanera, se rellena con semillas de capacho, las cuales son muy duras y no se desgastan con facilidad. También se utilizan unas más pequeñas, que coloquialmente le llaman "espuma e sapo", las cuales dan también muy buen sonido.
La escogencia de la semilla es fundamental, dependiendo del sonido que se quiera lograr, ya que si por ejemplo se requiere un sonido grave, se usan semillas d capacho grandes. A veces se usan también municiones como relleno, las cuales dan buen sonido pero al desgastarse, el polvillo generado dentro de la tapara, opaca el sonido.
Pareciera a simple vista, un instrumento muy sencillo de interpretar, pero en realidad requiere una coordinación independiente de ambas manos, lo cual tiene mucho arte. El intérprete las toca de pié, sosteniendo una en cada mano y sacudiéndolas con movimientos del brazo y giros de la muñeca. Una maraca marca el ritmo y otra el compás. El maraquero experto, logra muchas variaciones rítmicas y sonidos, simplemente con el giro y la velocidad con que haga girar los capachos en el interior de la tapara. Este instrumento permite acompañar prácticamente todo tipo de música.
Parece que tiene sus orígenes muy atrás en el tiempo, siendo un instrumento muy utilizado por los indígenas de toda América, en sus ceremonias y festejos.
Por allí hay una copla que dice:
Oficio de maraquero
oficio pa' condenao
los músicos se acomodan
y el maraquero parao.
El video que se adjunta a continuación, es maravilloso y explica como se elaboran las maracas, y algunas técnicas interpretarla. Vale la pena verlo.
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