Hoy 05 de diciembre, se conmemora la Batalla de Araure, triunfo patriota acaecido en el año 1813. Esta batalla fue dirigida por el Libertador Simón Bolivar, contra las tropas españolas de Ceballos. Tiene una significación muy importante pues en ella, como pueden apreciar en las líneas que siguen, tomadas del Blog Historia de Acarigua, Araure y Venezuela, de nuestro amigo y colaborador, Juan Manuel Alvarez, un Batallón al que Bolívar no le había dado nombre como castigo por no haber jugado un buen papel en una contienda anterior, se reivindica logrando la victoria sobre los realistas.
"Al fracasar las fuerzas patrióticas en Barquisimeto el 10 de noviembre de 1813, Bolívar se retira a Valencia, rehace sus fuerzas. Días después salía para San Carlos y reuniría una fuerza de 3000 combatientes que la dividiría en cuatro batallones para atacar la ciudad de Araure. En esta ciudad, se habían reunido los jefes realistas para proyectar estrategias castrenses y enterado Bolívar de estos planes y de la presencia de las fuerzas realistas, sale de San Carlos y a marchas forzadas, al atardecer del día 3 de diciembre, llegaban hasta el poblado de Agua Blanca, donde pernoctarían aquella noche."
"El día 4, acampaban en las inmediaciones de Araure, cerca del río Acarigua, para estar dispuestos a la cometida en cuanto se presentara la ocasión.
El 5 de diciembre de 1813, realistas y patriotas estaban dispuestos a medir sus fuerzas y se daba la batalla de Araure, donde las tropas de Bolívar vengaban el desastre de “Tierra Blanca” en Barquisimeto. En la batalla librada en tierras araureñas, que se escenificó en el paraje conocido como “La Laguna de los Muertos” las fuerzas patrióticas derrotaron por completo a las fuerzas realistas en las inmediaciones de la ciudad de Araure."
"Así describe Tomas Montilla lo sucedido: “Nuestra descubierta que temerariamente empezó la acción con todo el ejército español, fue auxiliado por el Batallón de Valerosos Cazadores, que de improviso se halló flanqueado y cortado por mil hombres de caballería, sufriendo además el fuego de la artillería e infantería enemiga; su excesiva intrepidez le hizo perecer (...) El batallón entero quedó en el campo, y apenas se salvaron algunos oficiales. Entre tanto nuestras Divisiones se acercaron, y la línea de batalla se formó (...) Nuestra infantería sufriendo impávidamente repetidas descargas de artillería rompió el fuego y atacó la línea enemiga (...) El enemigo al vernos atacar a la bayoneta hizo marchar su caballería por nuestra derecha con intento de distraernos, o desordenarnos, pero habiendo cargado nuestra reserva rápidamente sobre ella, le dispersó y persiguió, lo que decidió la victoria (...) La derrota de los españoles fue tal cual debía ser; sus más aguerridas tropas fueron completamente destruidas”... (Escritos del Libertador, Vol. IV: ps 320 – 321).”"
La derrota en Araure del General José Ceballos y el realista José Yánez fue la derrota del ejército español. En el campo los enemigos dejaron 500 muertos, entre 300 y 800 prisioneros que fueron pasados por las armas, 10 cañones, 1000 fusiles, 6 sacos de plata y 5 banderas. Una de ellas, el orgulloso estandarte de Numancia, fue entregado por Bolívar al Batallón Sin Nombre, comandado por Florencio Palacios, bautizándole con el título de “Vencedor de Araure”.
Aquí peleó el batallón que en la pasada jornada de Barquisimeto fue castigado por el Libertador, negándole el nombre y el derecho a llevar bandera.
Pero tan valientemente se comportó en la acción, que Bolívar dijo a los soldados al día siguiente:
«Vuestro valor ha ganado ayer en el campo de batalla, un nombre para vuestro cuerpo, y aún en medio del fuego, cuando os vi triunfar, le proclamé del Batallón Vencedor de Araure. Habéis quitado al enemigo banderas que en un momento fueron victoriosas; se ha ganado la famosa llamada invencible de Numancia».
Para Araure quedó la gloria y el campo. Un viejo árbol, donde la tradición oral afirma que El Libertador dirigió la batalla sirvió de referencia para levantar un monolito conmemorativo. El monumento fue inaugurado por el gobierno del Gral. Juan Vicente Gómez el 19 de Diciembre de 1933 y en 1996, doscientas hectáreas fueron declaradas por el Instituto del Patrimonio Cultural como “Campo de la Batalla de Araure”. Desde entonces la Fundación CAMBAMITAR ha tratado de dignificar el escenario de la batalla aprovechando su valor histórico y su condición de Zona Protectora.
EL CAMPO DE LA BATALLA DE ARAURE, es un bien de interés cultural de la Nación, por resolución Nº 010-96 del 15 de Noviembre de 1996 (Gaceta del 21 de Febrero de 1997 y según decreto Nº 1727), emitida por el Instituto de Patrimonio Cultural.
Debe su importancia a que sirvió de escenario a la Batalla de Araure, ocurrida el miércoles 5 de Diciembre de 1813 y es el único lugar de Venezuela donde El Libertador Simón Bolívar peleó cuerpo a cuerpo en medio de un campo de batalla. Su extensión es de un poco más de 200 hectáreas y está ubicado al oeste de la ciudad de Araure y Acarigua, en él se encuentra la Laguna de los Muertos, espejo de agua donde ocurrió la toma de los cañones españoles por parte del ejercito patriota. Durante muchos años sirvió de potreros comunales, hasta que en 1962 fue sembrado de árboles por el yugoslavo Mitar Nakichenovich. En 1994 fue intervenido con máquinas y se le extrajo tierra de la Laguna de los Muertos para rellenar una avenida, removiendo huesos y armas de la época de la Independencia. Se inició una defensa pública por la conservación de éste sitio histórico hasta que el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) lo declaró como Campo Batalla de Araure.
Entregad ela bandera de Numancia al Batallon sin nombre Batallón Sin Nombre: Un castigo impuesto por Bolívar a un grupo de soldados que por su falta de coordinación e indecisión causaron que el ejército patriota perdiera una batalla que ya estaba casi ganada, le . En un acto de disgusto, Bolívar ordenó reunir a los sobrevivientes del accidentado combate de Barquisimeto donde el referido Batallón por falta de coordinación ocasionaron la pérdida de la batalla que ya estaba casi ganada y como castigo no les dio nombre ni bandera, tampoco los dotó de armamento, solo poseían unas lanzas para defenderse. Durante la Batalla de Araure, el Batallón sin Nombre bajo el mando del Coronel Florencio Jiménez, se convierte en una pieza fundamental para la victoria de los republicanos.
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