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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

31 de enero de 2016

Cuatro Llanos - Omar Carrero Araque

 Compartimos la mas reciente publicación del Profesor Omar Carrero en su blog Picas Forestales, quien como siempre con su corazón baquiano analiza el Llano  y nos lo muestra de la manera mas amorosa y didáctica.


   CUATRO LLANOS
 
Omar Carrero Araque
Baquiano
2014
 

¡Llano, llano, llano, llano!
Cuatro veces te he mentado
Y a ninguna has respondido
(Rómulo Gallegos en Cantaclaro)

En  expresión de copla resonaban las palabras del mítico Florentino Coronado en una de sus cruzadas por la extensa llanura, tal vez bajo los arrebatos provocados por el tabardillo. Eran coplas en tono de reclamo por el silencio que el llano guardaba ante uno de sus pedimentos. Llama la atención la alusión a cuatro llanos, que en este verso hace Florentino, “el más tarambana de los Coronado de la Concepción de Arauca”, como lo describió el Maestro Gallegos.

La mención a los cuatro llanos nos llevó a rastrear la idea que rondaría en la mente del Coplero para desagregar a ese llano de apariencia única. Se nos antoja que para un viajante empedernido como pintan al Cantador, por ende conocedor del llano total, desde el Boquerón de Banco Largo hasta Rincón Hondo y Hato Viejo o desde Santa Inés hasta El Viento, la llanura no tendría secretos. 

Esa realidad, para un llanero de espíritu observador, ya le había permitido percatarse que en una misma época, podían encontrarse sabanas aguachinadas y sabanas secas, es decir que se tendrían entonces unos Llanos Altos y otros Llanos Bajos.

Igualmente en esos recorridos, en los que sin dudas,  mantenía contacto con sabaneros de uno y otro lado, probablemente oyó expresiones como Llano Adentro y Llano Afuera, que constituían otra diferenciación del llano, en este caso, espacial. De esta manera se habría conformado en la mente del Coplero la imagen de los cuatro llanos aludidos.  

ALTO LLANO y BAJO LLANO

Foto tomada de: Elmer Barrera (@elmerbarrera)


Sabana en el Bajo Llano
Los llanos Altos y Bajos son espacios propios de la llanura aluvial, en los que el hombre llanero, en propiedad del comportamiento de las aguas invernales sobre la sabana, ha diferenciado entre aquellas sujetas y aquellas libres de inundaciones. A unas las llama Bajas y otras, Altas, en una separación que en términos topográficos estaría dada por la Cota 100. 

Esta diferenciación, que en un principio pudo haberse considerado como empírica, ha conseguido firme apoyo de la ciencia, cuyos cultores han observado e investigado la influencia de esta Altura sobre aspectos como el uso de la tierra, la productividad, el comportamiento de la vegetación y de los animales o en la dinámica del poblamiento humano, encontrando respuestas valederas en cada caso.

Se observa curiosamente que la separación entre el alto y el bajo llano, a nivel de bioregiones, sólo es usual para el Apure, no siendo común en ninguno de los otros estados llaneros, por lo menos en el habla popular. Se habla del Bajo Apure o del Alto Apure, en un caso singular que no se repite en otros estados.   

La separación entre el Alto y el Bajo Apure ha sido recogida en la canta folklórica en la que recordamos el viaje que hizo El Indio Figueredo hacia el BAJO APURE en búsqueda de la India María Laya, del mismo modo que en la leyenda de Quirpa se memora que este legendario coplero era “hombre del ALTO APUREÑO”. 
También se registra que el 26 de noviembre de 1925 se publica en Fantoches la versión de Florentino y El Diablo, de Manuel Mirabal Ponce, en una de cuyas estrofas dice:  
Llaneros del Alto Llano,
Llaneros del Llano Abajo,
Ahora mirarán, hermanos,
Al Diablo pasa trabajo

LLANO ADENTRO y LLANO AFUERA

En lo concerniente a la diferenciación espacial, los llaneros  divisan dos situaciones acatando a la posición geográfica de un punto del llano. 

Así se tiene que los lugares situados hacia la periferia de la llanura son considerados como del “llano afuera”, mientras que se califican como del “llano adentro” a aquellos situados hacia el centro. Poblaciones como Santa Bárbara, Barinas, Guanare, Acarigua, San Carlos, Tinaco, El Sombrero, Valle de La Pascua, Altagracia o Zuata, entre otras, estarían en el ámbito del  “LLANO AFUERA” o “LLANO ARRIBA”. 

En San Fernando, por ejemplo, se refieren a los guasdualiteños y a todos los habitantes de los pueblos situados al oeste de Guasdualito, como los “llaneros de arriba”. Por el contario, a los pueblos como Achaguas, Elorza, El Yagual, San Fernando, La Unión, Camaguán o Cazorla, se les distingue como del “LLANO ADENTRO”.

En la canta folclórica, esta última particularidad del llano estaría insinuada en el poema “Aquí estoy llanura mía“, de Don Julio César Sánchez Olivo, escrito  en La Pascua en 1954. Este Poeta, nacido y criado en el Bajo Llano (cerca de Guachara, en  el Cajón de Arauca), expresó en esa oportunidad:

Por aquí llanura mía
tengo algunos enemigos
porque no pueden decir
lo que en el arpa yo digo
cantando un zumba que zumba
la quirpa o el pajarillo
pues cantar como yo canto
no se aprende en ningún libro
eso se aprende en el llano
comenzando desde niño
como se aprende a enlazar
media cabeza un novillo”*

El mensaje del poema podría interpretarse como que “por aquí en La Pascua, un pueblo del llano arriba, algunos me ven con recelo porque no pueden cantar como yo lo hago, de esta forma que sólo se aprende en el Llano, es decir en el Bajo Llano, al que yo considero el llano auténtico”

Es en este “llano adentro” donde se cuajan los conceptos expresados al respecto por el General Páez, por Aquiles Nazoa y por el Barón de Humboldt.

El General Páez escribió:
“el llano es una  gran extensión de territorio, que, como la vasta superficie del océano, presenta alrededor un inmenso círculo cuyo centro parece estar en todas partes”.


En una aproximación similar el Poeta Nazoa señaló:
“el llano es aquel sitio donde uno se siente el eje de un gran círculo”

Mientras que el Barón Alexander Von Humboldt manifestó que:
“un llanero no es feliz sino cuando puede ver hacia todas partes alrededor de él“.

Todas estas apreciaciones dibujan sin duda al Llano Adentro, en donde la visión sobre los 360º no es estorbada por serranía alguna.

SI FLORENTINO VOLVIERA!
Seguramente agregaría a su lista de “tipos de llano” por lo menos dos más: Llano Viejo y Llano Nuevo.

Arreo de ganado - Imagen en el llano nuevo

Ese llano viejo sería ese que él conoció, un llano caracterizado por lo agreste y lo duro, pero regio y portentoso. Ese llano que fielmente retrata Fernando Calzadilla Valdés en sus memorias que llamó POR LOS LLANOS DE APURE. 
Foto tomada de: es.wikipedia.org

Un llano en el cual los llaneros andaban descalzos o cuanto más en alpargatas y no con botas vaqueras; se vestían con calzones confeccionados en dril color kaki, por lo general de tipo Tucos, y franelas de cotón crudo, cuello redondo y manga tres cuartas y no con jeans y camisas vaqueras (léase texanas); se tocaban con sombreros de fieltro o con un “gorro” y no con gorras con emblemas alusivos a equipos deportivos; andaban a caballo o en buey y no en jeep 4x4 o en motos; usaban el Cacho de beber y no el kooler, y se comunicaban mediante Lecos, Cachos o Guaruras y no con guoquitoqui (walkie talkie) o celulares. 

Un llano en el que las sabanas estaban atestadas de reses cimarronas, cachonas  y de pelaje de diversos colores.

El llano nuevo sería este que ya no es abierto y libre pues está enclaustrado entre alambradas; los caminos y terraplenes se han cambiado por carreteras y autopistas; las chipolas de aceite de tártago ya no alumbran el rancho del peón pues han sido reemplazadas por bombillos eléctricos; la palma de los techos ha sido reemplazada por láminas de cinc o acerolit y, las lanchas a motor que ahora surcan a caños y ríos dejaron atrás a las canoas a canalete y palanca y a los bongos. En los potreros se manejan técnicamente  los rebaños que ahora no necesitan ni de tripulaciones de arreo, ni de madrineros, ni de cantos o silbidos. 
El ganado “criollo” se ha remplazado por  el cebú y sus variedades y por los búfalos.  

En este llano nuevo se presenta un escenario tan cambiado al llano de Florentino, que seguramente ahora, no habrían condiciones propicias para una nueva Porfía.   

·      *Este poema se lo cedió Don Julio César a su gran amigo Ángel Custodio Loyola, quien lo grabó con el nombre de Sentimiento Llanero


GLOSARIO

Bongo: Canoa grande impulsada  a tracción humana con el concurso de varios hombres
Cacho de beber: Cacho (cuerno) especialmente trabajado al que se ata un cordel para obtener agua de los caños o ríos si necesidad de apearse.
Cachonas: Reses de “raza criolla” de cachos (cuernos) grandes y muy abiertos
Canalete: Remo
Cimarrón: Res que por haberse criado en libertad se muestra salvaje
Gorro: Sombrero viejo de fieltro al que se la recortado las alas
Guarura: Especie de caracol cuya concha, al soplarse de un modo especial, emite un sonido fuerte que se oye a los lejos.
Lecos: Ecos. Gritos fuertes
Madrinero: Res mansa que se utiliza para guiar a otras bravías
Palanca: Vara larga de hasta 3 m que se usa para impulsar a las canoas
Porfía: Duelo a coplas improvisadas entre dos cantadores
Tripulación: Equipo de hombres que conduce al ganado
Tucos: Pantalones de mangas cortas que cubren hasta media pierna, por lo general de color kaki 

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