Es realmente interesante ver como en distintos países se han escrito leyendas relacionadas con cantos de Porfía en los que el Diablo, en rol retador, pretende derrotar al cantador de más fama del lugar. En algunos casos, el Diablo triunfa como se ve en Cantaclaro, y en otros, la mayoría, es vencido por el contrincante aunque éste último, no siempre sale ileso.
Además de las leyendas mencionadas por el Profesor Carrero en la entrada anterior, tales como "La Carnavalización del Diablo", de origen chileno y "Francisco El Hombre" de la cultura colombiana, y Florentino, Nepomuceno Guerrero y Nicanor, venezolanas; podemos mencionar al muy famoso gaucho Santos Vega, payador de las pampas que también se enfrentó al
“maligno” representado por un personaje llamado Juan Sin Ropa y resultando
vencido. Esta historia, ha sido llevada al cine y teatro y varios poetas se han
inspirado en ella. Se dice que Santos
Vega existió, era oriundo de la provincia de Buenos Aires, y vivió alrededor de 1830.
En nuestra Venezuela tenemos también a Federico y Mandinga, escrito por José Jimenez, el Pollo de Orichuna, en la cual Federico y Florentino eran amigos y habían contrapunteado juntos, pero Mandinga quería llevarse a uno de los dos. Federico también venció al Diablo, pero después lo encontraron, como a Florentino Lovera, medio muerto y "asombrao" para el resto de su vida.
Florentino Coronado deja la leyenda a su espalda:
Florentino Coronado deja la leyenda a su espalda:
"A Florentino se lo llevó el Diablo"
En el caso de Francisco el Hombre, no hubo un desafío directo, sino que "alguien" respondía la música que Francisco interpretaba con su acordeón mientras hacía una travesía. En este caso Francisco venció al recitar el Credo al revés, como único recurso que tuvo a la mano. El Diablo en este caso, sencillamente desapareció sin daño para Francisco.
El Diablo cantador tiene en cada leyenda un aspecto diferente, lo cual es perfectamente entendible en su condición de "diablo". Florentino se enfrenta a un "indio de grave postura", Federico a un indio Guahibo, Germán Fleitas Beroes en su Majada, pinta un "negro dientes de oro con la lengua colorá", Florentino Lovera y Nepomuceno, cantan con un hombrecito al principio insignificante, tal como Juan Sin Ropa, el retador de Santos Vega.
Santos Vega es vencido :
Ni aún cenizas en el suelo
de Santos Vega quedaron
y los años dispersaron
los testigos de aquel duelo
pero un viejo y noble abuelo
así el cuento terminó:
-Y si cantando murió
aquel que vivió cantando
fue, decía suspirando
porque el Diablo lo venció
En la mayoría de las versiones, el Diablo es un cantor a la altura de los copleros, pero en el caso de Santos Vega, la voz, presuntamente muy hermosa, superaba la del payador .
En fin, cada leyenda tiene una imagen de cada personaje y un final diferente.
Para Arvelo Torrealba:
En compases de silencio
Negro bongo que echa a andar
¡Salud, señores! El alba
Bebiendo en el paso real
Para Fleitas Beroes:
"Con el perfil de la luna
se volvió una llamará
era el Diablo compañeros
esa es la pura verdá"
Para Gallegos, a pesar que presenta la imagen del Diablo en forma difusa, plantea una escena antes del encuentro final, donde la alborada hace que se retire:
"Se oye un
alarido espantoso, de rabia y de quemadura de brasa viva en la carne,
ruedan por el suelo las maracas y en el rincón, junto al arpa, donde
estaba el catador ( sic), se desvanece en el aire una humareda de azufre
.Y la concurrencia exclama:-¡Ten cuidado Cantaclaro! Era el Diablo y se
ha ido porque escuchó el canto del gallo que anuncia la hora en que
empezó la Pasión del Señor; pero ya volverá a buscarte en cuanto los
sayones apeen a Jesucristo de la Cruz!
Para El Pollo de Orichuna y Federico:
No volveras a cantar
ni serviras para nada
me miraras en tus sueños
y donde quiera que vayas
sueña con el retador
de la oscura madrugada
el que te dio la paliza
el hombre de las uñas largas
Para Nepomuceno Guerrero, luego de mencionar "la magnificat", desaparece en medio de una humareda, dejando
impregnado el lugar, con un fuerte olor a azufre.....
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