Galerón con una Negra
Aquiles Nazoa
Desde Guachara al Cajón
de Cazorla a Palo Santo
no hay negra que baile tanto
como la negra Asunción
Cuando empieza el galerón
y entra mi negra en pelea,
todo el mundo la rodea
como hormiguero a huesito.
¡Por que hay que ver lo bonito
que esa negra joropea!
Que esa negra joropea
bien lo sabe el que la saca,
que la compara a su hamaca
cuando hay calor y ventea.
-¡Así es que se escobillea!
-le dice algún mocetón.
Y en su honor hace Asunción
una figura tan buena
que como flor de cayena
se le esponja el camisón.
Se le esponja el camisón
y el mozo que la ha floreado
salta: -¡Permiso cuñado,
que es conmigo la cuestión!
Luego se ajusta el calzón,
la engarza por la cintura
y con tanta donosura
se le mueve y la maneja
que la negra lo festeja
con una nueva figura.
de Cazorla a Palo Santo
no hay negra que baile tanto
como la negra Asunción
Cuando empieza el galerón
y entra mi negra en pelea,
todo el mundo la rodea
como hormiguero a huesito.
¡Por que hay que ver lo bonito
que esa negra joropea!
Que esa negra joropea
bien lo sabe el que la saca,
que la compara a su hamaca
cuando hay calor y ventea.
-¡Así es que se escobillea!
-le dice algún mocetón.
Y en su honor hace Asunción
una figura tan buena
que como flor de cayena
se le esponja el camisón.
Se le esponja el camisón
y el mozo que la ha floreado
salta: -¡Permiso cuñado,
que es conmigo la cuestión!
Luego se ajusta el calzón,
la engarza por la cintura
y con tanta donosura
se le mueve y la maneja
que la negra lo festeja
con una nueva figura.
Con una nueva figura
en que ella se le encabrita
como gallina chiquita
cuando el gallo la procura.
-¡Venga a verla, don Ventura!
-grita alguno hacia el corral,
y desde allí el caporal
dice con cara risueña:
-Baila bien esa trigueña;
yo la he visto en Guayabal.
Yo la he visto en Guayabal
y también en San Fernando
Yo vengo el llano cruzando
de paso para El Yagual,
y aunque decirlo esté mal
por parecer pretensión
desde Guachara al Cajón
de Cazorla a Palo Santo,
¡No hay negra que baile tanto
como mi negra Asunción!
en que ella se le encabrita
como gallina chiquita
cuando el gallo la procura.
-¡Venga a verla, don Ventura!
-grita alguno hacia el corral,
y desde allí el caporal
dice con cara risueña:
-Baila bien esa trigueña;
yo la he visto en Guayabal.
Yo la he visto en Guayabal
y también en San Fernando
Yo vengo el llano cruzando
de paso para El Yagual,
y aunque decirlo esté mal
por parecer pretensión
desde Guachara al Cajón
de Cazorla a Palo Santo,
¡No hay negra que baile tanto
como mi negra Asunción!
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