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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

9 de octubre de 2011

Ataque de Caribes

Muchas historias nos cuentan de los peligros de vadear los ríos. Pedro García, personaje legendario en Los Vencidos, de José León Tapia, cuenta su experiencia:

"Caballo rucio blanco es el mejor nadador del mundo- decía con certeza- además no lo muerde caribe nunca. En cambio, el castaño colorado parece sangre y es peligroso para vadear las aguas. Y ese día se me olvidó el asunto cuando, a todo apuro,  tuve que cruzar el Arauca. Me tiré sin pensarlo a la corriente mansa; y, al no mas entrar en lo profundo, escuché el burbujeo, una musiquita ronca que hacía rizos en el cauce. El castaño avanzaba a lo que daban sus fuerzas, pero después fué perdiéndolas como si estuviera desmayándose y al llegar a la orilla contraria, me di cuenta de que estaba montado sobre un esqueleto, al desarmarse de pronto, dejándome la silla entre las piernas."

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