También conocido como La Voz de Lara, nació en Araure, Estado Portuguesa, el 13 de junio de 1926 y fue un muy especial intérprete de la música romántica venezolana, canciones, valses, boleros y pasajes.
Aún cuando su vida musical se inicia con la ejecución del cuatro y su incorporación al conjunto Los Juancheros, su verdadera pasión aparece cuando comienza su carrera como solista en el año 1963. Seis años más tarde de su debut como cantante, graba la muy exitosa pieza de José La Riva “Pasillaneando”, la cual se convierte en todo un batacazo musical. Sin embargo, su amor por la música traspasa los límites que le imponía su actividad como ejecutante de cuatro y como cantante, cuando sale a relucir su habilidad, hasta entonces oculta, por la composición, la cual le permite obtener importantes premios y ganar reconocidos festivales nacionales e internacionales.
Entre sus principales logros como compositor destacan el primer lugar que obtuvo en el Torneo de Joropo de Villavicencio, Colombia, con el tema A ti Villavicencio; el primer lugar en el Festival de la Canción Venezolana de Carora, Estado Lara, con la pieza Evocación; y su triunfo en el Primer Festival de la Canción Larense, con la obra Lágrimas de un Crepúsculo. Toda su vida artística tuvo su sede principal en el Estado Lara y por esto es considerado como un honorable barquisimetano.
A lo largo de su trayectoria artística, el maestro Heredia grabó 12 producciones discográficas y compuso unas 700 canciones.
Algunas de sus obras: Volvamos a empezar, La distancia y tú, Sed de amor, Niño pobre, Dime que sí, Anclados, La Negra de la Llanura, Lágrimas de un Crepúsculo, A ti Barquisimeto, Nostalgia, Remanso, Lluvia de Estrellas, Hasta la Eternidad, Toro Afuera. Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela
Escuchar la voz de Antonio Heredia es sumergirse en el mundo del romanticismo. La mezcla de la hermosa voz con las bellas letras de estos pasajes, hacen que estos temas nos llenen de orgullo venezolano.
ME ACOSTUMBRÉ SIN TÍ
Cuando imaginaba
que si me faltabas
Iba a morir
Me acostumbré sin ti
Ya no tengo miedo
porque sé que ahora
puedo vivir así
Me acostumbré sin ti
aunque tu recuerdo
no pueda borrar
de mi mente jamás
Nuestras horas de amor
vivirán siempre en mi
tus sublimes caricias
y tus ardientes besos
serán mi frenesí
Y al recorre el tiempo
aunque todo es pasado
evocaré tu imagen
y volveré a vivir
nuestro amor olvidado
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