No podemos hablar de la evolución
del joropo sin hacer mención al Alma Llanera, y aunque ya hemos hablado en este
Blog sobre ese importante tema, daremos algunas pinceladas adicionales.
Pedro Elías Gutierrez,
autor de la música del Alma Llanera, a partir de 1914, en las retretas de la
Plaza Bolívar de Caracas y a petición del público, cerraba cada concierto con
dicho tema. Esta costumbre fue retomada
por las orquestas de los años 40 y 50, que antiguamente cerraban las
fiestas con el joropo La Perica.
La Música del Alma
Llanera es vibrante y la letra muy emotiva. “Esta enfatiza la libertad, el
ambiente expansivo del llano y el amor” (1). En la zarzuela donde se escuchó
por primera vez, la canción es cantada por Rita, la protagonista. Es por ello
que la letra dice “para ornar las rubias crines del potro de mi amador”. Su amador es identificado en
la zarzuela como “Cubito”, llanero recio, hábil en todas las tareas del llano y
como es de suponerse, bastante mujeriego. Es un personaje muy parecido al “Agamenón” del Diario de un Llanero.
El 19 de septiembre de
1914, se estrenó la zarzuela Alma Llanera. La
zarzuela fue presentada en el viejo
Teatro de Caracas (esquina de Veroes), por la compañía española de Matilde
Rueda. El baile de joropo estuvo a cargo del entonces “Rey del Joropo”, Mamerto
García, quien lució su peculiar estilo de taconeo y zapateado, con maracas
amarradas a las alpargatas.
Toda la música de la
zarzuela fue de la autoría de Pedro Elías Gutiérrez quien era muy apreciado por
los caraqueños, mientras que los libretos
y letras de las canciones fueron escritos por Rafael Bolívar Coronado.
Vale decir que esta obra fue una de las pocas en que Bolivar Coronado se
identificó abiertamente como autor.
La zarzuela constituida
por “un cuadro” está publicada como un anexo en el libro de
Rafael Ramón Castellanos, UN HOMBRE CON MAS DE SEISCIENTOS NOMBRES,
precisamente sobre la vida de Bolívar Coronado. En ese primer acto, se aprecian
algunos personajes, a lo sumo 10, cuyos diálogos reflejan el lenguaje del
campo y son ricos en refranes y dichos. La historia se
trata básicamente de una pareja cuyos amores no son aprobados por los padres de
la chica (Rita). En ese primer acto,
otro personaje (Miguel), enamorado de Rita, se enfrenta a muerte con su rival (Cubito), terminando
apuñalado. Rita, asume la muerte
mientras su amado huye por el monte a instancias de ella.
La obra se desarrolla a
orillas del río Arauca, en el estado
Apure, tal cual la primera oración del libreto: “Casa en un camino real en las
pampas de Apure”, aunque no se precisa el lugar. El Arauca sirve de frontera
con Colombia en un trayecto de 296 kilómetros, lo cual hace pensar a nuestro
colaborador Omar Carrero, opinión que comparto, que cuando la canción dice “nací en esta ribera
del Arauca vibrador, se refiere simplemente a que nació en el lado de
Venezuela, sin definir el lugar exacto.
Es importante señalar que
aunque el Alma Llanera es catalogada como nuestro segundo Himno Nacional, otros
países la consideran propia. Nos cuenta
el profesor Carrero, que hace algunos años, un grupo colombiano se presentaba en
Nueva York, con un musical basado en el Alma Llanera, donde el director
afirmaba que ellos también habían nacido en "esta ribera del Arauca vibrador", sin reconocer que la canción era venezolana. Recientemente
tuve la oportunidad de viajar a Ciudad
de México y en el Museo del Tequila, ubicado en plena Plaza Garibaldi, figuraba
el tema como un son folclórico mexicano, lo cual me resultó muy desagradable y vía
correo electrónico hicimos la aclaratoria. Pero después he pensado que la
canción ha viajado tanto fuera de nuestras fronteras y por tanto tiempo, que es
posible que se haya ido convirtiendo en algo tan familiar para ellos que
la confunden con lo propio.
Alma Llanera fue incluida
en la película Escuela de Sirenas. La interpretación estuvo a cargo de Xavier Cugat, quien le hizo
un complicado arreglo. Al final, la canción
y el baile estuvieron totalmente alejados
de la esencia del tema original.
Una curiosa anécdota es
la protagonizada por Tito Rodríguez, quien sacó una versión guapachosa del Alma
Llanera, la cual fue protestada airadamente por
personas que se encontraban en el Hotel donde la interpretó, recibiendo incluso amenazas solapadas. Posteriormente uno de los socios de la disquera, Miguel Angel Piña, al escuchar
la versión, la consideró un “sacrilegio” y la sacó de la cinta matriz del
disco, por parecerle un “abuso”.
Retomando el tema de la
zarzuela, se destaca en ella la participación de Mamerto Rufino García, un villacurano de color, que por su estilo de
baile, tuvo el título de Rey del Joropo.
No nos ha sido posible encontrar nada de
su biografía, es mencionado en la web brevemente y asociado a su alumno Alfredito
Alvarado que heredó el título mencionado.
“Mamerto se caracterizaba por un joropo fuerte, sin
floreo, brusco, dominante. En esa época los pisos de las casas eran de tabla. Cuando Mamerto bailaba se
caían los floreros, las lámparas temblaban, empezaban a caer vainas de todas
partes, tám, tám, pám, pám, porque mamerto usaba un joropo de tá, tá, tá, tá,
tá, tá, tá, un zapateo fuerte.” El club de las Neuronas Muertas,
blogspot.
(1) Estampas Musicales de Caracas, Eleazar López Contreras
ZARZUELA EN UN CUADRO
"El estreno de "Alma Llanera"- zarzuela en un cuadro, original de Rafael Bolívar Coronado (1884-1924) y Pedro Elías Gutiérrez (1870-1954) - constituía un atractivo mas en las tandas del Teatro Caracas, el viejo y querido "Coliseo de Veroes", en el decir de la crítica y en el sentir de los caraqueños.
No solamente se estrenaba una zarzuela nacional con "escenas de la vida de las sabanas venezolanas a las riberas del río Arauca" - como decía una Gacetilla del día- sino que la obra estaba avalada por firmas populares: dos personajes conocidos y con ambiente en la capital: Bolívar Coronado, de amplia labor periodística, y el maestro Gutiérrez, con su amplio prestigio de compositor y su brillante batuta, tan famosa en los conciertos y retretas así como en los actos protocolares al frente de la Banda Marcial, de tan sonora actuación en los fastuosos festejos del Centenario en 1911.
Además corría una "bola" de esas de toda índole que jamás han faltado en Caracas. Corría sobre algo que "no estaba en el programa" y que resultaría noticia cierta, evidente, en medio de la función:
-La obra tiene un joropo y de seguro que lo baila Mamerto: "el negro" Mamerto
-Era Mamerto un criollo refistolero, lo que se dice "pimientoso", "mas alegre que un cascabel", según ciudadanos de la época, conterráneos y contemporáneos qeu no le olvidan chanzas ni andanzas, ni su chispa venezolanísima de pies, ojos y lengua. ¡Ah Mamerto!
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