Definitivamente el libro El Llanero, nos aporta muchísima información sobre su vida antigua. Muchas de las costumbres, expresiones y conductas, han permanecido en el tiempo, otras se ha perdido pero afortunadamente han quedado escritas para aquellos interesados en saber de dónde vienen.
A continuación, colocamos información relacionada con el lenguaje del llanero, referido a las orejas de los caballos y asnos:
"Una bestia que tiene alguna de las orejas inutilizada o deforme por enfermedad, gusanos o accidente es corneta: Una yegua corneta, un caballo corneta.
Los asnos, para él no son bestias y suele decir en son de aforismo: Ni burro es bestia, ni casabe es pan.
De suerte que como no es bestia pues tampoco es corneto, aún cuando tenga las orejas defectuosas.
Es el asno un corneto a quien no se le echa, en cara su desvergüenza. De ahí saca el llanero otro aforismo.
Cuando alude a alguna persona sin mérito, que a fuerza de bellaquería y malicia se hace pasar por persona de importancia y honorabilidad, exclama por lo bajo socarronamente:
-¡Se le ven las orejas! O modificando la alusión: ¡Es un burro tusero!
Otra expresión antigua pero queha permanecido en el tiempo es: A Padrote viejo no le relinchan potrancos! Siendo el Padrote el jefe del Hatajo, ningún potro se atreve a desafiar su autoridad. Es un refrán con mucha aplicación en el lenguaje coloquial y tendría casi un equivalente en la expresión " Mapurite sabe a quien perfuma"
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