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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

8 de septiembre de 2010

La Catira Cruz Peralta - Ernesto Luis Rodriguez

A propósito del tema de hoy, sobre el origen de La Catira, es pertinente colocar este poema, que complementa lo antes dicho:

LA CATIRA CRUZ PERALTA
Ernesto Luis Rodriguez

Van y vienen por el hato, las palomas de sus pies

La catira Cruz Peralta, 
colmenar de pura miel,
remolino sin descanso,
palmasola con vaivén,
va dejando en los peones,
mientras ávidos la ven,
su sonrisa que espejea
como el agua del jagüey
y un olor de jasminero
que comienza a florecer.

Y madrugan por el hato, las palomas de sus pies

Ella alegra los caminos,
da dulzura al matajey
y enlucera las cacimbas
con el roce de su piel.
En su pelo se enamoran
la amapola y el clavel,
y cuando era mas mocita
de catorce a dieciséis,
le cayeron dos torcaces
en la trampa del sostén.

 Y caminan por el hato, las palomas de sus pies

Cuando pasa la florean
mil piropos a la vez; 
y se enredan los suspiros
sobre el alba de su tez:
- ¡el merey me gusta dulce
y eres dulce de merey!-
-¡Yo quisiera ser aliento
y en su boca enrojecer
como el humo en la candela
y el aroma en el clavel!-

Y retozan por el hato, las palomas de sus pies

Los requiebros amorosos
los escucha con desdén:
-¡Que pimpollo con garúa!-
-¡Que candil para un caney!-
-¡Que solazo para un pueblo!-
-¡Que frescor para una sed!-
-¡No te pegues de la brisa
que te puedes disolver...!-
-¡Para leguas de cariño,
quien tuviera ese corcel!-
La enamora Pedro Palma
caporal de Santa Inés,
y el coplero Juan Canache
cantador de buena ley...
 Y los hombres del poblado,
boticario, cura o juez,
al pasar por Barrialito
se detienen para ver
esos ojos donde siempre
brilla azul de amanecer

Y regresan por el hato, las palomas de sus pies

Nada quiere Cruz Peralta,
nada quiere complacer.
No hay quien gane su cariño
ni quien goce de su fe,
y si a flor del comadreo
le preguntan el porqué,
ella dice con orgullo
que al amor ha sido fiel:
-El mulato no me gusta
ni con él me casaré;
no seré de los catires
pasatiempo ni mujer....
Yo me caso con el hombre
de quien ya me enamoré:
¡Soy reblanca...,buenamoza!,
él es negro donde esté,
 y la leche se hizo leche
pa viví con el café...!

Y del hato se perdieron , las palomas de sus pies.

ARTISTA RELACIONADO: ERNESTO LUIS RODRIGUEZ

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