Cuenta el abuelo que cuando era temporada de aguacate, si las ramas de la mata de aguacate daban al río, el fruto caía al agua y los bagres (que les encanta el aguacate), se daban tremendo banquete, aquello era un festín. Eso generaba una pesca muy buena, porque engordaban bastante, resultando una carne gorda muy agradable.
A los zamuros también les gusta el aguacate, ellos se comían los que se caìan al suelo y se podrían, pero a veces comían tanto, que después no podían levantar el vuelo y algunos morían allí mismo, resultando en ese caso un desagradable y nauseabundo espectáculo.
*****
1 comentario:
WWWWWWWWWWWWWWW
Publicar un comentario