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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

20 de febrero de 2010

El Silbón

Esta leyenda todavía asusta. Se dice que ocurre en Tierras de Portuguesa,  "No vayas para esa fiesta, te dijeron Juan Hilario, que en tierras de Portuguesa, va un espanto desandando, que en tierras de Portuguesa, va un espanto desandando"- dice la canción.
Se dice que es un hombre alto y delgado que mide como 6 metros de altura. Dicen que es  desproporcionado,  que camina sobresaliendo por encima de la copa de los árboles , emitiendo un silbido espeluznante y lleva un costal lleno de huesos que los hace sonar .
La leyenda dice que es el ánima en pena de un hijo que mató a su padre y le comió la asadura (entrañas).
Una de las versiones ( hay varias), dice que el hijo consentido pidió al padre que le llevara vísceras de venado. El padre no consiguió cazar al animal y el hijo disgustado, lo mató, le sacó las vísceras y se las llevó a su madre para que las cocinara. Cuando la madre supo la verdad, lo maldijo para toda la vida , por   lo que  quedó penando a su muerte.


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