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....Y vió que el hombre de la llanura era, ante la vida, indómito y sufridor, indolente e infatigable; en la lucha, impulsivo y astuto; ante el superior, indisciplinado y leal; con el amigo, receloso y abnegado; con la mujer voluptuoso y áspero; consigo mismo, sensual y sobrio. en sus conversaciones, malicioso e ingenuo, incrédulo y supersticioso; en todo caso alegre y melancólico, positivista y fantaseador. Humilde a pié y soberbio a caballo. Todo a la vez y sin estorbarse, como están los defectos y virtudes en las almas nuevas" Don Rómulo Gallegos

8 de febrero de 2010

Florentino Coronado

Alberto Arvelo Torrealba realizó tres versiones de este contrapunteo, las dos primeras reflejadas en "Glosas del Cancionero" y denominadas "El reto", "la porfía" y "Florentino el que cantó con el Diablo",; la última versión, Florentino y el Diablo fue publicada en 1957.
Pero ¿Quien era éste Florentino?

"Se llamaba Florentino y él se añadía "Quitapesares".
Espíritu errabundo, naturaleza fantaseadora, desmedido amor a la libertad, la suerte siempre en la mano, dispuesto a jugársela, lo de andar siempre a caballo y lo de querer decirlo todo con los cuatro versos de una copla, eso era Florentino, el tarambana de los Coronados de la concepción de Arauca, que siempre fueron hombres de asiento fijo y cabeza bien puesta en lo positivo del negocio de criar y vender ganados.
Eso y lo de andar siempre con una muchacha enredada en sus coplas, que solo para tales cargas de amores y no para el descanso de su retinto, parecía llevar remonta".
Rómulo Gallegos - Cantaclaro

Remonta: caballo extra que llevaba el llanero para alternar; Retinto: caballo negro